La política crea desconfianza en los jóvenes, pero “participan de manera diferente”

En España hay más de siete millones de jóvenes entre 15 y 29 años. Ahí cae una parte importante del electorado. Pese a esto, su participación en la política institucional es menor que en otros grupos de edad. Casi la mitad de los jóvenes españoles define su sentimiento principal hacia la política como desconfianza, según datos del Instituto de la Juventud (INJUVE).

La situación juvenil –que este viernes conmemora su día mundial– en España se ve fuertemente marcada por la precarización laboral. Es uno de los países de la Unión Europea con mayor paro juvenil. Algo que empeoró con la pandemia de COVID-19, según asegura Margarita Torre, coautora del informe 2020 del Instituto.

Los jóvenes españoles se consideran más liberales y progresistas que otros grupos etarios. También se autodefinen menos como conservadores que los mayores de 34 años, según recoge el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

En 2019, el grupo que más acudió a alguna manifestación o acto de protesta fue, precisamente, el de los jóvenes de entre 18 y 24 años, seguido por el de quienes tienen entre 25 y 34 años, según el CIS. “Mi única participación en política ha sido ir a manifestaciones, porque yo prefiero luchar por cosas concretas para que los partidos hagan algo que votar a un partido que no va a hacer nada sin presión social”, afirma un joven entrevistado por elDiario.es.

¿Emancipación?

“Hay un bloqueo del plan de emancipación, los jóvenes no pueden ser adultos, no tienen independencia económica, son eternamente jóvenes y eternamente precarios. Eso les deja fuera del sistema y esto de alguna manera abre la posibilidad de movilizarse para cambiarlo”, asegura Guillermo Fouce, presidente de Psicología sin Fronteras.

“Los jóvenes participan de manera diferente. Menos en la política más convencional, en la institucional”, comenta el psicólogo. Añade que “hoy se sabe que la configuración real de los partidos, incluidos los nuevos, deja al margen a los jóvenes y esto es un problema para nuestra democracia”.

Fouce invita a los partidos e instituciones a reflexionar sobre sus propuestas. “Deben trabajar en redes sociales y dar protagonismo a los jóvenes para que sean ellos los que definan las alternativas y las iniciativas. Pero este debe ser un poder real”.

El presidente de Psicología sin Fronteras afirma que los jóvenes se sienten “desatendidos por la política” y “como que no va con ellos, ya que no se atienden sus necesidades”. Fouce asegura que “en una situación de máxima precarización, los jóvenes deciden mayoritariamente vivir el día a día, ya que el futuro se les presenta como incierto, el trabajo estable o la identidad profesional no existen y esto influye en que su participación en política sea menos convencional”.

La cuestión no es que participen menos en política, sino que participan de manera diferente: “Son más activistas” y “más desde las redes sociales”. El activismo en la red es una forma de participación política que va en aumento dentro de la población más joven. “Esa participación es más efímera, pero también mas internacional, sin fronteras y más directa”.