Frío, viento, nieve y lluvias torrenciales. El paso de la borrasca ‘Isaak’ por Andalucía ha dejado un reguero de incidencias meteorológicas que ha tenido en el viento y la lluvia registrada a lo largo del litoral sus principales efectos. Las provincias de Huelva y Málaga concentraban durante las jornadas del martes 7 y el miércoles 8 de febrero las lluvias más intensas del episodio. Con el paso de las horas, algunos puntos de la Costa del Sol superaban los 100 litros por metro cuadrado, al tiempo que el fuerte viento de levante, con rachas puntuales de más de 70 km/h, dejaba mala mar y oleaje a lo largo de la franja mediterránea.
El tiempo en Andalucía va a dar un nuevo cambio durante los próximos días. El fin de semana va a dejar atrás la inestabilidad causada por la borrasca ‘Isaak’ y recuperará de nuevo los cielos despejados en la mayor parte del territorio. Con el centro de la baja adentrándose sobre el Atlántico, la dorsal anticiclónica volverá a hacerse con el dominio de la atmósfera peninsular, al menos hasta comienzos de la próxima semana. Con el regreso de las altas presiones volverá la estabilidad atmosférica, y con ella, las temperaturas también recuperarán valores similares a los del pasado fin de semana.
No obstante, el fin de semana comenzará aún revuelto en algunas zonas de la región. La presencia de flujo de levante en capas bajas de la atmósfera se notará aún por la presencia de fuerte viento a lo largo del litoral mediterráneo y atlántico durante las jornadas del viernes 10 y el sábado 11 de febrero. El viento será especialmente intenso en la vertiente atlántica del Estrecho, donde podrán alcanzarse rachas de más de 90 km/h. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología ha activado el aviso naranja por fuerte viento y fenómenos costeros a lo largo de todo el litoral mediterráneo, la comarca del Estrecho, litoral y campiña gaditana.
Al margen del viento, Andalucía volverá a disfrutar de cielos poco nubosos o despejados durante el fin de semana. Solo en el extremo más oriental podrán registrarse aún algunos chubascos de poca importancia durante las jornadas del viernes y el sábado, que podrían ser de nieve a partir de unos 1.200 metros en las Sierras de Baza y la de Cazorla, Segura y las Villas. En el resto de la región, la escasa presencia de nubosidad servirá como ingrediente para que las temperaturas experimenten un moderado ascenso de entre 3 y 4 grados respecto a las de mediados de semana. Las máximas llegarán hasta el rango de los 17 a 19 grados a lo largo de las áreas litorales y la depresión del Guadalquivir, mientras que seguirán en valores relativamente bajos, de entre 8 a 12 grados en cotas medias de la mitad oriental y en Sierra Morena occidental.
Las temperaturas seguirán en ascenso durante el domingo 12 de febrero y los primeros días de la próxima semana. Para entonces, podrá superarse de nuevo la barrera de los 20 grados en el valle del Guadalquivir y algunos puntos del litoral almeriense. Las máximas más elevadas volverán a alcanzarse en la campiña sevillana, donde el termómetro podrá llegar hasta los 21 o 22 grados durante hasta la tarde del miércoles 15. Por su parte, las mínimas también vivirán un ascenso progresivo a lo largo de los próximos días, que pasarán de rondar los 0 a 3 grados durante el fin de semana en buena parte del interior de la región hasta los 5 a 10 grados entre las jornadas del lunes al miércoles.
La estabilidad anticiclónica que se espera para el fin de semana tendrá los días contados. Desde últimas horas del martes 14 de febrero se espera un importante cambio de tiempo en toda Andalucía. La llegada hasta el noroeste peninsular de una profunda vaguada atlántica irá acompañada del paso de un potente sistema frontal que dejará precipitaciones generalizadas durante la jornada del miércoles. Las lluvias podrán dejar acumulados medios superiores a los 20 litros por metro cuadrado, siendo de nuevo especialmente abundantes en el área litoral, donde podrían superarse los 50 litros en algunos puntos próximos al Estrecho.
Además, el paso del frente irá acompañado de aire frío en altura. Esto hará que las precipitaciones puedan ser en forma de nieve a partir de unos 900 a 1.100 metros de altitud al paso del sistema frontal. Las nevadas podrían ser especialmente copiosas en algunos puntos del interior oriental, llegando incluso a registrarse nevadas en algunas áreas particularmente pobladas como la vega del Genil o el altiplano granadino.
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