Homenaje del Arqueológico a Carlos III, el rey que prestigió lo científico

Pocos reinados en España tuvieron la trascendencia del de Carlos III, el monarca ilustrado que dio una concepción global a la política exterior e inauguró el prestigio de lo científico para los gobernantes, un rey al que el Museo Arqueológico Nacional (MAN) rinde homenaje con una gran exposición.

Un centenar de piezas procedentes de casi 40 instituciones españolas y extranjeras integran esta exposición organizada por Acción Cultural Española y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que se inaugurará el próximo viernes en Madrid.

Una exposición comisariada por Miguel Luque Talaván, profesor de Historia de la Universidad Complutense, quien ha destacado en su presentación que el de Carlos III fue “uno de los grandes reinados de la era moderna y el inicio de la época contemporánea en España”.

La muestra “Carlos III: proyección exterior y científica de un reinado ilustrado” forma parte de los actos conmemorativos organizados por el tercer centenario del nacimiento de este monarca (1716-1788), cuya llegada al trono de España en 1759 supuso la definitiva entrada de las ideas de la Ilustración.

Obras de grandes pintores del XVIII que actuaron como cronistas de la época, como Jean Ranc, Jacopo Amigoni, Giuseppe Bonito, Anton Rafael Mengs o Francisco de Goya, pueden contemplarse en las salas del MAN junto a instrumentos científicos y cartografía de la época.

Todas las piezas han sido expuestas en vitrinas individuales para resaltar “que son joyas y que como tales hay que presentarlas”, ha indicado el comisario.

La muestra presenta en su inicio al rey en su entorno familiar y su etapa italiana, donde se formó como gobernante como rey de Nápoles hasta que la muerte de Fernando VI sin hijos que le sucedieran le convirtió en rey de España.

De esta etapa pueden verse en la exposición importantes lienzos como “El infante Don Carlos parte para Italia”, de Jacopo Amigoni, o el retrato del rey pintado por Giuseppe Bonito, así como restos arqueológicos como la “Caja de Herculano” ya que durante su etapa como rey de Nápoles promovió las excavaciones de Pompeya, Herculano y Estabia.

La política de Carlos III respecto al continente americano fue “fundamental”, ha explicado el comisario, que ha recordado que el monarca trataba todos los territorios de una forma integrada y global, pues comprendió que de la estabilidad de esos territorios americanos dependía la de todos sus reinos.

La exposición dedica también un capítulo a la proyección internacional de la monarquía española en escenarios como Francia, el Mediterráneo, Europa oriental o el territorio británico de las Trece Colonias, hoy Estados Unidos.

Originales del Tratado definitivo de paz entre España e Inglaterra, que puso fin a la Guerra de los Siete Años de 1763; el tratado de paz que reconoció la independencia de Estados Unidos, firmado en 1783 entre el conde de Aranda y el ministro de Manchester, o una carta de Benjamin Franklin al infante Don Gabriel de 1775 son algunos de los documentos de la exposición.

La muestra relata también la forma en la que Carlos III promovió la ciencia y la cultura: durante su reinado se creó el Real Jardín Botánico en Madrid para estudiar la flora y la fauna de América y se promovieron expediciones al continente americano y a puntos del Pacífico como la Polinesia.

También creó un parque zoológico en los jardines del Palacio del Buen Retiro del que la muestra recoge el óleo “Osa hormiguera”, un anónimo de 1776 que representa a uno de los ejemplares de fauna americana que llegaron a Madrid.

Continuando con la labor iniciada en Nápoles, promovió las investigaciones en la ciudad maya de Palenque y durante su reinado nació el Real Gabinete de Historia Natural.

Según Miguel Luque, Carlos III fue “consciente de que el servicio a la Nación no pasa solo por la milicia o la economía, sino que también la cultura es una forma de hacer Nación”.