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Shin Megami Tensei IV, demonios y tecnología en 3DS.

Shin Megami Tensei IV

Álvaro Alonso

El mercado japonés de los videojuegos es uno de los más grande del mundo, con una producción impresionante de títulos que van desde las plataformas más clásicas a auténticas obras intimistas con historias reflexivas y fascinantes. En el país asiático, sin duda, uno de los géneros más prolíferos y respetados son los JRPG, o juegos de rol japoneses, en la que los elementos más característicos del rol, como la exploración o la toma de decisiones, se presentan de una forma totalmente distinta a occidente.

La mayoría de estos títulos son auténticos éxitos en su país de origen, sin embargo no disfrutan de una gran acogida fuera de sus fronteras, donde llegan a ser desvalorados por algunos de los jugadores más “occidentalizados”. En primer lugar porque el número de JRPG que llegan a Europa o América son escasos, tal vez por la política de Nintendo, la principal distribuidora japonesa, que aboga por un bloqueo regional. O puede ser que la sutileza con la que los japoneses dan forma a sus videojuegos y su metodología de juego no hayan calado todavía en la mentalidad occidental.

Sea como sea, hay algunos títulos JRPG que logran superar las barreras regionales y culturales y triunfan a lo largo del globo. Ejemplos de esto son sagas tan conocidas e icónicas como Final Fantasy, que se ha convertido en una de las más jugadas desde su salida, Kingdom Hearts o Dragon Quest.

Megami Tensei, abreviada como Megaten, es una de las sagas que se han hecho un hueco en el mercado occidental, además de ser una de las más prolíficas e icónicas en Japón. La diferencia de esta saga, desarrollada y distribuida por Atlus, es que rompe con los cánones de la mayoría de los juegos de rol, como la ambientación medieval, los combates de capa y espada la fantasía épica. Megaten está ambientada en un Japón post-apocalíptico, donde demonios y monstruos campan a sus anchas combatiendo a la humanidad, y donde la trama se centra magistralmente en el ocultismo y la intriga más absolutos.

Hoy analizaremos Shin Megami Tensei IV, la cuarta entrega de la saga principal, sin contar spin-offs o expansiones. El título ha llegado a occidente más de un año después de su salida original en Japón, exclusivo de Nintendo 3DS y dispuesto a ofrecernos horas y horas de entretenimiento.

Bienvenidos a Mikado...

Bienvenidos a Mikado...La trama de Shin Megami Tensei IV comienza en un pacífico reino, Mikado, donde hace años se produjo una cruenta guerra entre ángeles y demonios. El primer rey de Mikado, Aquila, un humano, descubrió la forma de controlar a los demonios y utilizó a algunos para derrotar a sus enemigos. Desde entonces en Mikado reina la paz, conservada por un grupo de guerreros conocidos como Samurai, que han perfeccionado su habilidad de controlar a los demonios.

Nuestro protagonista, Flynn (aunque puedes cambiar su nombre si lo deseas), se somete a la prueba ancestral para decidir si es digno o no de convertirse en Samurai, siendo escogido por el dispositivo electrónico que todos los guerreros de la orden utilizan. Como aprendiz empezará adentrándose en el Naraku, una especie de Inframundo bajo el suelo de Mikado donde los demonios campan a sus anchas. Junto a sus nuevos compañeros, Jonathan, Walter e Isabeu, Flynn comenzará a aprender lo que significa ser un Samurai, derrotando enemigos y aliándose con demonios.

Cuando aparece un extraño guerrero conocido como el Samurai Negro que amenaza la estabilidad del reino, Flynn y sus compañeros Samurai descienden a la zona prohibida del Naraku para darle caza. Sin embargo, lo que se encontrarán al cruzar las puertas de lo desconocido les hará darse cuenta de que hay mucho que les ha sido ocultado, empezando a plantearse si el mundo que conocen merece ser conservado.

De esta forma nos sumergimos en el universo y la profunda trama de Shin Megami Tensei IV, en la que se une mitología y tecnología de una forma espectacular. Flynn, como Samurai, dispondrá de un brazalete informatizado que nos ayudará en nuestra aventura, registrará las misiones que debemos realizar para avanzar y nos permitirá controlar a los demonios con los que nos aliemos.

