En el corazón de la comarca de la Campiña de Jaén se encuentra Arjonilla, un pueblo cuya historia se ha desarrollado a lo largo de siglos en un entorno marcado por suaves colinas y extensos olivares, que han condicionado tanto la vida de sus habitantes como las actividades económicas de la localidad. La ubicación de Arjonilla, cercana a la capital provincial, pero con un carácter claramente rural, ha permitido que conserve tradiciones y formas de vida vinculadas a la tierra.
La economía del municipio gira principalmente en torno a la producción agrícola, destacando la recolección de aceituna y la elaboración de aceite de oliva, actividades que constituyen la base de la actividad económica local. A estas labores se suma la alfarería, que mantiene una tradición artesanal con presencia en talleres que reproducen técnicas históricas y contribuyen a la identidad material del municipio. Estas actividades reflejan la manera en que el territorio y sus recursos han definido la vida cotidiana y la cultura productiva de Arjonilla.
Más allá de su economía, la localidad ha sido testigo de un desarrollo histórico que se refleja en su urbanismo y en la continuidad de construcciones a lo largo de los siglos. La historia de Arjonilla combina episodios medievales, transformaciones en la época moderna y la preservación de tradiciones culturales que hoy permiten apreciar el equilibrio entre su patrimonio, la vida rural y la actividad productiva de la comunidad. Recientemente, el municipio ha sido reconocido como Nuevo Pueblo Mágico de España 2026, distinción que resalta su valor histórico, arquitectónico y cultural dentro del panorama turístico nacional y que aporta una nueva proyección a su identidad patrimonial.
Patrimonio histórico y arquitectónico de Arjonilla
El patrimonio histórico de Arjonilla tiene como punto central el Castillo del Trovador Macías. Su torre del homenaje, la sección más antigua de la fortificación, conserva la memoria de hechos históricos que marcaron la localidad, incluido el encarcelamiento y la muerte de Macías el Enamorado, cuya historia ha perdurado como parte del imaginario local. Declarado Bien de Interés Cultural en 1985 e integrado en 2005 en la Ruta de los Castillos y las Batallas, el castillo es uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura defensiva medieval en la campiña jiennense.
El entorno del castillo refleja la evolución arquitectónica del municipio a lo largo de los siglos. La Iglesia de la Encarnación, ubicada en la plaza homónima, comenzó a construirse a principios del siglo XVI siguiendo la tradición gótica y mantiene elementos originales que muestran la continuidad de estilos a lo largo del tiempo. La Casa del Juzgado, con su fachada de sillería de 1617 y detalles manieristas, evidencia la organización administrativa y el poder civil en el periodo moderno, mientras que el Palacio del Marqués de la Merced, de finales del siglo XVII, alberga colecciones museográficas y piezas de cerámica histórica que documentan la actividad cultural y artística del municipio.
Las ermitas completan el panorama del patrimonio religioso, con construcciones como la de Jesús, la de San Roque y la de la Soledad, esta última la más antigua conservada en la localidad. Levantada entre los siglos XVI y XVII y remodelada en 1992, la Ermita de la Soledad permite observar la continuidad de la vida religiosa y comunitaria a lo largo de los siglos. En conjunto, los edificios y fortificaciones de Arjonilla ilustran la relación entre historia, arquitectura y tradición, mostrando un recorrido coherente desde la fortaleza medieval hasta las construcciones civiles y religiosas de los siglos XVI y XVII.