5 ciudades europeas que puedes ver en un fin de semana

El puente de Carlos, en Praga

Marta Gastón

1. Praga

La capital de la República Checa atrae cada año a millones de turistas y no solo por la belleza de su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad desde el año 1992, también por la estratégica localización de sus principales puntos de interés, ubicados muy próximos entre sí. Praga es ideal para visitarla en un solo fin de semana; apenas dos días bastan para recorrer sus principales barrios: Hradčany (el distrito del castillo) y Malá Strana (Ciudad Pequeña), situados en la margen derecha del río Moldava; y Staré Město (Ciudad Veja), Nové Město (Ciudad Nueva) y Josefov (barrio judío) en la orilla izquierda. El enlace entre la Ciudad Vieja, que alberga el Ayuntamiento y su conocido reloj Astronómico, y la Ciudad Pequeña es el Puente de Carlos, una de sus principales atracciones turísticas.

2. Bruselas

Pese a tratarse de la capital del país y acoger las principales instituciones europeas, Bruselas no es una gran urbe, por lo que se antoja perfecta para realizar una escapada de fin de semana. 48 horas son suficientes para contemplar sus variados monumentos: La Grand Place, el Manneken Pis, uno de los símbolos de la ciudad, el enorme Palacio de Justicia, la Catedral de San Miguel y Santa Gúdela, o el Atomiun (el elemento más representativo de la Exposición Universal de 1958); así como para degustar algunos platos típicos de su gastronomía, como los gofres o las patatas fritas. La eficiencia del transporte público belga es clave, pues permite el rápido traslado por la ciudad.

3. Fráncfort

Las dimensiones de Fráncfort, quinta ciudad más grande de Alemania, la convierten en un destino ideal para realizar una excursión de dos días. Centro financiero europeo por excelencia, puede considerarse a Fráncfort como una metrópolis en miniatura que aúna tradición y modernidad. No en vano, alberga imponentes rascacielos que conformar su característico skyline, al mismo tiempo que aloja un pintoresco casco antiguo y edificios barrocos como la casa natal de Johann Wolfgang von Goethe. Un tour de dos horas andando, como este que propone la oficina de turismo de Fráncfort, es un buen método para conocer con rapidez sus principales puntos de interés.

4. Budapest

Considerada por muchos como una de las ciudades más bellas de Europa, Budapest es otro lugar recomendable para pasar un fin de semana. Su rico patrimonio histórico se levanta a orillas del Danubio, río que divide naturalmente en dos la ciudad: Buda, en la margen derecha, y Pest, en el lado izquierdo. En la primera, la parte alta de la ciudad, destaca su impresionante castillo y sus famosos baños de aguas termales; y en la segunda, entre otros, se encuentran el Parlamento, la Plaza de los Héroes y la Basílica de San Esteban. El puente de Széchenyi, también conocido como ‘puente de las cadenas’ conecta ambas mitades. Aunque parezca sorprendente, todo ello se puede contemplar en tan solo dos días.

5. Venecia

La ciudad de los canales por excelencia (con permiso de Amsterdam) no es un destino precisamente barato, pero sí adecuado para realizar una visita exprés. A poco más de dos horas de vuelo desde Madrid y a 1h y 45m desde Barcelona, Venecia, a pesar de contar con un amplio patrimonio histórico, se puede conocer a fondo en apenas 48 horas. Dos días son más que suficientes para recorrer este archipiélago, formado por 118 pequeñas islas unidas entre sí por 455 puentes. Cualquier época del año es buena para viajar a la capital de la región del Véneto, aunque durante el otoño y la primera es común toparse con el ‘acqua alta’, un fenómeno que produce la inundación de las zonas más bajas de la ciudad.

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