Euskadi rechaza “absolutamente” las acusaciones de Cantabria sobre “presiones” a empresas
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoereka, ha rechazado “absolutamente” las acusaciones sobre supuestas “presiones” del Gabinete de Iñigo Urkullu a empresas vascas para que no se instalen en Cantabria realizadas desde el Ejecutivo cántabro y ha puntualizado que el Gobierno de Euskadi se limita a aplicar y difundir sus “medidas de estímulo” entre “el máximo de empresas” con el objetivo de “impulsar la inversión” en el País Vasco.
El pasado viernes, después de que la empresa vizcaína Siban hiciera pública decisión de reconsiderar su marcha a Cantabria y aclarara que solo era “una posibilidad” entre otras, el consejero cántabro de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Eduardo Arasti, denunció “presiones” del Ejecutivo vasco y afirmó que los “modos” para hacer frente al plan industrial puesto en marcha por Cantabria no son “los más adecuados”.
En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Erkoreka ha asegurado que el Ejecutivo autónomo “rechaza absolutamente” la acusación de Cantabria porque “no ejerce ningún tipo de presión sobre ninguna empresa a ningún efecto”.
No obstante, ha recordado que “sí tiene unas medidas generales para atraer la inversión, fomentar y estimular la implantación de empresas en Euskadi” y, por ello, “sencillamente, se limita a aplicar sus medidas, difundirlas y procurar que el máximo de empresas se acojan a las mismas”.
“Ninguna presión, en absoluto, todo lo contrario. Se trata de instrumentos, de herramientas oficialmente aprobadas con el objetivo loable y compartido por el conjunto de la sociedad vasca de impulsar la inversión en Euskadi, de fomentar y facilitar la implementar la formación de empresas que puedan generar riqueza y crear empleo. El Gobierno se limita a aplicar esas medidas”, ha concluido.
Marcha atrás de Siban
La polémica se desató la semana pasada después de que la empresa vizcaína Siban, ubicada en Gallarta, diera marcha atrás a su intención de trasladarse a Castro Urdiales para acogerse a las condiciones ofrecidas por el Gobierno de Cantabria. La factoría del Grupo Peosa había anunciado el pasado 23 de enero una inversión de 15 millones de euros y la creación de 100 puestos de trabajo directos, un proyecto que ahora queda en suspenso.
Ante esta situación, el responsable de Industria de Cantabria denunció públicamente las “graves presiones” que, en su opinión, están ejerciendo las instituciones vascas ante las empresas que deciden trasladar su actividad a la comunidad autónoma vecina. Unas presiones que “no son ni lógicas ni adecuadas”, dijo Eduardo Arasti en rueda de prensa.
Después de censurar los “modos” del Gobierno vasco, anunció que a partir de ahora mantendrán el anonimato de las compañías que decidan trasladarse hasta que el proceso toque a su fin. “Es imposible poner puertas al campo”, subrayó, al tiempo que defendió la política industrial puesta en marcha por su equipo para 'captar' nuevos proyectos.
