Argelia despide a Ait Ahmed héroe de la revolución y principal líder opositor

Encaramado en las alturas de la gran Cabilia, frente a la costa este de Argelia, el pueblo de Ain al Haman prepara con tristeza el entierro de su hijo predilecto, el histórico opositor y líder de la independencia Hocine Ait Ahmed, fallecido el pasado 23 de diciembre en el exilio en Suiza.

El cuerpo de uno de los padres del movimiento de liberación de Argelia, héroe de la rebelión de noviembre de 1954 contra la colonia francesa, llegará esta tarde a Argel y será velado en el Salón de Honores del Gobierno antes de ser trasladado mañana a su localidad natal en las montañas.

“Intentaremos honrarle, estamos haciendo lo máximo para que las cosas salgan bien”, explica a Efe Hafed Ait Ahmed, uno de los miembros del clan llegado días atrás a la Cabilia desde Francia para preparar los funerales.

Todo es tristeza y admiración en un pueblo que está orgulloso de un hombre conocido por su determinación, su compromiso con las libertades y el socialismo.

A la entrada de la villa, un enorme pendón negro con la frase “Argelia huérfana de Hocine” y largas meses con café, té y agua dan la bienvenida a las cientos de personas llegadas desde todos los puntos del país.

Ait-Ahmed, líder del partido opositor argelino Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), el más antiguo de Argelia, creció en una casa situada junto al mausoleo del morabito Sheij Mohand Lhucine, famoso por su conocimiento de las ciencias tradicionales.

Lugar de peregrinación, bajo sus cúpula también está enterrada la madre del hombre que levantó la voz y llamó a la rebelión contra la ocupación francesa.

Frente a ella, un niño pregunta a su madre con inocencia quien ese señor cuya foto inundan las angostas y retorcidas calles.

“Es la foto del combatiente Hocine, que ha muerto. Y nosotros estamos aquí para pedir a Dios que le acoja en su amplio paraíso”, responde en un solemne francés la madre, de origen cabileño.

“Hocine será enterrado junto a su madre, porque era su deseo”, explica a Efe Busaad Ait Ahmed, primo de Hocine. “La perdió en 1983 sin poder verla porque estaba exiliado, creo que es una forma de corregir la historia”, agrega.

En 1963, un año después de que se hiciera realidad su sueño de una Argelia libre, Hocine fundó el FFS y mostró su desacuerdo con sus compañeros de rebelión, en su mayoría integrados en el Frente de Liberación Nacional (FLN), actualmente en el poder.

Meses más tarde, fue detenido, encarcelado, juzgado y condenado a muerte, pena que le sería conmutada.

En 1966 logró escapar e instalarse en la ciudad suiza de Lausana, y no regresó a su país hasta diciembre de 1989.

“La muerte de Hocine es una perdida por toda la nación, es el padre de la revolución argelina, de la juventud, de la democracia y de la libertad de expresión porque hizo de todo eso su caballo de batalla”, subraya Busaad con una sonrisa de orgullo.

“Nunca cesó de combatir por la democracia y la libertad de la mujer. Él siempre ha hecho de Argelia una nación indivisible y siempre instó a la unidad nacional y la del Magreb”, recordó.

Detrás de la casa donde nació en 1926, y donde vivió hasta los 12 años, hay un lugar carente de ventanas en el que solía aislarse y en el que ahora titilan unas luces.

Al subir las escaleras, se puede ver el pozo de piedra construido por su padre y los sótanos en los que durante la guerra de independencia de Francia (1954-1962) se ocultaba para conspirar con sus amigos.

“Aquí abajo escondía Ait Ahmed con sus compañeros de los franceses en la época de la colonización”, dijo a Efe un anciano habitante de ese pueblo.

“A los 16 años era ya un joven maduro, el responsable más joven del Partido del Pueblo Argelino (PPA). Fue quien redactó los grandes textos” de esta organización rebelde, explica a Efe Na Yohra, una anciana casi centenaria que dijo haberlo conocido.

Según su biografía familiar, a esa edad ya participaba en el Comité Central, al que en 1948 presentó un informe crítico sobre las formas y la estrategia de la lucha armada para la independencia, recuerda Busaad.

Y poco después fue designado jefe de la Organización Especial, encargada de la formación de los mandos militares y de la creación de un dispositivo clandestino para desarrollar la lucha armada, precursora de los futuros maquis de la Cabilia.

Fue con ellos, y en esas montañas que ahora se preparan para despedirle, donde Ait Ahmad exigió pluralismo frente al implantado sistema de partido único, y donde se levantó de nuevo en defensa de los derechos humanos de su pueblo.

Su último coletazo político tuvo lugar en 1999, fecha en la que compitió en las urnas con el actual presidente, Abdelaziz Buteflika, por la jefatura del Estado.

Más de quince años después, el pueblo argelino le despedirá con honores de héroe. Nacera Oubaou