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Juzgan a dos hombres por una pelea a puñetazos y navajazos en el Hospital Central de Asturias por la misma novia

Pilar Campo

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Carlos M.Q. y Luis Ángel O. N. no se habían visto en su vida ni se conocían por referencias, pero tenían en común que salían con la misma chica, aunque ninguno de los dos lo sabía. Al igual que en la película 'Mari (dos)' que protagonizan los actores Paco León y Ernesto Alterio, ambos coincidieron en el hospital, el pasado 19 de enero, adonde acudieron para interesarse por el estado de su novia, que acababa de sufrir un grave accidente en la Ronda Sur de Oviedo. Pero no se trataba de ninguna comedia, ni de ficción. Este viernes se sentaron en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal 2 de Oviedo por las lesiones que se produjeron en una mutua agresión. El juicio ha quedado visto para sentencia.

El primero en declarar ha sido Carlos M.Q. Según su relato, el 19 de enero se encontraba junto a su suegra en la sala de espera de Urgencias mientras aguardaban a que los médicos les informaran sobre el estado de su novia Marta cuando apareció Luis Ángel O.N. Sostiene que, sin mediar palabra, empezó a propinarle puñetazos hasta que cayó al suelo donde, tras colocarse encima de él, siguió golpeándole.

“Fue todo muy rápido. Él llegó, no me pidió explicaciones, ni me dijo nada. Empezó a golpearme y yo sólo quería salir de esa situación. Nos peleamos y no sé ni cómo saqué una navaja del bolsillo. Supongo que fue por supervivencia. Mi intención era apartarle, no matarle”, argumentó ante la magistrada.

“Él sacó la navaja pero no era para defenderse porque ya había acabado la pelea”

Luis Ángel O. N. ha dado una versión diferente. Según su declaración, él acudió al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras recibir una llamada de una excompañera de trabajo que le comunicaba que Marta, la chica con la que llevaba ocho años de relación, había sufrido un accidente muy grave y estaba en la UCI. Según su versión, en el hospital se dio cuenta al ver a su suegra sentada junto a otro joven que la que consideraba su novia les tenía engañados a los dos.

“Ví a mi suegra en la sala de espera y le pregunté quién era él -en referencia al otro acusado- porque no le conocía. Me dijo que era su novio y que yo no tenía nada que hacer ahí. Yo llevaba ocho años con Marta y seguía teniendo relación con ella y no sabía de la existencia de otro novio. Esa persona con la que yo estaba tenía una doble vida”, dijo en alusión a su ya exnovia.

Luis Ángel O.N. ha reconocido que en ese momento perdió el control y reaccionó “de la peor manera posible” al emprenderla a puñetazos contra el otro acusado en el rostro, aunque ha negado que la agresión se produjera con él en el suelo. Varios familiares de otros pacientes que estaban en ese momento presenciando la escena en la sala de espera les sujetaron para separarlos.

El acusado ha insistido en que él en ese momento creyó que ya había acabado el incidente, cuando Carlos M.Q empezó a amenazarle a gritos, por lo que él salió al pasillo siendo perseguido por el otro acusado con la navaja en la mano. Ha declarado que él se refugió en una sala anexa que estaba en obras y cogió unas maderas que no llegó a utilizar para poder defenderse. Ambos forcejearon y él, al intentar quitarle la navaja, resultó con una herida en una mano. A continuación, Carlos M.Q. le apuñaló en un costado y enseguida llegaron los vigilantes de seguridad que redujeron a éste y lo desarmaron.

“Carlos le pinchó un poco para defenderse”, dice la suegra

La suegra ha dado su apoyo a Carlos M.Q., al único que considera que en enero era el novio de su hija. Ha explicado que Luis Ángel O.N. llegó a la sala de espera de la UCI y se encaró con él, le agredió a puñetazos mientras “Carlos se iba escurriendo de la silla y caía al suelo”. Y éste “le pinchó un poco para defenderse”.

Según su testimonio, ambos se persiguieron por el pasillo mientras ella les pedía “que pararan” y luego ella ya no vio más porque sufrió un ataque de ansiedad al ver que Luis Ángel O.N. cogía una placa -que no sabe si era “de hierro o de madera”- y con la que creyó que iba a darle en la cabeza a su yerno, aunque desde su perspectiva no pudo ver mucho más.

Un testigo que ha declarado a través de videoconferencia ha corroborado que Luis Ángel O.N. inició la agresión “con gran violencia” tras un breve intercambio de palabras con el otro acusado y que finalmente ambos se acometieron mutuamente. No obstante, el abogado Gonzalo Botas, que ejerce la defensa de Carlos M.Q., ha anunciado in voce que solicitará la nulidad del juicio por no haberle sido notificado el auto sobre la admisión o no de pruebas para que comparecieran en la vista oral otras personas que también fueron propuestos como testigos.

Del arrepentimiento a la justificación de autodefensa, las dos posturas de los acusados

La Fiscalía ha pedido una pena de cuatro años de cárcel para Carlos M.Q. por un delito de lesiones con armas o instrumentos peligrosos, con la agravante de reincidencia, a la que se ha adherido el abogado Jesús Alonso, que ejerce la defensa de Luis Ángel O.N.

El Ministerio Fiscal ha reclamado una multa de 5.400 euros para Luis Ángel O.N. por un delito de lesiones, mientras que el abogado Botas ha pedido que a este acusado se le impongan cuatro años de cárcel por la agresión sufrida por su defendido. La Fiscalía ha interesado además una medida de alejamiento entre ambos, de cinco años para el primero y de dos años para el segundo. Los dos letrados han reclamado la libre absolución para sus respectivos defendidos.

Luis Ángel O.N. ha aprovechado el turno de última palabra para mostrar su arrepentimiento y pedir perdón a Carlos M.Q. mientras que éste ha justificado su reacción en que “en ese momento tuvo que mirar por su seguridad”.