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Las grullas se erigen, un año más, en el símbolo de la Europa sin fronteras

Grullas

Jero Díaz (Efe)

Extremadura recibe estos días, como es habitual cada año con la llegada del frío, a unas 120.000 grullas que pasan el invierno refugiadas en sus humedales y dehesas tras recorrer miles de kilómetros desde el norte del continente europeo, en un vuelo que es el símbolo de la Europa sin fronteras.

El acto de bienvenida a estas bandadas de aves, con sus característicos vuelos en forma de “V” y su poderoso trompeteo, se celebra este fin de semana en el Parque Periurbano “Dehesa de Moheda Alta”, en la localidad pacense de Navalvillar de Pela. Allí se ha organizado la VII edición del Festival de las Grullas, con actividades culturales, deportivas y medioambientales.

Extremadura es la principal área de invernada para las grullas comunes europeas que realizan la migración siguiendo la ruta occidental, por lo que los humedales y dehesas extremeñas acogen en los meses de más frío a más de la mitad de esta población de aves que llega a España, según ha dicho a Efe el portavoz en la región de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), Marcelino Cardalliaguet.

“Grullas en el cielo, carbón en el brasero”, reza el refranero popular para indicar que con la llegada de estas aves a España comienza el frío y que explicaría la impresión que tiene Cardalliaguet del hecho de que este año se están retrasando las bandadas y que son más pequeñas que otros otoños, ya que las condiciones meteorológicas en el norte de Europa aún no han sido muy duras.

Por eso han tardado más en emprender su largo viaje desde el norte de Europa, desde las taigas y tundras de Polonia o Suecia, y están recalando durante más tiempo en países como Francia hasta su destino final de invierno en Extremadura.

Aquí es donde encuentran la reserva fundamental de alimento en los meses más duros de frío que es la bellota, después de aprovechar los rastrojos de cultivo que van quedando en el campo tras las recolecciones del otoño, en el caso de Extremadura los de arroz y maíz en los regadíos de las Vegas del Guadiana.

Por ello, Cardalliaguet ha insistido en pedir que no se quemen estos rastrojos, una práctica tradicional que, tal y como ha recordado, está prohibida por la Política Agraria Común (PAC) salvo que sea por motivos sanitarios, ya que los restos de cultivo enriquecen el suelo y suponen un recurso importante para las aves migratorias.

Recurso turístico

El espectáculo de las grullas no termina con su largo viaje sino que continúa durante todo el invierno en Extremadura, ya que las bandadas se desplazan diariamente desde las dehesas hacia las zonas de concentración nocturna (dormideros) que son los grandes embalses de la región.

Por ello, la Comunidad extremeña, considerada en toda Europa como un paraíso para el turismo ornitológico, suma en estas fechas un nuevo recurso que permite romper la estacionalidad y conseguir que algunas de las pequeñas empresas que han surgido en este segmento turístico de naturaleza puedan extender su actividad durante más tiempo y mantenerse a lo largo de todo el año.

Marcelino Cardalliaguet ha explicado que las grullas son unas aves muy queridas en el norte de Europa, sobre todo para escandinavos o finlandeses, “como aquí las cigüeñas”, y ha recordado que allí es habitual desde hace muchos años organizar festivales de despedida a las grullas, en los lugares donde se concentran estas aves durante varias semanas antes de iniciar su largo vuelo hasta las tierras del sur.

Según el portavoz de la SEO-BirdLife, las empresas que están surgiendo en Extremadura en torno al turismo ornitológico “empiezan a tener ya más o menos una clientela fija del norte de Europa”, que han estado allí despidiendo a las grullas y que luego las visitan aquí en su lugar de invernada.

La grulla puede considerarse el ave europea por excelencia y de hecho, como recuerda Cardalliaguet, el símbolo de la Red Natura 2000, que reúne a los espacios protegidos de la CE, es el de dos grullas que sobrevuelan sobre las estrellas que simbolizan los países de Europa, en su largo viaje que no entiende ni entenderá de de fronteras.

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