Las adversas condiciones meteorológicas registradas en las últimas horas en Asturias obligaron a suspender temporalmente -desde la tarde de ayer hasta el mediodía de hoy- las labores de búsqueda de Tomás Rodríguez Villar, “Tomasín”, en el pueblo de La Llaneza, en el concejo asturiano de Tineo.
Una leve mejoría en el tiempo ha permitido a los equipos de emergencia retomar de nuevo las tareas de rastreo que se extenderán a lo largo de 11 kilómetros: desde La Llaneza, en el concejo de Tineo, hasta La Espina, en el concejo de Salas.
El tiempo condiciona la búsqueda
La Guardia Civil de la Zona/Comandancia de Asturias ya avanzó, a media tarde de ayer, que los equipos de emergencia se retiraban debido a la mala climatología que impedía continuar a los efectivos desplegados por las inmediaciones y no estaba previsto que se reanudara hasta que la situación climatológica mejorara.
A primera hora de este jueves se descartaba retomar los trabajos de búsqueda al empeorar las condiciones meteorológicas en las últimas horas, con fuertes precipitaciones y rachas de viento que dificultaban la visibilidad a los equipos de emergencia, tal y como confirmaba el 112 Asturias.
La movilización
Sin embargo, este mediodía, el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) anunciaba que una mejoría en las condiciones meteorológicas había permitido la reactivación del dispositivo de búsqueda.
El Jefe de Bomberos de la Zona Suroccidental así lo había decidido, por lo que se procedió de nuevo a la movilización de los efectivos de Bomberos del parque tinetense e Ibias, la Unidad de Drones y la Unidad Canina y se informó a la Guardia Civil y a la Guardería de Medio Natural.
En principio está previsto que a lo largo de la jornada de hoy se rastree la zona que discurre desde La Llaneza hacia La Espina.
La denuncia de un familiar
El operativo especial se desplegó el pasado martes tras la denuncia de un familiar de “Tomasín” que carecía de noticias suyas desde finales de octubre.
Tras dos jornadas de búsqueda, no se ha conseguido dar con su paradero a pesar del amplio despliegue de medios aéreos y terrestres movilizados tanto por la Guardia Civil como por el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA).
Entre otros, se han desplegado por las inmediaciones de La Llaneza la Unidad de drones, un helicóptero, perros especializados en rastreos y los especialistas de los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Mieres, Seguridad Ciudadana y Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y Bomberos.
Alta vulnerabilidad
A pesar de que “Tomasín” es mayor de edad -tiene 55 años- y es un hombre libre desde 2017 cuando abandonó el Centro Penitenciario de Asturias, donde cumplió una condena de seis años de cárcel por la muerte de su hermano Manuel, se le busca debido a su alta vulnerabilidad.
Una de las dificultades a las que se enfrentan también los equipos de emergencia es la gran facilidad con la que siempre se movió por el monte, adonde huyó en 2011 nada más cometer el crimen. En aquella fecha, permaneció huido durante 53 días, en los que era buscado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
El miedo insuperable a su hermano
“Tomasín” había reconocido, en septiembre de 2011, que había matado con una escopeta de perdigones que él mismo había fabricado a su hermano Manuel durante el juicio celebrado ante un tribunal del jurado en la Audiencia Provincial de Asturias, en Oviedo. Alegó que lo hizo porque la víctima era muy violenta y le maltrataba habitualmente. Decía que “si no le mataba, le mataba su hermano a él”.
En el veredicto, dictado en 2014, se recogía que el homicidio había sido cometido “en legítima defensa ante el miedo insuperable” que tenía hacia su hermano, a lo que se unía “un coeficiente intelectual límite”.
Escondido en el monte
Tras 53 días fugado, fue detenido e ingresó en la cárcel de Asturias, donde se ocupaba de cuidar el huerto y donde se sentía más cómodo, ya que apenas se relacionaba con otros internos y era muy parco en palabras.
Desde que volvió a La Llaneza, tras cumplir la condena, se mostraba “decaído”; un estado de ánimo que unido a la falta de noticias sobre su paradero ha sembrado de inquietud y preocupación a unos familiares que viven actualmente pendientes de su localización.