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Radiografía de la infancia de Andalucía en 10 claves

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Según la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC) en España hay ya más perros y gatos registrados que niños empadronados, y Andalucía no es una excepción, por lo menos en lo que se refiere a sus capitales de provincia. La reciente Ley 4/2021, de 27 de julio, de Infancia y Adolescencia de Andalucía viene a blindar los derechos de un colectivo vital para el futuro de cualquier territorio, pero que ni siquiera en el caso del sur, históricamente entre los de población más joven de toda España, se escapa de la tendencia a la baja.

De todas formas, su mayor peso poblacional hace que prácticamente uno de cada cinco españoles menores de 18 años viva en Andalucía. ¿Pero cómo es la infancia en Andalucía? Estas 10 claves nos permiten tener una aproximación, mediante una recopilación de los datos más recientes, a su realidad, sus principales problemas, sus perspectivas de futuro.

Demografía

La evolución de la población menor de 18 años registra un descenso continuado desde 2010. De acuerdo con el último padrón, en 2020 había en Andalucía 1.584.119 personas por debajo de los 18 años (51,4% hombres y 48,6% mujeres). Supone a su vez un 18,7% del total de la población de un territorio relativamente joven. Solo en Melilla, Ceuta y Murcia hay proporcionalmente más menores.

Pero, además, desde 2019 se registran menos nacimientos que defunciones en Andalucía, con el consiguiente envejecimiento de la pirámide. Este año sigue: en el primer trimestre de 2021, que son los últimos datos disponibles, se registraron 15.208 nacimientos, un 6,4% menos que en el mismo periodo de 2020, según el Instituto de Estadística de Andalucía (IECA).

En paralelo, se observa que no es una población tan uniforme como décadas atrás, y prueba de ello es que en Almería, uno de cada tres nacidos en los tres primeros meses de este año tenía por lo menos un progenitor extranjero, y en el caso de Málaga, uno de cada cuatro.

Nacionalidad

Si se tiene en cuenta la nacionalidad, desde 2017 está subiendo la cifra de niños no españoles empadronados en Andalucía. En 2020, había 112.536, y el 60%, entre Málaga y Almería.

Si hablamos de los llamados MENA (menores extranjeros no acompañados), tan utilizados en el debate político, Andalucía es la comunidad autónoma con más. Según datos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, a 31 de diciembre de 2020, se encontraban inscritos en el registro 9.030, y de ellos, 2.507 en Andalucía, seguida de Canarias (1.849) y Cataluña (1.168).

Estos datos varían si se tiene en cuenta otra fuente: el Sistema de Protección de Menores de Andalucía, que en 2020 registró un total de 2.806 atenciones de migrantes. Esto a su vez supuso un descenso del 51,1% coincidiendo con lo peor de la pandemia y las restricciones de movilidad que afectaron a todo el planeta. El 90,5% fueron varones y en dos de cada tres casos, originarios de Marruecos.

Tutela

De la tutela de las administraciones dependen estos niños, pero no solo: a 31 de diciembre de 2020, la Junta de Andalucía tenía asumida la tutela de 5.305 menores en total, un 3,2% menos que en 2019. Estos niños tienen una situación de partida más complicada y por eso en los últimos años se ha centrado el debate en la necesidad de facilitarles vías de inserción e integración centradas en su capacitación en competencias laborales y formación profesional para el tránsito a una vida adulta independiente. La emancipación tanto de los inmigrantes como de los nacionales que han pasado por el sistema continúa todavía siendo una asignatura pendiente, que hace que muchos no tengan más salida que la calle una vez que cumplen 18 años.

Educación

Si hablamos de educación, las aulas se llenan este curso en Andalucía con 324.831 matriculados en infantil, 544.219 en primaria y 410.238 en secundaria (datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional). El descenso en las enseñanzas no universitarias es espectacular y reflejo de la caída demográfica. Solo si se compara con el curso 2020-2021 hay unos 45.000 alumnos menos, como bien recordada el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, en el estreno del curso.

