La operación salida de vacaciones en Francia causa 300 kilómetros de atascos

La primera gran operación de salida de vacaciones en Francia este fin de semana generó hoy cerca de 300 kilómetros de atascos en las carreteras, en una jornada marcada por la oleada de calor que mantenía en alerta naranja prácticamente la mitad del país.

El pico de la congestión se alcanzó alrededor de mediodía, cuando se contabilizaron en torno a 60 kilómetros de retenciones en la región de París y más de 230 kilómetros en el resto de Francia, según el organismo de información sobre el tráfico Bisón Futé.

La situación mejoró conforme avanzaba la tarde y, poco antes de las 15.00 locales (13.00 GMT) los atascos se habían reducido a 29 kilómetros en la región de la capital y un centenar de kilómetros suplementarios en el resto del país.

Bisón Futé había advertido de que el nivel de dificultad para circular sería rojo tanto en Ile-de-France como en el Valle del Ródano.

Las principales dificultades a primera hora de la tarde se situaban en la Autopista A7 en torno a la ciudad de Valence; en la A75 al norte de Montpellier; en la A63 que conecta Burdeos con la frontera española a la altura de Mios; o en la A10 a la entrada de Burdeos.

En el valle del Ródano, ante el tráfico denso se pusieron en marcha medidas para rebajar el límite máximo de velocidad (de 130 kilómetros por hora a 110 ó a 90 kilómetros por hora) antes de que se formen nuevos atascos.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, indicó hoy que en junio el número de muertos en carretera disminuyó un 5 % respecto al mismo mes del pasado año, lo que representó 15 decesos menos, aunque la tendencia de la siniestralidad en el conjunto del primer semestre fue alcista.

Cazeneuve, que se desplazó hasta el peaje de Fleury en Bière, al sur de París, para observar la marcha de la operación salida, indicó que la tendencia anual es a un incremento de la mortalidad en la carretera del 1,5 %, frente a la subida del 3,5 % constatada en 2014.

La Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) había estimado, por su parte, que este fin de semana pasarían por las estaciones de París alrededor de 1,5 millones de pasajeros.

En cuanto a la ola de calor, Météo France mantenía esta tarde 38 del centenar de departamentos de Francia en vigilancia naranja por las altas temperaturas y, en algunos casos, el riesgo de tormentas.

El calor era particularmente intenso en todo el noreste y el centro-este de Francia, y así se esperaban máximas en torno a los 38 grados en ciudades como Estrasburgo y Lyon.