Entre el “asombro” y la “desolación”: el PCE luchará contra la irrelevancia en Andalucía tras quedarse sin diputados

Alfonso Alba

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Por primera vez, desde 1982, ningún militante del Partido Comunista de España (PCE) será parlamentario en Andalucía. Los resultados de la noche electoral del 19 de junio han dejado un panorama “asombroso” y “desolador” en un histórico partido político, según reflexionan para este periódico fuentes de la dirección de Izquierda Unida. De los cinco parlamentarios que ha conseguido la confluencia Por Andalucía, ninguno milita ni en el PCE ni en el PCA. De hecho, de esos cinco, en Izquierda Unida solo milita la que era la candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Inmaculada Nieto, que se presentó por Málaga y que ha conservado su escaño. Esperanza Gómez, de Más País, logró el suyo por Sevilla. Los otros tres son cargos de Podemos: Juan Antonio Delgado por Cádiz; José Manuel Gómez, por Córdoba y Alejandra Durán, en Granada.

Malestar “máximo”

Andalucía siempre fue un lugar especial para la izquierda, tanto para el PSOE como para el PCE y después IU y hasta para Podemos. En Andalucía surgió, de hecho, la semilla de Izquierda Unida, patrocinada por el cordobés Julio Anguita en 1986 con Convocatoria por Andalucía (que germinó después en IU-CA). Y en el Parlamento, incluso, se vivieron los momentos más tensos del enfrentamiento entre el PSOE e Izquierda Unida, que siempre cosechó buenos resultados en la región. Hasta ahora.

Por vez primera, la formación ha quedado reducida a la mínima expresión, con una sola parlamentaria que es de IU pero no del PCE, algo que ha generado una intensa marejada interna, y que tiene mucho que ver con cómo se negoció la confluencia. En el futuro grupo parlamentario de Por Andalucía, IU queda en minoría. Los tres diputados de Podemos tendrán siempre la mayoría y aunque se firmó un acuerdo, en IU ya se muestran recelosos y cautelosos. “Esperamos acontecimientos”, es la respuesta más repetida. Pero el malestar con los resultados es máximo.

Una historia con presencia (siempre) del PC

En 1982, el PCE logró ocho parlamentarios en Andalucía. En 1986, ya integrados en Convocatoria por Andalucía, la izquierda del PSOE se fue a 19 parlamentarios, un resultado histórico que no se superó hasta la IU-CA de Luis Carlos Rejón en 1994, que consiguió 20 escaños y dejó a los socialistas sin mayoría absoluta. En 1996, IU retrocedió a los 13 parlamentarios, para entrar en una especie de invierno político entre 2000 y 2008. En esos años, IU repitió seis diputados, lo que se consideraba su suelo.

IU resucitó en 2012, la convocatoria en la que el PP casi logra su primera mayoría absoluta en Andalucía con Javier Arenas. Entonces, logró 12 parlamentarios y por primera vez Izquierda Unida (y el PCE) entraron a formar parte de un Gobierno de la Junta de Andalucía. El pacto entre el PSOE e Izquierda Unida saltó por los aires en 2015. La explicación de la expresidenta Susana Díaz fue su enfrentamiento con la consejera cordobesa Elena Cortés, del PCE precisamente, que entonces llevaba las políticas de Fomento y Vivienda, y que defendía una solución para los ocupantes de la Corrala Utopía en Sevilla.

Díaz adelantó aquellas elecciones y en 2015 Izquierda Unida cosechó su peor resultado hasta la fecha. Eso sí, la importante irrupción de Podemos fue decisiva porque en sus primeras elecciones se fue a 15 parlamentarios. Muchos fueron los que sumaron los cinco de IU y soñaron con el techo de los 20 que se alcanzó en 1994 con Luis Carlos Rejón. Por eso, en 2018 Podemos e Izquierda Unida se integraron en la confluencia Adelante Andalucía, que logró 17 escaños. En política, uno más uno, no siempre son dos, entendieron muchos. Poco después, la confluencia saltó por los aires. Teresa Rodríguez junto a 10 parlamentarios más acabaron en el grupo de no adscritos acusados de tránsfugas. El resto se mantuvo en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía e iniciaron una lucha por el uso del nombre que finalmente ganó la política gaditana.

¿Camino de la irrelevancia del PC?

Este 19 de junio de 2022, Por Andalucía ha igualado el peor resultado parlamentario de Izquierda Unida en 2015, pero con una gran diferencia: solo Inmaculada Nieto es parlamentaria de IU. Y además, algo que es tremendamente simbólico para esta coalición, no milita ni en el PCE ni en el PCA.

En el seno de IU ha empezado un importante periodo de reflexión interna. La formación mira lo que ha ocurrido en otros lugares de Europa y se asoman en estos momentos a los precipicios italianos o franceses, donde los comunistas son una minoría testimonial e irrelevante. Y eso es algo que el PCE, que por primera vez desde después de la Guerra Civil tiene a ministros en todo un Gobierno de España, teme por encima de todas las cosas.