Teresa Romero no ha querido comparecer con la dirección del hospital Carlos III

En la fotografía de una amplia representación del personal del hospital Carlos III de Madrid con motivo de la recuperación de Teresa Romero, la única contagiada de ébola en España, ha faltado precisamente la paciente. La auxiliar de enfermería, que también forma parte del personal sanitario, no ha querido participar en la rueda de prensa organizada esta mañana por el centro hospitalario, según ha expresado su director gerente, Rafael Pérez-Santamarina. Romero leerá un comunicado ante los medios este miércoles.

El hospital Carlos III de Madrid, que ha tratado a todos los pacientes de ébola que han llegado a España, ha querido mostrar una imagen de unidad en la rueda de prensa ofrecida ante los medios. Desde los profesionales de medicina tropical, medicina interna, enfermería a incluso los de limpieza y seguridad han recibido palabras de reconocimiento por parte de la dirección del centro. “Un equipo multidisciplinar formado por más de cien personas”, ha destacado Rafael Pérez-Santamarina.

La salida del hospital de Teresa Romero tras 30 días de ingreso representa una alegría para sus compañeros y una esperanza para la cura de esta enfermedad, aún sin tratamiento. Aunque los sanitarios se han mostrado prudentes al recordar que aún se desconocen los motivos exactos de su recuperación. Es decir, cuáles han sido las terapias eficaces en el organismo de la paciente, o si lo ha sido alguna, porque la tasa de mortalidad de esta cepa del virus se acerca al 60%. Casi la mitad de los enfermos han sobrevivido al ébola.

Según las palabras del director gerente del hospital, “la paciente no quería comparecer, pero posteriormente quiso dar un comunicado a la prensa pero no en esta comparecencia. Nos pareció oportuno comparecer todo el equipo médico”. El marido de Teresa Romero, Javier Limón, ha expresado la intención de la pareja de emprender acciones legales contra el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, por sus acusaciones a la auxiliar de enfermería.

El fin del aislamiento de Romero sí dejó una imagen de grupo de la paciente junto a los sanitarios que la han atendido durante este mes “duro”, según han admitido varios sanitarios en la rueda de prensa. En ella, Teresa entrelaza sus manos con varios compañeros, a los que su marido ha dedicado numerosas muestras de agradecimiento en sus comparecencias.

“La paciente está contentísima con todos los amigos y con el personal y las señas de cariño que recibe constantemente”, ha añadido Rafael Pérez-Santamarina.

Informar sobre el posible error humano “contribuyó a aumentar la tranquilidad”

La hipótesis de que el contagio de Teresa Romero pudo producirse al tocarse la cara con un guante se ha repetido en numerosas ocasiones durante el ingreso de la paciente. La información tiene su origen en las declaraciones de un médico del hospital de La Paz, Germán Ramírez Olivenza, al que el centro y la Consejería de Sanidad autorizaron para hablar ante los medios de comunicación. Según el profesional, Romero le había autorizado a contar la posible causa del contagio.

Ahora, el director gerente del hospital, Rafael Pérez-Santamarina, explica que se tomó la decisión de informar al respecto “a causa de la alarma y la incertidumbre generadas en la población” y que “contribuyó a aumentar la tranquilidad del equipo asistencial y también a disminuir en gran medida el miedo existente a todos los ciudadanos”. Tras su recuperación, Teresa Romero ha afirmado que no recuerda haberse tocado la cara con el guante.

El médico Ramírez, que no ha estado presente en la rueda de prensa, ha recibido las palabras de apoyo de sus compañeros a través del doctor José Ramón Arribas: “El doctor Ramírez Olivenza tiene todo el respaldo, el respeto y la admiración más profunda de todo el equipo médico y directivo que hemos trabajado con él desde el primer caso”.