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Viggo Mortensen contribuye a rescatar del olvido al etnógrafo Max Schmidt

Viggo Mortensen contribuye a rescatar del olvido al etnógrafo Max Schmidt

EFE

Barcelona —

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Conocido por sus papeles en “El Señor de los Anillos” y en la película “Promesas del Este”, el actor Viggo Mortensen ha mostrado hoy en Barcelona su faceta de mecenas de proyectos culturales en la presentación de “Hijos de la selva”, un libro con el que rescata del olvido al etnógrafo alemán Max Schmidt.

Mortensen ha recordado que desde 2002 está al frente de Perceval Press, una particular editorial en la que publica lo que “normalmente no se publicaría”, libros singulares, que, además, le permiten aprender mientras realiza el proceso de edición.

En el caso de su último título, y de la mano de los antropólogos argentinos Federico Bossert y Diego Villar, rescata el excepcional trabajo de campo de Max Schmidt (1873-1950), un pionero, prototipo de antihéroe, que entre 1900 y 1940 documentó las vidas de los habitantes de la región brasileña del Mato Grosso y del Gran Chaco de Paraguay, donde residió tras abandonar Alemania en 1929.

Mortensen ha comentado que el proceso de elaboración del volumen comportó viajar hasta el Museo Etnográfico Andrés Barbero de Paraguay, donde se conservan en placas de vidrio las fotografías ahora reproducidas del alemán.

El actor ha relatado que las placas de vidrio escogidas para el libro fueron transportadas hasta los Estados Unidos para ser fotografiadas con la máxima resolución digital posible por parte de Hugh Milstein en California. “Envolví las placas de vidrio en trapos y me las quedé así como si fuera un bebé en el avión”, ha dicho moviendo los brazos.

Tras pasar horas mirando esas fotografías, en las que tanto se ve a dos muchachos de los “umotinas” en una plantación como al propio Schmidt con un grupo de militares paraguayos entre los “isoseños”, llegó a la conclusión de que “había interés científico, académico y artístico”. “Son unas fotografías increíbles, unos retratos hermosos”, ha apostillado.

A pesar de que Schmidt acabó en Paraguay solo, enfermo de lepra y sin que se conserven muchos de sus manuscritos y objetos, porque fueron quemados ante la creencia de que podían transmitir la enfermedad, Mortensen ha defendido que murió en un “ambiente de paz y aceptación”. “Parecía feliz, me da un poco de envidia la sencillez del final”, ha comentado.

“Hijos de la Selva”, una edición bilingüe en español y en inglés, cuenta con los textos de Federico Bossert y Diego Villar, quienes hoy han resaltado el trabajo llevado a cabo por Schmidt a lo largo de su vida, a pesar de quedar relegado por la academia, “quizá por haber acabado viviendo en Paraguay, por razón de su temperamento, y por ser la antítesis de otros etnógrafos”.

En este punto, Villar ha explicado que fue un alemán “flaco, enfermo, al que todo le salió mal, un prototipo de antihéroe, fracasado, y, sin embargo, realizó un trabajo de campo fundamental”.

Perforado por mosquitos, arañas e incluso mordido por alguna que otra piraña, Schmidt, tal como se cuenta en el libro, muestra las “condiciones de vida del Mato Grosso y del Chaco, así como las transformaciones que sufrieron a lo largo de los años”.

Bossert ha indicado que siempre tuvo claro que “la colonización occidental era inexorable y destruía la variedad cultural” y, por tanto, se debía ir a los rincones más recónditos, para conocer lo que allí ocurría, aunque “eso no implicaba que idealizara la vida indígena”.

En sus imágenes, ha proseguido, no sólo se ven planos estáticos de las gentes de las culturas que conoció, sino que se plasma la historia de su evolución.

Viggo Mortensen no se ve realizando un filme e interpretando al personaje de Max Schmidt, pero sí ha reconocido que todo lo que le ocurrió a este hombre es “de película” y ha avanzado que le regaló el libro al director argentino Lisandro Alonso, quien está pensando en “hacer un cuento loco”.

El actor, por otra parte, ha aseverado que el libro tendrá su continuación con otro volumen centrado en Branislava Susnik, quien heredó el puesto de Schmidt en el Museo de Asunción (Paraguay) y continuó con la sistematización de las fotografías.

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