El cardenal Osoro y tres abades presionan al prior del Valle de los Caídos para que permita exhumar a Franco

Santiago Cantera está boicoteando la posición de la Iglesia respecto a la exhumación de Franco. El prior del Valle de los Caídos, atrincherado en la supuesta inviolabilidad de la basílica (en virtud de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979) y en el acta notarial de los sucesores del dictador, continúa sin dar su brazo a torcer y se niega a cualquier acuerdo que acabe con la salida del general golpista de Cuelgamuros.

Una decisión que ha dividido en dos a los propios monjes benedictinos, que viven la polémica con sentimientos de dolor y tristeza, según apuntaba a eldiario.es uno de los 23 religiosos de la comunidad, que en estos días cumple 60 años de presencia ininterrumpida en el Valle. La postura de Cantera es secundada por el sector más radical, conformado por muchos de los monjes que fundaron la Abadía en 1958 y que siempre han vivido en ella. En otra posición están los más moderados, que no consideran que la custodia de Franco sea parte de su misión fundacional: trabajar por la concordia y la reconciliación “para que la Guerra no vuelva a repetirse”.

La postura de Cantera, además, repercute en toda la Iglesia española y los ecos ya han llegado a Roma. Así, tanto el arzobispado de Madrid (donde se encuentra enclavada, físicamente, la Abadía), como la congregación benedictina son partidarios de una solución dialogada entre el Gobierno y la familia del dictador, donde la institución eclesiástica “no tiene ningún papel”, tal y como afirma a este diario una de las personas que han participado en los primeros diálogos entre el Ejecutivo socialista y la Iglesia.

“La postura de Cantera perjudica la imagen de la Iglesia, y mucho más en tiempos de Francisco”, lamenta este eclesiástico, que asegura que tanto el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, como el abad de Solesmes, el francés Philip Dupont, que es la autoridad superior a Cantera, ya han hecho llegar al prior del Valle sus recomendaciones para no hacer de la salida de Franco un tema que enquiste las ya difíciles relaciones Iglesia-Estado.

Mientras Cantera sigue enrocado en su postura, Infolibre ha adelantado este martes que el prior fue candidato de Falange Española Independiente (una de las siglas vinculadas al movimiento fundado por José Antonio Primo de Rivera) en las elecciones generales de 1993 y las europeas de 1994. En ambas ocasiones, Cantera ocupó puestos de cola, sin resultar elegido.

Cabe recordar que Cantera no logró ser elegido abad tras la renuncia de Anselmo Álvarez en 2014 y que el superior mayor de la Federación benedictina de Solesmes (de la que depende la Abadía del Valle) simplemente nombró al joven historiador prior administrador 'ad nutum superioris'. Dicho en castellano: por voluntad del superior, que en cualquier momento puede revocar el nombramiento.

Junto a ello, el abad de Solesmes decidió que los responsables de las dos abadías españolas de esta congregación, las de Silos y Leyre, ejercieran como 'abades regentes' con cierto ascendente sobre el prior Cantera. A ellos (Lorenzo Mate, de Silos, y Juan Manuel Apesteguía, de Leyre), se les ha encomendado la misión de reconducir la postura del polémico responsable del Valle de los Caídos, y 'presionar' para que Cantera reconsidere su veto. Algo que ya han hecho. En todo caso, ninguno de ellos (ni Osoro, ni los abades, ni el propio abad de Solesmes) tienen capacidad coercitiva sobre el responsable de Cuelgamuros, aunque como ocurriera en el caso de los hermanos Lapeña nadie cree realmente que el religioso sea capaz de resistir la presión de las autoridades eclesiásticas.

Con todo, si esto se produjera, podría darse la intervención de Roma, a través de la Congregación para la Vida Religiosa y los Institutos de Vida Consagrada, máximo organismo de control de todas las órdenes religiosas del mundo, y que en la actualidad está presidido por el brasileño Joao Braz de Aviz. Su número dos es el español José Rodríguez Carballo, quien fuera general de los franciscanos y quien conoce muy bien la realidad del Valle y la necesidad de encontrar una salida para los restos del dictador.

Desde la congregación sí se podría conminar a Cantera a que depusiera su actitud, pues actuaría por delegación del mismísimo Papa Francisco, pero desde la Santa Sede se descarta esta posibilidad, convencidos de que, finalmente, el prior del Valle no pondrá al Vaticano en la tesitura de intervenir en asuntos que competen a otro Estado, en este caso España. “No será necesaria la intervención del Papa”, afirman desde Roma.