El Museo Picasso muestra los “156 grabados” hechos de octubre 1968 a marzo 1972

El Museo Picasso de Barcelona muestra la colección “156 grabados”, la última serie que el artista hizo entre octubre de 1968 y marzo de 1972, editados por la Galerie Louise Leiris, que están llenos de referencias a los clásicos como Rembrandt, Velázquez, Goya, Ingres, Delacroix y, sobre todo, Degas.

Entre 1963 y 1972, Picasso retornó al grabado calcográfico o grabado en metal, y trabajó con los hermanos impresores Piero y Aldo Crommelynck, y el resultado de esta colaboración fueron, entre otros, las dos grandes series del último Picasso grabador, una formada por 347 grabados y la de 156 grabados, según ha explicado la conservadora de la obra gráfica del Museo y comisaria de la muestra, Claustre Rafart.

Rafart ha destacado que los “156 grabados” están colgados siguiendo el número de planchas de la primera exposición que se hizo en febrero de 1973 en París, en vida de Picasso, en las que el pintor rinde un particular homenaje a Degas con la serie de estampas dedicadas al cuento La Maison Tellier de Guy de Maupassant.

En las estampas de la colección, que se puede visitar hasta el 4 de septiembre, se representa un mundo aparentemente ocioso, divertido y alegre, en el que subyacen la melancolía del deseo frustrado y la virilidad perdida, según la comisaria.

El conjunto de los grabados que se exponen de la colección “156 grabados”, y que en realidad son 155, es propiedad del Museo Picasso de Barcelona. Falta el número 7, del que sólo se tiraron tres ejemplares porque la plancha se perdió.

Sin embargo, esta colección es la única que cuenta con cuatro grabados de artista firmados por el propio Picasso, que son las pruebas que le dedicó a su amigo Jaume Sabartés.

Actualmente, según ha explicado a Efe el director del Museo, Bernardo Laniado-Romero, en todo el mundo sólo hay tres colecciones completas de los “156 grabados”, que son propiedad del Museo Picasso de París, de un coleccionista particular, y de Bancaja.

Los grabados que integran esta serie continúan el espíritu desenfrenado de abordar el erotismo pujante de la serie anterior, que se conoce como la de “los 347 grabados”, que se hicieron entre el 16 de marzo y el 5 de octubre de 1968, y que están protagonizadas por un gran número de personajes.

La colección temporal que se ha colgado hoy empieza con dos grabados que representan a la familia de Piero Crommelynck, con su mujer e hijos; y al viejo pintor con la vieja modelo, que es la que nos introduce en la obras, “que son autobiográficas, como toda su obra”, según la comisaria.

Entre los grabados destacan el titulado “Autorretrato desdoblado”, en el que aparecen su padre, una mujer, un calco del capricho de Goya número 75, un hércules y una de la señoritas D'Avignon, y que es un referente a toda su obra.

Otro de los grabados más importante es “Variaciones sobre Ecce Homo de Rembrandt”, que es una aguantina, aguafuerte rascado y punta seca sobre cobre, estampado sobre papel vitela Rives, y que para Rafart es una de las más preciosas de la serie.

Todo el conjunto de la serie “156 grabados”, ha destacado la comisaria, fue una donación que los herederos del pintor hicieron en 1980 al Museo Picasso de Barcelona a través de la galería Louise Leiris de París.

Actualmente, el Museo Picasso de Barcelona es propietario de una de las colecciones más importantes del mundo de obra gráfica del artista, con más de 1.600 grabados.