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El Gobierno Foral puede proponer convenios a las fundaciones pero eso no garantiza su concesión

El edificio que alberga el Consejo Navarro de la Juventud en Pamplona.

Garikoitz Montañés

Proponer sí, garantizar no. La diferencia es clave para entender la polémica originada en torno a los recortes en las ayudas a asociaciones y la forma presuntamente de solventarlas del Gobierno Foral, a quien diversas entidades acusan de haber recurrido a convenios con fundaciones bancarias para tapar sus errores. Una de las que ha denunciado este tema ha sido el Consejo Navarro de la Juventud, que la semana pasada criticó que el Gobierno Foral le ofreciera primero una donación para compensar un error cometido en 2013 con las subvenciones a las asociaciones juveniles y, después, apuntara que este iba a subsanarse a través de un convenio con una fundación, que resultó ser la fundación CAN.

El asunto ya ha tenido repercusiones en el Parlamento foral, donde el grupo de Izquierda-Ezkerra ha pedido la comparecencia de representantes del propio Consejo, y hará lo propio con el consejero navarro de Políticas Sociales, el regionalista Íñigo Alli. De fondo, quedaba por aclarar si este es el sistema habitual a la hora de cerrar convenios con fundaciones como la CAN o La Caixa, y fuentes de ambas entidades aseguran que no es así. Es más, insisten en el rigor de su sistema a la hora repartir este tipo de ayudas.

En concreto, en el caso del Consejo Navarro de la Juventud, la propuesta que estaba sobre la mesa de ambas entidades y que atrajo su interés era un proyecto de Acciones de empleabilidad y emprendimiento, cuyo montante ascendía a alrededor de 10.405 euros. Sin embargo, ese dinero no se invirtió, porque el convenio no llegó a firmarse y el citado proyecto no se presentó. Desde el Consejo de la Juventud insisten en que no desarrollaron ese proyecto porque no les convenció esta solución y, subrayan, ellos no lo idearon.

El hasta ahora presidente del Consejo, Iñaki Etxeberria (este sábado se renueva el cargo, ya que Etxeberria no se presenta a la reelección y le sustituirá Eduardo Alonso), defendió que el Ejecutivo cometió un error al asegurar primero a las asociaciones que no debían justificar todo el montante de las ayudas de 2013 y, después, que sí debían hacerlo; eso originó un agujero y las asociaciones tenían que devolver al Ejecutivo más de 10.000 euros; y de ahí que, después, se les hablara presuntamente de una donación y del convenio con una fundación.

Fuentes de la fundación CAN y de la Obra Social La Caixa, por su parte, confirman el interés por el proyecto de empleabilidad, pero subrayan que para optar a él era necesario presentar una propuesta presupuestaria y de actividad, y en este caso no se formalizó.

13 millones en 2015

El Gobierno Foral hace cada año propuestas de acciones (la mayoría de tipo social) a ambas entidades, que cuentan con una partida reservada para proyectos a financiar conjuntamente entre la Fundación CAN y la Obra Social La Caixa. En 2015, por ejemplo, se destinarán 13 millones de euros a estos fines, cinco de ellos para programas propios de La Caixa y otros ocho para esas ayudas conjuntas de ambas fundaciones. En 2014 y 2013 fueron 12 millones, repartidos en cinco y siete, respectivamente. Además, por otro lado, la Fundación Caja Navarra tiene su propia obra social, financiada a través de su participación en CaixaBank.

La clave es que, para acceder a esa financiación conjunta entre La Caixa y Fundación Caja Navarra, el Gobierno puede hacer sus propuestas, pero eso no garantiza su concesión, una decisión que depende de una comisión de las entidades creada para este fin. Es esta comisión conjunta la que analiza las propuestas y decide.

Por ejemplo, uno de los proyectos financiados por iniciativa de La Caixa ha sido la investigación de un tratamiento de inmunoterapia contra tumores sólidos en niños (el compromiso es de 300.000 euros al año durante tres ejercicios), mientras que otros impulsados tras la proposición del Gobierno Foral han sido el centro de inclusión y promoción de la autonomía (800.000 euros en dos años) y la rehabilitación del claustro de la catedral de Tudela (600.000 euros), entre otros.

El caso se abordará en el Parlamento

La comparecencia ahora anunciada en el Parlamento foral de representantes del Consejo Navarro de la Juventud ayudará a aclarar por qué el Gobierno supuestamente garantizó la concesión de esta donación, a través de un convenio, una solución que, según han denunciado después otras entidades, también se ofreció a las federaciones deportivas y que también es la forma de financiar los programas, por ejemplo, de prevención del VIH, ya que la Comisión Ciudadana Antisida lleva desde 2013 recibiendo una partida de 54.000 euros del Gobierno Foral, que se complementa con otra de 39.000 euros a través de La Caixa. Desde la Comisión han solicitado al Ejecutivo que asuma íntegramente esta concesión de subvenciones.

(Edición actualizada).

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