La propaganda en el imperio británico del siglo XIX tuvo un papel fundamental, y las imágenes que acompañaron a esto las proporcionó una mujer, que supo captar el realismo de las batallas militares que moldearon el mensaje de heroicidad que se quería transmitir, en el que el aspecto humano que captó también jugó un papel que la convirtió en una de las pintoras más relevantes de la época victoriana.
Hablamos de Elizabeth Butler, más conocida como Lady Butler, que pasó a hacerse un nombre en el arte del siglo XIX cuando produjo obras que captaban los valores masculinos de la sociedad, como fueron el valor, sacrificio o la gloria que dejó ver en las imágenes de las batallas militares que recreó en sus cuadros.
Lady Butler, la mujer que recreó con realismo las batallas del imperio británico
Lady Butler nació como Elizabeth Thompson en 1846 en Lausana, Suiza, en la Villa Claremont, en el seno de una familia en la que recibió una esmerada educación, pasando parte de su infancia en Italia, donde comenzó su formación artística que siguió al ingresar en la Escuela de Arte femenina en South Kensington en Londres a los 20 años.
Poco tiempo después comenzaría a exponer, siendo sus primeras obras con temática religiosa, pero que no le valieron una aceptación y fue rechazada por la Royal Academy of Arts, por lo que se volvería a mudar a Italia, en concreto a Florencia, para continuar su formación artística.
En un viaje a Francia fue donde encontró su inspiración para adoptar el movimiento del realismo al ver las representaciones militares de Ernest Meissonier o Édouard Detaille, y sería lo que daría desarrollo a su primera gran obra, ‘Calling the Roll After An Engagement, Crimea’ también llamado ‘The Roll Call’, que mostraba un momento cotidiano durante la guerra de Crimea, en el que ingleses batallaron junto a franceses contra Rusia entre 1853 y 1856.
El realismo militar que ayudó a idealizar el imperio británico
Desde entonces, Lady Butler, que se llamó así desde que se casó con el oficial del ejército británico William Francis Butler en 1877, accedió a la red de galerías y exposiciones de la Royal Academy of Arts para dar a conocer su obra, que se centró en recrear batallas que sirvió para justificar de forma visual el ideal de la propaganda durante el imperio británico, con cuadros que adquirió la propia Reina Victoria.
En 1879, siendo una célebre pintora, Lady Butler se quedó a tan solo dos votos de ser la primera mujer elegida miembro asociada de la Real Academia, algo que no sucedió hasta 1922 y que fue Annie Swynnerton la protagonista, y que en 1936 sería Laura Knight la primera miembro de pleno derecho.
Tras las derrotas británicas en las Guerras de los Bóeres en Sudáfrica a finales de siglo, las imágenes de Elizabeth Butler perdieron popularidad y pasaría sus últimos años junto a su familia, sobre todo después de enviudar en 1910 y fallecería en el Castillo de Gormanston, en Meath, Irlanda, en 1933 a los 87 años.