Eso sí, cada vez se decantan más por la concertada y la privada. Si hace unos años, Andalucía ocupaba los primeros tres puestos, con en torno a uno 80% de matriculados en la pública, hoy las cifras la colocan en la sexta posición, por detrás de Ceuta, Melilla, Castilla-La Mancha, Canarias y Extremadura. El mismo informe del MEFP habla de un 73,8% (1.098.960) del alumnado en centros de titularidad pública este curso, un 22,1% (329.224) en concertados y el 4,1% (61.791) en los de pago. Es precisamente esta última modalidad la que ha crecido entre el curso pasado y el presente, con 2% más de alumnos.

Capacitación

El abandono escolar prematuro sigue siendo un problema reseñable en Andalucía, con una tasa del 21,8%, lo que la coloca en la peor posición, solo superada por Ceuta y Melilla. Son datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), si bien en este caso no se limita a los menores, dado que es un indicador que comprende hasta los 24 años. De todas formas, si se compara con hace una década, lo que puede hacerse mirando el estudio Indicadores Sociales de Andalucía del IECA, se observa como se ha ido reduciendo el porcentaje, porque entonces superaba el 30%.

Maltrato

El informe Observatorio de la infancia, que elabora cada año el Defensor del Pueblo de Andalucía recoge los problemas y actuaciones administrativas que afectan a los derechos de los niños y adolescentes. En el último se observa que el pasado año se registraron 3.254 llamadas sobre posibles casos de maltrato infantil (900851818), que se saldaron con 2.860 fichas derivadas a las Delegaciones Territoriales de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. En 2019 fueron 3.267 y 2.936, respectivamente. Es decir, hubo prácticamente las mismas llamadas, pero más fichas.

Violencia de género

Otro de los parámetros que tiene en cuenta ese informe es la violencia de género que afecta a los menores, víctimas y agresores. El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) lleva años advirtiendo de que no se doblega una tendencia que hace que esta lacra social no entienda tampoco de edades. Las menores víctimas de violencia de género con medidas de protección fueron 118 en Andalucía en 2020, lo que supone un 23% del total en España (514), según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que ofrecía Save The Children con motivo de la reciente conmemoración del 25N. Más escalofriante: desde que hay registros, 2003, ocho menores han sido asesinados en Andalucía por violencia de género contra su madre. 

Están también los casos de víctimas colaterales. El primer semestre de este año, el IAM recibió a 764 menores en su Servicio de Atención Psicológica a Hijos de Mujeres Víctimas de Violencia de Género, que ofrece desde 2009 a través de la asociación Acción Social por la Igualdad, y que tiene como objetivo mejorar el bienestar psicosocial y atender las necesidades socioeducativas de los mismos.

Crece también número de agresores entre los menores. Según datos del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), los menores enjuiciados en 2020 por violencia de género fueron casi un 20% más que en 2019. Un adolescente, mayor de 16 años y de nacionalidad española es el perfil mayoritario en estos casos. Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en Andalucía en 2020, se enjuició por estos delitos a 76 menores, lo que supuso casi el 30% de los que pasaron por el banquillo en España. En el 92,1% de los casos se les impusieron medidas por conductas tipificadas como delitos.

Pobreza

“En las primeras etapas de la vida pueden acumularse desigualdades sociales que repercuten en la edad madura y la vejez”, dice la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, quien da la cifra de 360.000 como los menores que sufren la pobreza en Andalucía. El número depende del concepto. La pobreza se mide en función de la carencia monetaria y material y la baja intensidad laboral, por ejemplo. Hablamos de andaluces que viven en hogares que no pueden permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada, donde los progenitores o tutores no tienen trabajo, o que no pueden afrontar gastos extraordinarios, como la ruptura de un frigorífico. 

Por eso, los datos varían. Si se mira la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2019 (la última disponible), el 29,5% de los menores de Andalucía (469.995) se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social en función del índice AROPE, el más multidimensional y aceptado en la UE a la hora de medir este problema. 

