En el municipio andaluz de Priego de Córdoba, se encuentra un conjunto monumental que ha sido comparado en medios de comunicación con la Fontana di Trevi de Roma. Se trata de la Fuente del Rey, una construcción barroca y neoclásica reconocida como Bien de Interés Cultural desde 1984. Situada en una zona ajardinada del núcleo urbano, forma parte del sistema hidráulico histórico de la localidad, que cuenta con varios manantiales y fuentes.
La fuente fue levantada a lo largo de varias fases, entre los siglos XVI y XIX. Está formada por tres estanques escalonados conectados entre sí y presenta 139 caños por los que fluye el agua procedente de un venero subterráneo.
A lo largo de su estructura se disponen numerosas esculturas y mascarones de piedra, con figuras humanas y animales. En la parte final del conjunto se encuentra un grupo escultórico con Neptuno y Anfítrite sobre un carro tirado por caballos.
Con una población que supera los 20.000 habitantes, Priego de Córdoba es conocido por su legado barroco, la presencia de manantiales y una configuración urbana marcada por siglos de transformación. Estas características han motivado su denominación como “la ciudad del agua”.
En ese contexto se sitúa la Fuente del Rey, que comparte con su homóloga romana no solo elementos ornamentales, sino también una costumbre presente en ambas: lanzar monedas al agua de espaldas como gesto asociado a los deseos.
La Fuente del Rey está conectada con la Fuente de la Salud, una construcción renacentista del siglo XVI que incluye una hornacina con la imagen de la Virgen, ubicada en un muro de sillería almohadillada. Ambas forman un conjunto urbano continuo, comparten el mismo manantial y han cumplido históricamente una doble función: suministrar agua a la población y servir como elemento ornamental dentro del espacio público.
Un proyecto desarrollado durante tres siglos
Los primeros trabajos relacionados con la captación de agua en la zona datan del siglo XVI. La fuente comenzó a configurarse entonces como parte de una infraestructura destinada a distribuir el agua procedente del manantial. Durante el siglo XVIII se realizaron nuevas intervenciones, y a comienzos del XIX se incorporaron los elementos que conforman el aspecto actual del conjunto. El diseño definitivo se atribuye al maestro local Remigio del Mármol.
La fuente está estructurada en tres estanques de planta irregular, dispuestos en diferentes niveles. El agua fluye desde el superior hasta el inferior a través de varios canales y saltos, distribuyéndose por los 139 surtidores esculpidos en piedra.
Algunos de los mascarones representan rostros humanos, mientras que otros adoptan formas zoomorfas. Estas esculturas se integran en los brocales de los estanques y muestran un tratamiento expresivo propio del barroco.
En el primer estanque destaca una escultura de un león enfrentándose a una serpiente. Este grupo, atribuido a José Álvarez Cubero, introduce una escena de tensión en contraste con el conjunto final del tercer estanque, donde se encuentra el grupo de Neptuno y Anfítrite. Estas figuras mitológicas, representadas en actitud triunfal sobre un carro, remiten a modelos clásicos y refuerzan la iconografía ligada al agua y al mar.
Desde su declaración como Bien de Interés Cultural, la fuente ha sido objeto de tareas de mantenimiento y conservación. El entorno ajardinado en el que se encuentra permite su uso como espacio público de paseo y descanso. Su proximidad al centro histórico facilita la visita conjunta con otros elementos patrimoniales de la localidad.
Otros puntos de interés en el municipio
Además del conjunto formado por la Fuente del Rey y la Fuente de la Salud, el municipio cuenta con otros elementos patrimoniales de interés. Uno de los más destacados es el Barrio de la Villa, núcleo originario de la localidad, que conserva un trazado medieval de calles estrechas y fachadas encaladas. En esta zona se encuentran la iglesia de la Asunción, exponente del barroco cordobés, y el mirador del Adarve, un paseo construido sobre la antigua muralla con vistas a la vega del río.
Otro punto relevante es el castillo de Priego. Aunque ha sido objeto de reformas a lo largo del tiempo, conserva parte de su estructura defensiva y una torre del homenaje de planta cuadrada. En las inmediaciones también se localiza el antiguo convento de San Francisco, cuya iglesia alberga un camarín decorado con yeserías y una cúpula de planta octogonal.
Priego de Córdoba ofrece un conjunto patrimonial que integra elementos históricos, culturales y naturales. La conservación de sus fuentes y la diversidad de su arquitectura, junto con la presencia de espacios museísticos y rutas señalizadas, configuran una oferta amplia para quienes buscan conocer tanto el legado urbano como el entorno rural.