Carmena defiende la gestión empresarial de su marido ante críticas de Aguirre

La candidata de Ahora Madrid a la Alcaldía de Madrid, Manuela Carmena, ha defendido hoy que un auto judicial avala la actuación “legítima” de su marido en una empresa de arquitectura que sufrió la “terrible crisis” inmobiliaria, tras las críticas al respecto de la aspirante del PP, Esperanza Aguirre.

En declaraciones a los medios de comunicación, Carmena se ha expresado así después de que Aguirre haya instado al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, a ocuparse de los negocios del marido de Carmena -Podemos forma parte de Ahora Madrid-, y no de si ella es “condesa consorte” -Iglesias la calificó en repetidas ocasiones de “condesa de la corrupción”-.

La candidata del PP ha instado a Iglesias a hacerlo porque, según su relato, al parecer el marido de Carmena dejó de pagar el sueldo a los empleados durante siete meses y luego estos trabajadores perdieron un pleito porque pasó todos sus bienes a Carmena “aparentemente porque tenía que pagar un crédito a Bankia”.

Tras conocer estas declaraciones, Carmena ha expresado su pena y lamentado “muchísimo” que comience a haber “descalificaciones” en la campaña electoral “que se remontan hasta presuntas actuaciones de familiares de los candidatos”.

Tras recalcar que ese no es su estilo y que “nunca” va a llevar a cabo actividades “de ese tipo”, Carmena ha instado a hablar de los programas, de las alternativas y de “cómo tenemos que combatir la plaga que significa la corrupción”.

En este punto, ha precisado que su marido es un arquitecto que tenía una empresa de ese sector que se vio “como tantos profesionales como él” sometido a la “terrible crisis que provocó la burbuja inmobiliaria”.

Afortunadamente, ha proseguido Carmena, su actuación fue “debidamente esclarecida” como “totalmente legítima”.

“Me sorprende que quien hace correr esta noticia no diga que hay un auto que confirma toda la actuación que llevó a cabo él”, ha agregado la cabeza de cartel de Ahora Madrid, que ha puntualizado que la “situación crítica” de la empresa de su marido es evidente porque todavía sigue en concurso de acreedores.