Está por ver las cifras que ha dejado 2020 con la pandemia, pero ya hay adelantos que no dibujan un panorama mejor. De hecho, con motivo del primer aniversario de la pandemia, Save the Children publicó un informe titulado ¿Qué nos cuentan las familias? Después de entrevistas a más de 200 familias vulnerables, concluía que una de cada tres de las atendidas por la organización se había quedado sin empleo en Andalucía, con lo que su situación se había vuelto irremediablemente más complicada.

Salud

La pobreza va muy ligada a los problemas de salud. El más común entre los niños está relacionado con el exceso de peso y se agudiza con la pobreza, por lo que su impacto en Andalucía es significativo. Según datos del Ministerio de Sanidad, Andalucía es la comunidad autónoma con más obesos entre los mayores de 18 años, con un 19,7% (tres punto más que la media nacional). No obstante, si se tienen en cuenta los menores (12,5% de niños obesos) ya no está a la cabeza, sino cuarta, por detrás de Ceuta (18%), Murcia (14,2%) y Cataluña (12,7%). En este sentido, desde la Junta de Andalucía destacan que su Plan Integral de Obesidad Infantil (PIOBIN) está revertiendo la tendencia. En el informe de 2020 se observa que la epidemia del exceso de peso en los menores se ha ido estabilizando la última década, pese a que siga por encima de la media nacional (10,3%).

El llamado Estudio Aladino Andalucía 2019, incluido en dicho informe, y llevado a cabo en los colegios, arrojaba que más de 40% de los niños tenía problemas de sobrepeso o de obesidad. Es sobre todo en el tramo entre 9 y 12 años donde más se detecta este problema que la Junta de Andalucía intenta combatir desde hace una década con una estrategia específica orientada sobre todo a la concienciación.

Nuevas tecnologías

Publicábamos el otro día datos del informe Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades, elaborado por Unicef España, que revelaba que solo uno de cada cuatro menores en Andalucía ve limitado por sus responsables el uso de las nuevas tecnologías.

Ya el estudio Las adicciones comportamentales en Andalucía presentado el pasado año por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación desvelaba que la edad media a la que se sitúa el primer móvil de uso propio es a los 11,35 años. En el 92,9% de los casos, el teléfono dispone de datos móviles, lo que permite la ubicuidad de la conexión a internet. Otro dispositivo habitual de conexión a internet es la tableta. El 79,4% de los menores señalaban tener una de uso propio, con los 10,86 años de media para su primera. Entre la población de 12 a 17 años, “la prevalencia de riesgo de adicción a videojuegos o juegos por internet o telefonía móvil es del 11,1%”, según el mismo estudio. Entre los varones alcanza el 17,1%, cuatro veces más que en ellas.

Delincuencia

Hay otras realidades más crudas para los niños. Un total de 1.176 menores cumplían medidas de internamiento en 2020 en Andalucía y otros 5.168 se hallaban en régimen abierto. En más del 85% de los casos, hombres, y en casi el 30% de ellos, por robo o hurtos. Estos infractores, por resoluciones de juzgados de menores, se enfrentan sobre todo a libertad vigilada, según explican desde la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, que se otorga en más de la mitad de los autos. Para los casos más graves, que requieren internamiento, la Junta de Andalucía dispone de 15 centros y prevé estrenar otro en Málaga el año que viene. Eso sí, las mismas fuentes destacan que la incidencia de la pandemia en 2020 ha desvirtuado estas cifras, que podrían variar cuando se presente el balance de 2021.

Según la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC) en España hay ya más perros y gatos registrados que niños empadronados, y Andalucía no es una excepción, por lo menos en lo que se refiere a sus capitales de provincia. La reciente Ley 4/2021, de 27 de julio, de Infancia y Adolescencia de Andalucía viene a blindar los derechos de un colectivo vital para el futuro de cualquier territorio, pero que ni siquiera en el caso del sur, históricamente entre los de población más joven de toda España, se escapa de la tendencia a la baja.

De todas formas, su mayor peso poblacional hace que prácticamente uno de cada cinco españoles menores de 18 años viva en Andalucía. ¿Pero cómo es la infancia en Andalucía? Estas 10 claves nos permiten tener una aproximación, mediante una recopilación de los datos más recientes, a su realidad, sus principales problemas, sus perspectivas de futuro.