Los hutíes dispersan a los manifestantes que rechazan su toma de poder en Saná

Milicianos del movimiento rebelde chií de los hutíes dispersaron hoy por la fuerza a cientos de personas que se manifestaban en el centro de la capital Saná contra la toma de poder ayer por parte de este grupo.

Testigos dijeron a Efe que hombres armados del movimiento rebelde dispararon al aire frente a la Universidad de Saná, en la plaza Al Taguir (Cambio), donde se desarrollaba la protesta.

En esta misma zona, los hutíes ya dispersaron anoche una manifestación similar convocada poco después de que el grupo chií anunciara la disolución del Parlamento y la próxima formación de un Consejo Presidencial para administrar la etapa transitoria.

Los milicianos comenzaron a disparar al aire media hora después de que los manifestantes se congregaran en la plaza Al Taguir, sin que por el momento haya informaciones de víctimas.

Los testigos agregaron que en el marco de estos incidentes fue detenido por los hutíes un cámara de televisión, que trabaja para una cadena local.

También en Saná, estalló hoy una bomba contra un puesto de seguridad frente al Palacio Republicano, que causó heridas a tres guardias y a una viandante.

El Palacio Republicano, ocupado por los hutíes y actual sede de su Comité Supremo Revolucionario -el máximo órgano-, fue el lugar elegido ayer por el grupo rebelde para anunciar su acta constitucional.

Según el movimiento hutí, dicha declaración constitucional pretende dar respuesta al vacío de poder causado por la dimisión del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y el Gobierno hace dos semanas.

El texto estipula la formación del llamado Consejo Nacional Provisional, que sustituirá al Parlamento y que será el encargado de establecer un Consejo Presidencial, de cinco miembros, que designará a su vez un Gobierno interino de tecnócratas.

El mandato del Consejo Presidencial y del Gobierno interino tendrá una duración de dos años, tiempo en el que tendrán que ser convocadas elecciones presidenciales y parlamentarias.

Todos estos órganos quedan supeditados a la jefatura de los hutíes, que tiene el poder de refrendar sus decisiones y que va a determinar sus prerrogativas.

Los hutíes, que ya se alzaron en armas contra las autoridades en 2004 y 2010 y que iniciaron su expansión militar por todo el país el pasado septiembre, controlan siete provincias, incluida Saná.