La trama de Shin Megami Tensei, aunque confusa en sus primeros minutos, pronto toma forma y se nos presenta el universo en el que nos desenvolvemos con gran maestría, sembrando la intriga desde el primer instante. Los jugadores que nunca hayan probado otros títulos de la saga no tendrán problemas en seguir el argumento y en verse arrastrados por él.

Combates por turnos y poder sobre los demonios

Combates por turnos y poder sobre los demoniosUna vez tengamos pleno control sobre nuestro personaje debemos seguir una serie de misiones principales, a través de las cuales avanzaremos en la aventura. Además, podemos aceptar misiones secundarias para amasar nuestra pequeña fortuna. La mecánica del juego se basa principalmente en los combates contra demonios, ya sean individuales o grupales.

Estos combates se caracterizan por un sistema de turnos. Durante su turno el jugador puede atacar a los enemigos, utilizar algún objeto para recuperar salud o energía, escapar o hablar con los demonios para intentar convencerlos de que se alíen con él. Los demonios tendrán exigencias para unirse al protagonista (algún objeto, vida, energía o dinero) y le harán preguntas que debemos contestar correctamente si no queremos enfadarlos o hacerlos huir. Los demonios son traicioneros, así que pueden desaparecer una vez les hayamos dado todo lo que quieren. Por el contrario, si aceptan unirse a nosotros, combatirán a nuestro lado de ahora en adelante.

En algunos combates tendremos aliados puntuales, principalmente nuestros compañeros Samurai, que aunque no son controlables nos echarán una mano atacando a los enemigos al final de nuestro turno. Cada uno de estos aliados tienen ataques y habilidades que no podremos escoger, así como tampoco seremos capaces de elegir que aliado nos ayuda en cada combate.

A medida que ganemos enfrentamientos, tanto el personaje principal como los aliados demonios irán subiendo de nivel. El protagonista podrá decidir cuál de sus habilidades fortalece (la fuerza, la magia, la evasión, la posibilidad de dar un golpe crítico, etc.), y ganará puntos que podrá cambiar por distintas aplicaciones con las que aumentará su número de ataques, podrá descifrar las debilidades de los enemigos o recuperar vida al caminar, entre otras muchas. Mientras tanto, al subir de nivel los demonios aprenderán nuevos ataques que podrán enseñar al protagonista, o utilizar para aumentar el poder de un ataque que este ya haya aprendido. Cada demonio tiene un número limitado de ataques, así que en ocasiones tendrá que sustituir uno por otro.

Naturalmente hay demonios más fuertes que otros y a medida que avancemos nos iremos encontrando con enemigos más difíciles de vencer. Si queremos tener alguna posibilidad frente a ellos debemos entrenar y fortalecernos, aunque también podemos recurrir a otras tácticas, como fusionar algunos de nuestros demonios aliados para conseguir un demonio superior que nos ayude a derrotar a estos enemigos. Algunos demonios especiales solo podrán conseguirse mediante la fusión, mientras que otros se encontrarán en zonas más avanzadas del juego.

La exploración es otro elemento fundamental de la mecánica de Shin Megami Tensei. Tendremos que recorrer distintos escenarios, de las profundidades de Naraku a las calles de un Tokio post-apocalíptico, descubriendo secretos, derrotando enemigos y recolectando objetos y reliquias que nos servirán a lo largo de la historia.

A veces entraremos al Dominio de un demonio, un lugar inhóspito donde un Minijefe nos espera. Estos demonios son mucho más poderosos que el resto, y para vencerlos deberemos atacar y contestar correctamente a sus preguntas, ya que si erramos en nuestras respuestas podemos subir su ataque o defensa, complicando considerablemente el desarrollo del combate. Estos Minijefes no se aliarán con nosotros por mucho que lo intentemos, no podemos huir de ellos y no podemos esquivarlos, así que tenemos que estar alerta para no comenzar un conflicto con ellos sin estar preparados.

En caso de que el protagonista y sus aliados demonios mueran, despertaremos en el Inframundo, donde las almas se agolpan para cruzar a la tierra de los muertos. Allí tendremos la opción de pagar y resucitar en el punto donde morimos; en caso de no tener dinero o negarnos a pagar la partida finaliza. En caso de tomar la segunda opción, tendremos que cargar la última partida guardada, con la consiguiente pérdida de todo lo que hayamos avanzado hasta el momento. Por lo tanto siempre es recomendable tener un buen puñado de monedas que nos saquen de un aprieto.

