Éfeso fue una ciudad de gran importancia en la Antigüedad por su papel político, económico y religioso dentro del mundo grecorromano. Se distinguió por albergar el templo de Artemisa, una de las siete maravillas del mundo antiguo, y por su influencia en el comercio y en los primeros años del cristianismo.
Con el paso de los siglos, los terremotos, las invasiones y la progresiva colmatación de su puerto precipitaron su desaparición. Hoy su nombre evoca un pasado esplendoroso que, pese a la destrucción, sigue fascinando por la magnitud de sus restos. Con ello se ha abierto la posibilidad de reinterpretar su historia y devolverle presencia mediante herramientas tecnológicas.
La reconstrucción digital permitió volver a recorrer la ciudad en su apogeo
Un proyecto reciente ha permitido reconstruir virtualmente Éfeso mediante tecnologías de 3D, realidad extendida e inteligencia artificial. La iniciativa combina historia y modernidad para crear una experiencia inmersiva que transporta a los visitantes a los siglos II y III d.C., cuando la ciudad alcanzó su mayor desarrollo urbano y cultural. Gracias a un estudio exhaustivo de fuentes arqueológicas y arquitectónicas, los investigadores han devuelto forma y proporción a la antigua urbe.
El proceso de modelado comenzó con planos bidimensionales elaborados a partir de documentación arqueológica. Con programas de diseño tridimensional, los especialistas transformaron estos planos en modelos precisos que reproducen materiales, proporciones y soluciones constructivas propias de la época romana. Los edificios fueron luego integrados en un entorno topográfico coherente que refleja la disposición del paisaje antiguo, desde la línea costera hasta las colinas cercanas, logrando una imagen fiel de la ciudad en su contexto original.
Entre los monumentos reconstruidos destacan la Biblioteca de Celso, el Gran Teatro, la Puerta de Adriano y el Templo de Artemisa. En la Biblioteca se reprodujeron hasta las estatuas alegóricas que decoraban la fachada. El Gran Teatro, con un aforo de unos 24.000 espectadores, se muestra completo, con su graderío orientado hacia el puerto y la Vía Arcadiana. El Templo de Artemisa recupera su bosque de columnas jónicas y la composición escultórica que simbolizaba el poder efesio, mientras que otros espacios cívicos y religiosos se restituyen con su monumentalidad original.
El proyecto convirtió la antigua ciudad en un laboratorio virtual
Éfeso fue durante siglos una de las ciudades más destacadas de Asia Menor. Su posición estratégica y su papel como capital de la provincia romana de Asia la convirtieron en centro administrativo y comercial del Egeo oriental. También tuvo relevancia religiosa, tanto por el culto a Artemisa como por su presencia en la historia del cristianismo primitivo. Esa mezcla de influencias griegas y romanas conformó una identidad urbana singular, que ahora puede explorarse desde una nueva perspectiva tecnológica.
La recreación en 3D no se limita a reproducir estructuras arquitectónicas. Incluye simulaciones de iluminación, vegetación y materiales que reproducen las condiciones naturales de la época. El mármol, la piedra y el hormigón se ajustaron cromáticamente para reflejar su aspecto original. Además, se incorporaron avatares interactivos generados con inteligencia artificial que representan habitantes de la ciudad y proporcionan información histórica a los usuarios. Así, el recorrido se convierte en una experiencia educativa.
El estudio se publicó en la revista Athens Journal of Technology & Engineering y constituye un hito en la aplicación de herramientas digitales al conocimiento del mundo antiguo. Con este proyecto, Éfeso reaparece como una ciudad viva, resultado de más de 150 años de investigación arqueológica y del uso combinado de nuevas tecnologías. De ese modo, la urbe se transforma en un laboratorio virtual donde es posible entender cómo funcionaban sus espacios, su urbanismo y su vida cotidiana, integrando pasado y presente en un mismo entorno.