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Takbar Haddi: La lucha de la triste recompensa

Takbar Haddi: La lucha de la triste recompensa

Gara Santana

Las Palmas de Gran Canaria —

Cuarenta años después de que España se desentendiera del Sahara Occidental lo único que pide Takbar Haddi es poder ver el cadáver de su hijo, que murió en extrañas circunstancias en una comisaría de Marruecos el pasado 8 de febrero. Takbar desea que su hijo sea la última víctima de la violencia y la desidia del gobierno marroquí y que por primera vez en la historia de este conflicto España se posicione de una vez por todas a favor de los derechos humanos.

Cuando el joven que muere no es blanco

Se llamaba Mohamed Lamin Haidala y tenía tan solo 20 años cuando murió tras ser atacado por cinco colonos marroquíes que le dejaron gravemente herido. Posteriormente fue trasladado a la jefatura policial marroquí donde quedó detenido. Una semana después de la paliza que recibió, murió por “complicaciones de las heridas a nivel de la faringe”, según reveló la autopsia oficial. A la familia no le convence esta versión de los hechos y pide que se abra una nueva investigación esta vez independiente. Para ello y con la campaña de presión mediática que inició Takbar Haddi con su huelga de hambre y recogiendo firmas para su causa, hoy se ha plantado firme y segura delante de la Delegación del Gobierno en Las Palmas de Gran Canaria y con el apoyo de la Asociación Pro Derechos Humanos de España ha enviado una carta con un mensaje claro al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy. La misiva no solo se hace eco de las demandas de Takbar sino que hace su causa extensible a la de todo el pueblo saharaui que vive oprimido y arrinconado en los territorios ocupados del Sahara Occidental.

La lucha de “la madre coraje saharaui”

Así la llaman quienes la conocen. Esta mujer de 42 años decía hoy a los medios con una entereza sobrehumana que se conforma “con ver los huesos” de su hijo Mohamed. Hay algo básico en la justicia, incluso la no escrita que es tan antiguo como nuestra historia de la Humanidad y se repite en todas las culturas y es el derecho a saber donde aguardan nuestros muertos y donde poder llorarles. Desde aquel pasaje de La Ilíada donde el Rey Priamo le rogara a Aquiles que le devolviera el cadáver de su hijo, el gesto de devolvérselo no sólo honró a Aquiles sino que fue el único motivo por el que un rey se humilló ante un guerrero. No se trata de algo baladí lo que pide esta madre.No está reclamando nada que no sea básico y justo. De hecho es una lucha tan triste que si logra su objetivo se sentirá peor aun pues se confirmará su pesadilla: ya nunca más verá reír a Mohamed.

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