Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Gabriela Ybarra: “Desde luego, amnistía no”

Gabriela Ybarra: "Desde luego, amnistía no"

EFE

Nueva Delhi —

Cuando engendraba su debut literario, en el que narra el asesinato de su abuelo a manos de ETA, la autora española Gabriela Ybarra descubrió que los etarras también tienen “hambre y sueño” e incluso comprende a quienes piden su vuelta a casa, pero una cosa la tiene clara: “desde luego, amnistía no”.

Ya con una segunda obra entre manos, la joven se encuentra en la India para participar en un evento del Instituto Cervantes, donde confiesa a Efe su sorpresa al descubrir que el tema central de su libro El Comensal, la muerte, también es “traumática” en este país que por “ignorancia” Occidente asocia con el buen morir budista.

“No he visto que tengan una relación tan tranquila con la muerte o tan natural”, afirmó, al destacar que, sin embargo, el tema es en la India “menos tabú”.

Mientras que en España le suelen preguntar sobre política, en Nueva Delhi la gente se interesa “muchísimo” por cómo enfrentarse a la muerte. “A veces hasta llorando” le preguntan sobre ello, cuenta sorprendida la escritora.

En su obra autobiográfica de 2015, Ybarra desgrana el fallecimiento de su madre de un cáncer y el asesinato de su abuelo, el empresario y político vasco Javier de Ybarra Bergé, seis años antes de nacer ella.

Quizás la politización de ese último evento sea inevitable para el lector, pero la autora insiste en que ella no es ninguna “experta en terrorismo” y, al contrario de lo que se piensa, no tiene “la respuesta para resolver el problema de convivencia en el País Vasco”.

“A mí me preguntas el año en el que se fundó ETA y a lo mejor no me lo sé. Yo soy una experta en mi experiencia”, defendió.

Es más, no fue hasta que comenzó a escribir El Comensal que se dio cuenta de que siempre se había relacionado con el terrorismo como si se tratase de una “ficción”.

“En mi cabeza había metido a los etarras y a las amenazas en el mismo cajón en el que podía haber metido a los libros o a las películas”, explicó.

Detalla que se crió en un barrio sin vínculos con la izquierda abertxale y, aún rodeada de amenazas, sin enfrentarse “directamente” a ninguna de aquellas llamadas “extrañas”, pintadas o paquetes bomba contra su familia.

Nunca la insultaron ni conoció a nadie próximo a la banda.

Por ello, cuando escribiendo su obra comenzó a investigar, la invadió la “perpejlidad” al descubrir que los etarras son personas con “cara, padre, madre, hambre y sueño”.

En este punto de su vida, considera “normal” que los familiares de los antiguos miembros de ETA “los quieran de vuelta a casa” y ve como “algo muy valiente” el reconocimiento público de los errores que han hecho algunos de ellos.

“Pero aún así el muerto sigue ahí”, añade sin pestañear.

A su juicio, la amnistía no es una opción, ya que “ellos sabían lo que estaban haciendo y sabían que si pones una bomba y matas a una persona vas a la cárcel”.

A Ybarra le abruma pensar lo que debe ser asimilar “que has destrozado la vida de un montón de gente”. “Es un peso que si lo asumes yo creo que te suicidas”, apunta.

Tras la buena acogida de su primera obra, la joven ya prepara otro libro. Adelanta que, al igual que El Comensal, será una “especie de investigación” y si bien personal, tendrá menos de autobiográfico.

Autora “lentísima” con la tecla y convencida de que “las prisas no son buenas”, Ybarra prefiere no ponerle fecha a la publicación por el momento.

Y es que esta profesional de la mercadotecnia no se plantea dedicarse a la literatura a tiempo completo. “Si pudiera pagar las facturas de mi casa con ello...”, comenta entre risas.

Aunque en su caso fue “muy fácil” publicar, lamenta la escasez de editoriales españolas que apuesten “por nuevas voces” debido, en su opinión, al riesgo económico que conlleva.

Pero el panorama en casa no la amedrenta y la escritora novel tiene claro que, al menos por ahora, no va a dejar la pluma.

“Una vez que experimenté lo que es mi vida escribiendo -dice-, creo que no seré capaz de dejar de hacerlo, porque creo que es parte de quien yo soy”.

Etiquetas
stats