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Pastores y rebaños, los mejores bomberos que puede tener Portugal ////pte foto

EFE

Guarda (Portugal) —

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La trashumancia puede convertirse en Portugal en una de las actividades que relancen la actividad caprina y ovina en régimen extensivo y, a su vez, en la mejor práctica preventiva contra los incendios forestales que cada año abrasan miles de hectáreas en Portugal.

Es el mensaje que la Asociación para el Desarrollo Integrado de la Red de Aldeas de Montaña de Portugal (ADIRAM), ha transmitido en la fiesta de la trashumancia celebrada el pasado sábado, día 1, en el Parque Natural Sierra de Estrela para poner en valor una práctica que promueve la biodiversidad y previene el riesgo de incendios.

Celia Goncalves, coordinadora técnica de ADIRAM, explicó hoy en una entrevista con Efe que, por ejemplo, la cabra serrana, raza autóctona portuguesa, se concentra en el sur del Parque Natural Sierra de Estrela, “precisamente, donde más pinos y masa forestal hay, por lo que el riesgo de incendio es mayor”.

Sin embarco, el sur del parque es también donde más concentración hay de rebaños ovinos y caprinos, lo que hace que esa zona sea en la que menos incendios se desencadenan, a pesar de que el número de cabezas de ganado caprino desciende año tras año.

“La cabra tiene una importante función de limpieza forestal, por lo que está claro que genera un gran apoyo a la prevención de fuegos en las zonas de mucha vegetación”, aseguró Goncalves.

La Asociación alertó de que las aldeas diseminadas por todo el territorio montañoso de Portugal, como las que se vieron afectadas por los incendios de Pedrógao Grande y Gois -donde murieron 64 personas y se quemaron miles de hectáreas-, “están muy desprotegidas”.

Según argumentó Goncalves, la agricultura en régimen extensivo (con animales no estabulados) y el pastoreo “no son rentables”, de ahí que cada vez haya menos actividad agraria, menos pastoreo, las aldeas se despoblan y, por tanto, cada vez se acumula más material combustible en las zonas de montaña, con el consiguiente riesgo de incendio forestal.

Es lo que ocurre en otro de los pulmones portugueses, el Parque Nacional Peneda Gerés (próximo a Galicia), uno de los más afectados en los últimos años por los grandes incendios forestales.

Solo el pasado verano se quemaron en este Parque 1.800 hectáreas, es decir, el 5,6 % de la superficie total protegida, por lo que el Gobierno luso ha diseñado un plan con una inversión de 8,6 millones en esta zona para prevenir los fuegos mediante la reforestación y una mayor vigilancia, que ha empezado a aplicarse este mismo año.

Si el descenso del pastoreo se hubiera invertido, la catástrofe del incendio de Pedrógao Grande “no hubiera sido tan fuerte”, afirmó la coordinadora de ADIRAM, ya que el fuego no hubiera tenido tanta maleza con la que propagarse.

Como medida para “apagar los fuegos en el invierno”, desde ADIRAM consideran que una de las posibles soluciones preventivas sería la de aplicar “importantes medidas de discriminación positiva” para favorecer con ayudas económicas a los agricultores que quieran promover el pastoreo y la agricultura en extensivo.

Según Celia Goncalves, cualquier agricultor de montaña que solicite alguna ayuda de fondos comunitarios “lo tendrá muy difícil para que se la aprueben”, ya que tendrá que cumplir unos requisitos que “viviendo en una aldea de montaña, es muy difícil”.

De ahí que cada vez haya menos pastoreo, el monte esté muy poblado de maleza y los incendios proliferen cada verano.

Para poner en valor esta práctica, el sábado comenzaron la trashumancia los pastores del valle de la Sierra de Estrela, que, ante la falta de pastos, iniciaron la subida a las zonas de montaña para alimentar a sus rebaños en la época de estío.

Calculan que estos días, alrededor de 3.000 cabezas de ganado inicien desde la comarca de Seia la época de la trashumancia en la Sierra de Estrela, un parque de cien mil hectáreas que abarca a nueve comarcas limítrofes con Salamanca y Cáceres. Carlos García

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