El Consejo de Gobierno en Andalucía ha aprobado este martes el anteproyecto de ley de Presupuestos Autonómicos para 2026, el cuarto y último de la legislatura, con más de 51.597,9 millones de euros. Casi una tercera parte (16.275 millones), como es habitual, lo acapara la Consejería de Sanidad, aunque este año viene especialmente dopada de fondos extraordinarios para amortiguar la crisis política de los cribados de cáncer de mama que ha golpeado duramente al presidente Juan Manuel Moreno.
Hace una semana, tras escuchar a miles de mujeres con cáncer de mama manifestándose en las calles y exigiendo su dimisión, Moreno admitió que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) sufre problemas estructurales graves, que toda la inversión millonaria y las cifras récord de recursos y personal que llevan años publicitando no han servido para arreglarlos. “No hemos logrado nuestro objetivo”, dijo el dirigente territorial, anunciando una “reforma estructural e integral del SAS”.
La portavoz de la Junta y consejera de Hacienda, Carolina España, ha explicado que esa reforma requerirá un análisis más profundo y a largo plazo, pero ha defendido que “un presupuesto expansivo” ayudará a acometer esos cambios.
El escándalo de los cribados de cáncer, que estalló hace un mes y se ha cobrado el cese fulminante de la ya exconsejera de Salud, ha obligado al Ejecutivo andaluz a rehacer las cuentas tal y como que tenían previsto presentarlas este miércoles. El rediseño de los números se precipitó ante la alarma social desatada. La partida sanitaria se ha beneficiado de esta crisis política, que los de Moreno han tratado de amortiguar anunciando 100 millones extra y una oferta de empleo de más de 4.000 plazas consolidadas para el sector clínico.
“El presupuesto de la gente”, lo ha bautizado España, encadenando el más, más, más, más y más: más gasto sanitario, más contratos, más recursos para sanidad, dependencia y educación, más ciclos de FP y guarderías gratis a partir de dos años (11.186,4 millones). Las políticas de vivienda reciben también un fuerte impulso, con 763,3 millones de euros, un 38,7% más que en 2025, incluyendo los fiscales en vivienda (460 millones).
Más de todo, menos impuestos, que bajan como marca de la casa liberal que abandera el Gobierno de Moreno, convencido de que a menos tasas, más recaudación porque la gente gasta más. El volumen presupuestario -el más elevado en la historia autonómica- es toda una plataforma electoral para el presidente, cargada de promesas con cifras concretas para funcionarios, autónomos, guarderías, universidades, etc... La partida destinada a inversión pública, que se congeló en las cuentas del presente ejercicio, alcanzarán los 6.413,8 millones de euros, un 10% más que en 2025.
La previsión de crecimiento de los Presupuestos andaluces es del 2,3% del PIB, con una generación de empleo de 85.750 puestos de trabajo a finales de 2026. De confirmarse, la tasa de paro en Andalucía caería por debajo del 14%, la más baja desde el tercer trimestre de 2007, antes de la gran recesión económica. Los números de la Junta incluyen la contratación de 4.371 sanitarios y 3.459 docentes.
Las cuentas crecen un 5,6% respecto al actual ejercicio 2025, esto es, 2.726 millones más. La consejera de Hacienda asegura que este repunte se ha hecho gracias a una mayor recaudación -fruto del ciclo de economía al alza que beneficia a todo el país- pero sin subir impuestos, ya que el Ejecutivo de Moreno acumula ocho rebajas fiscales consecutivas, incluidas las últimas deducciones anunciadas hace un mes por la compra o adopción de una mascota, para la cuota del gimnasio, para la compra de alimentos para celíacos, la ampliación de la deducción para el alquiler de jóvenes y mayores, y la ayuda de 200 euros por el nacimiento de un hijo.
Son las cuentas de 2026, año electoral, con incremento de gastos en todas las partidas, casi el 77% se apoya en recursos propios de la Junta y sólo un 6% de financiación finalista del Gobierno central, al que la consejera de Hacienda ha vuelto a reprocharle que castigue las arcas públicas andaluzas.
El Ministerio de Hacienda, que pilota la líder del PSOE andaluz y candidata a la presidencia de la Junta, María Jesús Montero, hace otra lectura de las cuentas andaluzas, imputándose la autoría del 80% del incremento del presupuesto andaluz para 2026. De los más de 2.700 millones que aumentan los números de la Junta el próximo ejercicio, 2.105 millones se deben al aumento de los recursos que en 2026 recibirá Andalucía del Gobierno de España. El total de recursos del Estado para la Junta pasa de 28.705 millones a 30.810 millones.
El 64,4% del aumento del presupuesto se soporta sobre cuatro pilares: mil millones más para sanidad, 284 millones más para educación, 296,7 milllones más para dependencia y 213 millones más para vivienda. El gasto no financiero, el que se dedica a sufragar las políticas públicas (excluyendo los préstamos), crece un 5,8%, algo más que el global de las cuentas autonómicas.
La Junta sigue generando deuda pública y destina una parte importante del Presupuesto a pagarla. La consejera no ha dado esa cifra, pero sí ha recordado que será la primera vez, desde la crisis económica de 2007, que Andalucía prescinda de los mecanismos de financiación del Estado para acudir exclusivamente a los mercados privados a pedir los préstamos de amortización de deuda.
En 2026, como ya anunció Moreno, la Junta pretende financiarse sólo a través de los mercados privados y dejará de depender de los mecanismos de financiación del Estado. Fue una respuesta del Gobierno andaluz a la oferta de quita de deuda de 19.000 millones de euros del Ministerio de Hacienda, que la Junta considera un chantaje y un traje a medida para el independentismo catalán, que negocia con el Ejecutivo de Pedro Sánchez una “financiación singular”.
El Presupuesto 2026 se ha elaborado bajo una previsión de equilibrio presupuestario (déficit cero) y con una estimación de crecimiento del PIB andaluz del 2,3%, cifra avalada por la AIREF.