Muere Pedro Molina, el presidente de los ganaderos tinerfeños y uno de los máximos defensores de la vega lagunera
El presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife, de la Federación Canaria de Arrastre y de la Cooperativa del Campo La Candelaria, entidades todas con sede en La Laguna, falleció este sábado en la isla de Tenerife, según han confirmado fuentes de la Consejería de Agricultura. Molina nació en ese mismo municipio en 1959 y tenía 58 años. En julio pasado, había sido distinguido por el Cabildo como Hijo Ilustre de Tenerife y también era Hijo Predilecto de La Laguna.
El velatorio se celebrará en el salón de plenos del Ayuntamiento de La Laguna a partir de las 21.30 de este sábado, 20 de enero. El funeral será en la iglesia de la Concepción a las 13.30.
Molina, que se había convertido en los últimos tres decenios en uno de los principales dirigentes del campo canario, también ha sido uno de los máximos defensores de la conservación del suelo agrario en La Laguna y un luchador por el futuro del sector agrario en las islas, de manera especial de las actividades pecuarias.
La muerte de Molina se produce tras este lhaber luchado con fuerza y valentía contra un cáncer de páncreas que le fue diagnosticado a finales de 2014, como el mismo no tuvo reparo en decir en varias entrevistas concedidas a los medios de comunicación.
Hasta los últimos momentos de su vida, Molina no dejó de trabajar y de atender sus obligaciones. Prueba de ello es que hace nada se le veía con sus tractor por los caminos de La Laguna y en alguna que otra tertulia de radio local en la que habitualmente participaba.
En una entrevista concedida a La Opinión en abril de 2015, con firma de Laura Docampo, Molina reconoce que “en diciembre del año pasado su vida dio un vuelco. Repentinamente perdió el apetito y comenzó a bajar de peso muy rápido. Todas las analíticas le daban perfectas hasta que una ictericia hizo que acabara en Urgencias del Hospital Universitario de Canarias. El 30 de diciembre, a las cuatro de la madrugada, le dijeron que tenía un cáncer de páncreas. Lejos de hundirse, pensó entonces que 'había tenido la suerte de tener una vida muy intensa' y que aquello 'no era una tragedia”, dijo en ese artículo periodístico.
Amante de la cultura tradicional
Pedro Molina Ramos nació en 1959 en San Cristóbal de La Laguna, en el barrio de San Lázaro, donde ha vivido hasta la actualidad. Hijo y nieto de ganaderos, aprendió de ellos no solo el manejo de los animales, sino algo más importante: la significación social de la figura del ganadero, que es un facilitador de bienes para la sociedad y poseedor de un gran tesoro, tanto como la cultura tradicional ganadera.
A lo largo de su trayectoria profesional, había desempeñado numerosos cargos vinculados al mundo agrario y era presidente de la Sociedad Cooperativa del Campo La Candelaria, de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate), de la Federación de Arrastre Canario y de la Asociación de Criadores de la Raza Bovina Canaria, entre otras responsabilidades.
