Ligorría: “Los Trump de este siglo tienen su razón de ser en el descontento”

Tras varias décadas asesorando a gobiernos y a empresas en materia de comunicación, Julio Ligorría se muestra convencido de que el auge de propuestas como la del paradigmático Donald Trump responde al descontento ciudadano: “Buscan respuestas en un populismo muy bien articulado, pero no la encontrarán”.

Ligorría, que fue embajador de Guatemala en Estados Unidos hasta 2015, ha publicado recientemente “Crisis: La administración de los inesperado” (Planeta), un manual de ayuda en la gestión de crisis tanto en el sector público como en el privado, que ha escrito tras tres décadas como especialista en este ámbito.

Para este experto en comunicación, por muy “atípica y particular” que parezca la carrera presidencial estadounidense, es solo un reflejo del auge del populismo electoral al que asiste la escena política mundial, señala en una entrevista con Efe a su paso por Madrid.

La gestión de una crisis es especialmente fundamental en política, un ámbito en el que Ligorría ha asesorado a una decena de Gobiernos en América Latina.

A su juicio, los políticos entienden el valor de “asesorarse y escuchar” a su equipo de consultores, el problema llega cuando rechazan utilizar estas herramientas porque, de algún modo, interfiere con “su ego, sus intereses o sus ideas”.

Si tuviera que poner un ejemplo de una gestión de crisis poco adecuada esta sería, por reciente, la polémica visita de Trump a México, en el que faltó “comunicación y preparación” pese a la buena intención del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con su invitación al candidato republicano.

Por contra, destaca también el caso del expresidente peruano Alejandro Toledo, cuya popularidad cayó “abrumadoramente” a un 8 por ciento durante uno los primeros meses de su mandato, y consiguió subirla hasta un 68%, porque supo tomar “las decisiones adecuadas”, subraya.

Respecto a la situación de su país, Guatemala, Ligorría teme que el país centroamericano esté a punto de sufrir una “tormenta perfecta” por los casos de corrupción política que afectan al país y la precaria situación del sistema de salud y la educación.

El actual presidente, Jimmy Morales, no ha podido, a su juicio, “articular” un gobierno que esté “a la altura de las circunstancias” y que haga frente a la situación del país, marcada por las desigualdades, especialmente la desnutrición infantil.

“El presidente Morales es anecdótico, el punto aquí es cómo Guatemala puede volver a gestionar de manera inteligente su propia agenda (...) Estamos obligados a transformar la cultura de la corrupción en una de la transparencia”, añade.

Pese a esta situación, Ligorría se muestra confiado en el talento de la sociedad guatemalteca, y ve el futuro próximo del país centroamericano en clave positiva: “El reto es muy amplio (...) Guatemala debe ser pragmática”.