El secretario de Hacienda de México dice que su país no pagará el muro de Trump

El secretario de Hacienda y Crédito Público de México, José Antonio González Anaya, dijo hoy en Toronto que “México no pagará el muro” que el presidente estadounidense, Donald Trump, quiere construir en la frontera.

González Anaya, que participó hoy en Toronto en una reunión con el ministro de Finanzas de Canadá, Bill Morneau, empresarios e inversores canadienses en México, afirmó durante una rueda de prensa que la negativa de México a pagar por el muro “no es una postura de negociación”.

“Es una cuestión de dignidad y soberanía nacional. Nuestra posición ha sido clara desde el principio”, añadió González Anaya.

Durante la reunión que mantuvieron hoy, los dos responsables de Finanzas trataron, entre otros temas, sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuya sexta ronda de conversaciones se desarrollará la próxima semana en Montreal (Canadá).

Morneau rechazó la idea que Canadá esté preparándose para la desaparición de TLCAN y afirmó que “continuamos trabajando diligentemente con nuestros socios para hacer avances. Estamos a la espera de la próxima ronda”.

El ministro canadiense insistió en que Canadá sigue trabajando en “el plan A, que es asegurarnos que seguimos siendo constructivos en la mesa y llegamos a un mejor acuerdo NAFTA (siglas inglesas del TLCAN) que beneficie a todos. Esa es nuestra dirección”.

No obstante, también reconoció que Ottawa está haciendo planes “para todos los escenarios”.

Por su parte, el secretario mexicano declaró que “TLCAN es una parte muy importante de México” y que su país “ha mostrado su deseo de continuar las negociaciones”.

“Estamos listos para esta próxima ronda en Montreal. Para México es muy importante avanzar con Estados Unidos y Canadá”, añadió.

Tanto Morneau como González Anaya calificaron las reuniones que mantuvieron hoy con empresarios de los sectores minero y financiero como muy “productivas”.

González Anaya dijo que México está interesado en aumentar las inversiones canadienses, a pesar de que los proyectos de algunas empresas canadienses han causado problemas con comunidades opuestas a la explotación minera.