Acoso escolar: no es un juego de niños

Con el auge de las redes sociales, el Bullying se ha extendido más allá de las fronteras del colegio.

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife —

El pasado 2 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra el acoso escolar conocido también como Día contra el Bullying, en un país como España en el que, según datos del Ministerio de Educación, los casos de violencia escolar afectan al 4 % del alumnado.

El I Estudio sobre bullying según los afectados elaborado por la Fundación ANAR (Ayuda a niños y adolescentes en riesgo) y la Fundación Mutua Madrileña afirma que el 70% de los menores que sufre acoso escolar lo padece a diario y en más del 40% de los casos desde hace más de un año. Y si esa cifra es alarmante, lo es también el hecho de que tres de cada diez de estos niños lo ocultan por miedo o para no preocupar a sus padres.

Estadísticamente, y según este estudio, lo sufren ligeramente por encima las chicas (51%) sobre los chicos (49%) de entre 11 y 13 años, aunque se alerta de que niños a partir de los siete años ya comienzan a sufrir acoso.

426 llamadas en cuatro años

Canarias se jacta de ser la única comunidad autónoma que dispone de un servicio específico de atención al acoso escolar que cuenta con un equipo de psicólogos que atiende las llamadas al 800 007 368, lo que ha permitido al servicio de prevención y ayuda contra el acoso escolar del Gobierno canario intervenir de 2012 a 2015 en 184 casos de las 426 llamadas recibidas.

Algo que no pasa a nivel nacional, pues el propio ministro Íñigo Méndez de Vigo ha reconocido que se va a retrasar la puesta en marcha del teléfono contra esta lacra porque ha habido un recurso a la convocatoria del mismo, pero que estará listo para el próximo curso.

El servicio de prevención canario ha sido lo que, probablemente, haya llevado a la consejera de Educación, Soledad Monzón, ha asegurar en el último pleno parlamentario que la incidencia del acoso “no va en aumento; lleva tres cursos estabilizada”, no descartando que “es posible que se pueda reducir en los próximos años”.

Aunque la sociedad se ha concienciado de la peligrosidad de este fenómeno tras comprobar que en varias ocasiones puede concluir en el suicidio, no es menos cierto que, hasta hace poco, y como ha sucedido con la violencia de género, ha sido una lacra que se ha mantenido oculta por entender que era algo normal, que las peleas en los centros escolares, las novatadas y el meterse con el empollón o el chivo expiatorio era algo consustancial con la vida escolar.

Y es cierto, pero ahora agravado porque, como dijo la diputada socialista Ana González en sede parlamentaria, el acoso “muchos niños se lo llevan a casa en sus mochilas” debido a las redes sociales y a los teléfonos móviles, por lo que el problema ya se extiende más allá de las fronteras de los colegios.

Siete de cada diez son niñas

Precisamente, la última encuesta publicada por la ONG Save the Children realizada a 21.500 estudiantes españoles de la ESO entre los 12 y 16 años, refleja que Canarias se encuentra como la séptima comunidad española con mayor porcentaje de adolescentes que sufren ciberacoso y que son las niñas (66,7%) las que más problemas encuentran a través de las redes sociales, internet o el móvil, frente a los niños (33,3%).

Y una buena fórmula para atajar este problema podría ser implantar el programa finlandés KiVa, que cuenta con libros de texto, audiovisuales, juegos de ordenador y on line, que ya funciona en algunos colegios de Italia, Holanda, Gran Bretaña y otros países europeos, pero que en España solamente se ha implantado en Euskadi.

KiVa, que se implantó en 2009 en Finlandia y se ha demostrado como un sistema eficaz, enseña a los alumnos a detectar y reconocer los casos que puedan darse en su entorno y a romper la impunidad de los acosadores, y sus promotores aseguran que a partir de un año de aplicación los casos se reducen a la mitad.

De momento, en Canarias la única iniciativa política que se está promoviendo viene de la mano del Grupo Parlamentario Popular, que ha presentado una proposición no de ley en la Cámara regional para que, dentro de una batería más amplia de actuaciones contra todo tipo de ciberacoso, el Ejecutivo regional “elabore conjuntamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado un Plan de Prevención del Ciberacoso y Promoción de la Navegación Segura en Centros Escolares”.

Asimismo, los conservadores creen que la Consejería de Educación y Universidades debe llevar a cabo “un proceso de divulgación pedagógica en centros escolares (públicos y privados) donde profesores/as, Ampas y otros agentes educativos reciban una formación específica para combatir la violencia telemática dentro y fuera del aula”.

Redes seguras

Una iniciativa con la que se quiere “combatir eficazmente estos casos de delincuencia en las redes sociales” practicados no solo contra los menores, sino contra “famosos, cantantes, políticos, futbolistas y personajes públicos en general”, con el fin de acabar con los “casos de vejaciones, insultos graves, amenazas y coerción, a la que han sido sometidos cualquier hombre, mujer o niño/a”.

En definitiva, una iniciativa global para conseguir unas “redes seguras” para todos, con mención específica al ciberacoso escolar pero no únicamente destinado a combatir y erradicar el mismo, pese a que la iniciativa reconoce que “hay padres y madres impotentes y niños/as indefensos/as cuando existen medios para evitarlo. Por eso, hay que ponerlos al alcance de la ciudadanía”.

Lo que está claro, como sucede con la violencia de género, es que es necesario reeducar a toda la sociedad. Implicar no solo a los menores, sino a sus padres, y a todos los niveles de las administraciones públicas porque el acoso no es un juego de niños.

Más allá del acoso

La Institución del Justicia de Aragón, el equivalente al Diputado del Común, sugiere intervenir en tres ámbitos: la prevención (formación de profesores, conserjes y monitores de comedor para detectar indicios), la actuación directa (con el agresor, la víctima y sus respectivas familias, y el conjunto de la clase con el fin de evitar el ambiente de apoyo y aprobación hacia este tipo de intimidación e inculcar que el silencio no es una opción) y el seguimiento a posteriori de las medidas aplicadas para evaluar su eficacia.

Otra iniciativa está en marcha desde el 4 de mayo, pues la Policía española y Google han fichado a 360 adolescentes de 14 años para enseñar a los más pequeños que el mundo virtual ofrece, además de enormes posibilidades, innumerables riesgos y delitos que van más allá del acoso escolar, como el sexting (chantaje entre ex parejas adolescentes con el envío de imágenes íntimas) o el grooming (ciberacoso de un adulto para obtener imágenes sexuales).

Como queda demostrado, solo todos juntos podremos frenar y solucionar esta nueva lacra social que tiene en los menores a sus principales víctimas.

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