Y el primer arzobispo en pagar el alquiler en el Vaticano será... el vengativo secretario de Benedicto XVI

El primer arzobispo en pagar alquiler por vivir en el Vaticano será... George Gänswein. El todavía (al menos sobre el papel) prefecto de la Casa Pontificia y secretario plenipotenciario de Benedicto XVI hasta su muerte, abandonará en los próximos días el monasterio Mater Ecclesiae para residir en un amplio apartamento, de unos 300 metros cuadrados, en el interior del Estado vaticano, muy cerca de la Casa Santa Marta, la residencia del Papa Francisco. Y, si se cumple la actual normativa, sancionada en febrero por Bergoglio, tendrá que pagar por el uso de una residencia oficial del Vaticano que, según desvela Il Fatto Quotidiano, ya tiene hasta su nombre en el telefonillo.

Se acabó el 'gratis total' para los cardenales y obispos curiales y, como tal, aunque sin función real después de haber perdido la confianza de Francisco, Gänswein habrá de abonar su residencia. Lo hará una vez que abandone, como le ordenó Bergoglio tras el funeral de Ratzinger, el monasterio que compartió con el Papa emérito durante una década. La noticia se oficializará mañana, después de un encuentro entre Francisco y el arzobispo alemán, según reveló él mismo en una entrevista emitida anoche en RAI Uno.

La nueva residencia de Gänswein es un apartamento de 300 metros cuadrados en el cuarto piso de Santa Marta Vecchia, un edificio situado entre el Aula Pablo VI y la Casa Santa Marta, residencia de Francisco. El Papa ya había asignado este apartamento al secretario de Benedicto XVI hace unos años, en previsión de la muerte de Ratzinger y su salida del Mater Ecclesiae que, por el momento, no será ocupado. De hecho, desde hace semanas, el arzobispo ha hecho reformas en su nuevo piso, y ya ha traído electrodomésticos, muebles, libros y cuadros.

Durante la audiencia de este sábado, Gänswein tratará de forzar una reconciliación con el Papa Francisco, cuya confianza se rompió por completo después de la publicación de unas polémicas memorias (en España las publicará Desclée), en las que denunciaba un enfrentamiento soterrado entre el modelo de Iglesia de Francisco y el defendido por el Papa emérito. “Benedicto me dijo: parece que Francisco ya no se fía de mí”, señalaba el arzobispo en 'Nada más que la verdad. Mi vida junto a Benedicto XVI'.

La relación con el Papa ya se había erosionado por la publicación de otro polémico libro, que supuestamente había sido escrito a cuatro manos por Ratzinger y el cardenal Robert Sarah, en el que se criticaba abiertamente a Bergoglio y su política al frente de la Santa Sede.

Ahora, las palabras de Gänswein a la RAI muestran una postura radicalmente contraria: “Espero que el Papa Francisco confíe en mí, espero no haber dado un motivo para desconfiar ”, señala Gänswein, quien justifica la publicación de sus memorias, con el cadáver de Ratzinger aún caliente: “Solo quería dar mi testimonio de las cosas reales que sucedieron”.

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