Esta mecánica de juego sigue la estela de las anteriores entregas de Megami Tensei, dejando caer todo el peso en los combates contra demonios y desplazando ligeramente la exploración y los diálogos con los personajes. Los combates están remasterizados y se presentan de una forma visualmente mucho más atractiva, con la posibilidad de recurrir a nuevas estrategias no incluidas en los predecesores del juego, pero al cabo de un tiempo la diversión de los enfrentamientos puede verse nublada por su repetitividad.

Gráficos, estética, prestaciones

Gráficos, estética, prestacionesShin Megami Tensei IV aprovecha la tecnología disponible en 3DS e intenta presentar unos gráficos detallistas, consiguiéndolo casi por completo. Todos los escenarios y personajes están completamente en 3D, con un acabado bastante superior a lo que otros títulos de la portátil de Nintendo nos tienen acostumbrados.

Por otro lado, el juego se caracteriza por la falta de cinemáticas durante los diálogos o las escenas importantes. Por ejemplo, a la hora de hablar con un compañero Samurai, en vez de con un pequeño video en movimiento nos encontramos con una imagen en 2D fija, acompañada por la voz del personaje en cuestión (a veces, ni incluso eso). Las escenas de introducción o los momentos más álgidos de la trama también se presentan con imágenes fijas, lo que confiere una sensación de inacción bastante desalentadora.

Desde un punto de vista más técnico, las animaciones del protagonista son escasas, con solo un par de variantes que se repiten hasta la saciedad. Por otro lado, las calles y escenarios en los que podemos manejar a Flynn para explorar están visiblemente despobladas, con tan solo un par de NPCs en los casos más alentadores. Sin embargo podemos perdonar esto, ya que la mayoría del juego se nos presenta mediante diálogos y combates en los que las animaciones y el entorno “explorable” no son importantes. Durante los enfrentamientos los ataques de los demonios apenas varían unos de otros, limitándose a un resplandor de luz o alguna llama suelta, que impiden que los combates adquieran la espectacularidad que a veces necesitan al soportar casi todo el peso del título.

La estética de los personajes y los escenarios, que mezcla lo medieval y lo mitológico con la más novedosa tecnología, es uno de los puntos fuertes del juego. Se nos presentan dos mundos distintos, uno luminosos y colorido, que choca con lo oscuro y sórdido del otro consiguiendo el efecto deseado en los jugadores, el de sorpresa e interés por descubrir más de esos mundos radicalmente opuestos pero que de alguna forma conviven juntos. El universo, la estética y la música nos envuelven totalmente, permitiendo que nos sumerjamos en la trama y pasemos por alto algunos de los detalles técnicos que no están a la altura.

Conclusiones

ConclusionesLo primero que viene a la mente a la hora de jugar a Shin Megami Tensei IV son las marcadas diferencias con otros títulos de rol, algunas positivas, mientras que otras nos hacen dudar sobre su finalidad. Lo que está claro es que un juego de rol japonés no es lo mismo que un juego occidental, y por lo tanto debemos tener la mente abierta y receptiva si queremos disfrutar de las maravillas que nos presenta este título. El juego es muy recomendable y puede enganchar con su trama y su ambientación si le damos la oportunidad que merece y somos pacientes.

El único problema es la densidad del juego, que puede hacernos flaquear en algún momento. Los diálogos y la trama se desarrollan lentamente, haciendo hincapié en cada detalle, por lo que aquellos jugadores que quieren una aventura rápida y dinámica se desesperarán en algún que otro momento.

Lo mejor:

  • El sistema de combate es muy intuitivo. No se tarda mucho en aprender todos los detalles y desarrollar estrategias.
  • La cantidad de demonios que podemos combatir, reclutar o fusionar. La variedad es superior a cualquier otra entrega de la saga.
  • La trama, adulta, inteligente e intrigante, que nos hace seguir pegados a nuestra 3DS para saber qué va a pasar. Además, está realizada de forma que hasta los que nunca han jugado a Shin Megami Tensei la comprendan.
  • La duración del juego, que puede superar fácilmente las 60 horas.

Lo peor:

  • Aunque los combates son divertidos, no poseen una gran espectacularidad y al cabo de un tiempo pueden empezar a resultar repetitivos.
  • El lento desarrollo de los hechos. Para los más impacientes este juego puede resultar muy denso.
  • No es posible poner los textos en español. Los jugadores que no tengan un nivel de inglés fluido pueden tener dificultades.
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