Denuncian el plan para instalar 25 macrogranjas en Aragón que consumirían casi 800 millones de litros de agua

Lo que empezó como proyectos individuales de macrogranjas en varias localidades de Teruel ha resultado ser un gran plan de la empresa italiana Pini para instalar 25 macrogranjas de cerdos en Teruel y Zaragoza. El proyecto completo es equiparable en su impacto ambiental a 180.000 cerdos de cebo y supone de golpe un aumento del 2% de la cabaña de Aragón, actualmente de 9.903.577 cabezas según el Ministerio de Agricultura.

Desde Ecologistas en Acción y Stop Ganadería Industrial han presentado alegaciones ante el INAGA contra este proyecto, que consideran un peligro para el territorio: “El Gobierno de Aragón tiene que ser consciente que una cosa es favorecer al sector primario de la gente ganadera que se ha quedado en su pueblo y otra cosa es animar a una empresa multinacional muy controvertida a traer 25 proyectos a esta zona, esperamos pararlo”, expone Nacho Escartín, portavoz de las plataformas. Han presentado alegaciones al conjunto y a cada una de las instalaciones: “Pedimos al INAGA que no evalúen separadamente cada uno de los proyectos, aunque también hemos presentado alegaciones de forma individual porque están mal hechos. No estamos en contra del sector primario, pero hay otras formas de producir carne que son beneficiosas”.

Se estima que de esas 25 instalaciones salgan anualmente 1.729.200 lechones para ser cebados en macrogranjas de engorde. Las 25 macrogranjas estarán ubicadas en siete municipios de Teruel (Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alloza, Andorra, Calanda, Castelnou e Híjar) y dos de Zaragoza (Almochuel y Sástago). Cada una tendría una capacidad para 2.620 cerdas madres con sus lechones hasta 20 kg, 540 reposición y 6 verracos. Individualmente, cada macrogranja supone una carga ganadera de 863 UGM (unidades ganaderas mayores), que equivalen a una macrogranja de 7.200 cerdos de cebo, el máximo permitido.

Actualmente, se están tramitando dos proyectos del total de los 25, en Valmuel, pedanía de Alcañiz, a kilómetro y medio del núcleo urbano. La organización Stop Ganadería Industrial ha presentado alegaciones ante el Gobierno de Aragón a estos dos proyectos “con base en un presunto fraude de ley por el fraccionamiento de lo que en realidad es un único proyecto con el objetivo de eludir los límites máximos permitidos. También se alegan riesgos para la salud y el medio ambiente, discrepancias entre los solicitantes y los promotores de los proyectos y posibles errores o falsedades en los datos aportados por el promotor”, explican las organizaciones en una nota de prensa.

Según los datos de la propia empresa, estas macrogranjas supondrían consumir 797 millones de litros de agua, 434.610 metros cúbicos de purín o 412.149 kilogramos al año de metano. Las organizaciones ecologistas denuncian que 24 de las 25 macrogranjas previstas se quieren asentar sobre zona de protección de aves, y dos directamente sobre zona ZEPA (zona de especial protección de aves) argumentando que tanto las explotaciones como el abonado de purines no son inconvenientes para las aves protegidas como el cernícalo común. Una también en el área del río Regallo y a 47 metros de Dominio Público Hidráulico.

El tema se trató en el pleno del Ayuntamiento de Alcañiz del pasado 5 de mayo, cuando la concejal de IU, María Milián, pregunto al alcalde al respecto. Milián explicó que, cuando hace meses se les informó del plan de instalar dos granjas en el término municipal de Alcañiz, no sabían que pertenecían a este gran proyecto. “Supondría un impacto ambiental, social y económico sin precedentes en nuestra zona, hablamos de un modelo de ganadería industrial altamente intensivo que compromete nuestros recursos hídricos, calidad del aire, biodiversidad, atractivo turístico, la calidad de vida de nuestros habitantes”.

Ante la pregunta de Milián, el alcalde Miguel Ángel Estevan, negó que supiese cuando informó del tema que el plan consistía en 25 macrogranjas. Aseguró que se preocupa de su término municipal y remite a lo que consideren los técnicos del INAGA, el organismo que tiene que autorizar la viabilidad. “No voy a entrar en detalles, me fio de los técnicos y tengo que decirle que bienvenida sean todas las empresas que cumplen los requisitos que marca la ley. Cuando vinieron a verme comentaron de otras granjas en el territorio, no indague mucho más”, expresó.

Una empresa “controvertida”

La promotora de estos proyectos es Litera Meat SLU, que gestiona el mayor matadero de España (Binéfar), con ocho millones de cerdos sacrificados al año. Dicha empresa forma parte del grupo italiano PINI. Tal y como recogen desde Stop Ganadería Industrial, su máximo responsable, Piero Pini, “ha estado acusado en numerosos escándalos de diversa índole: financieros por defraudar a la Hacienda pública de Polonia por más de 8 millones de euros, por agresión sexual, por sobornar a un abogado, o por vulnerar sistemáticamente los derechos de los trabajadores”.

El proyecto anuncia la construcción de plantas de biometano asociadas. Stop Ganadería Industrial considera estas plantas “de muy dudosa efectividad dado que los purines de cerdos contienen una cantidad de metano muy limitada, no así de nitratos, que son los principales contaminantes y amenazas para el agua potable de la zona”. Desde 2016 48 municipios de Teruel y Zaragoza han superado el nivel de nitratos a partir del cual no es potable el agua de consumo, 50 miligramos por litro, según las analíticas del SINAC-Ministerio de Sanidad.

Desde Stop Ganadería Industrial denuncian “que mientras otros países europeos dan ayudas al desmantelamiento de macrogranjas debido a la contaminación de nitratos que supone, las zonas rurales de España se siguen convirtiendo en territorios de sacrificios donde se implantan empresas que no crean apenas empleo y tienen un alto impacto en los recursos naturales y en el bienestar de la población”.