Sin agua corriente y con un solo baño para más de cien personas en Lanzarote, un colectivo denuncia la “degradación” de la acogida a migrantes en Canarias

“Estamos en Lanzarote. Nos encontramos en un garaje. Es difícil sobrevivir. No podemos lavarnos, compartimos baño con los hombres. Tenemos un solo baño para más de cien personas. Estamos incluso sin ropa. Ni comemos bien. Nos vemos obligadas a buscar ropa en la basura para poder vestirnos. Hace ya dos meses que estamos aquí”. El colectivo Caminando Fronteras ha publicado un vídeo en el que recoge el testimonio de una mujer denunciando las “degradación” de un espacio de acogida en un centro ubicado en Lanzarote.
En un comunicado, la organización Caminando Fronteras dice que las mujeres residentes en un centro de Lanzarote afirman vivir desde hace dos meses sin agua corriente (solo en las duchas) y compartir un solo baño con aproximadamente un centenar de personas. Además, carecen de conexión a internet que les permita comunicarse con sus familiares, las estancias no están divididas y aseguran que no se les ayuda a cubrir su necesidad de vestimenta.
El colectivo también asegura que se han producido expulsiones de personas migrantes de centros de acogida sin alternativa habitacional. La portavoz de la organización de defensa de derechos migrantes, Helena Maleno, explica que “una de estas personas, que se puso en contacto con nuestro colectivo, es B. C., nacional guineano que el pasado 24 de agosto denunció su salida de uno de los centros de acogida de la Cruz Roja de la isla de Tenerife. Sin alternativa habitacional y sin posibilidad de salir de la isla, había estado al borde de la muerte apenas unos meses antes, tras ver como muchos de sus compañeros morían en el mar. Ahora se encontraba totalmente desamparado al verse obligado a abandonar el centro en el que llevaba viviendo seis meses”.
En la nota, Caminando Fronteras recuerda que en el mes de junio se produjo otro caso: “Una mujer embarazada fue expulsada de un centro de acogida en Tenerife sin tener un lugar donde poder pasar la noche. En el lugar se vivieron verdaderos episodios de histeria colectiva ante el desentendimiento del personal del centro y tras la intervención de la Policía”. “Hemos documentado expulsiones de mujeres embarazadas que ven peligrar su salud física y emocional y la de su bebé ante el estrés que supone no tener un lugar donde ir”, añade Maleno.
Cambio de paradigma
A pesar de que desde 2019 la ruta migratoria canaria, una de las más peligrosas, se ha intensificado, Caminando Fronteras considera que continúa la descoordinación por parte de los países emisores y receptores de personas migrantes, que están más centrados en el control migratorio que en la protección de la vida de las personas. A esto se suma la precarización de Salvamento Marítimo, que ha reclamado más medios para evitar tragedias (solo en agosto, 127 personas han perdido la vida o han desaparecido en la ruta atlántica). “
“Debe haber un cambio de paradigma en el sistema de acogida de las Islas. Muchas de estas personas han pasado por el fuerte trauma del proceso migratorio que les obligó a ser testigos de muertes de compañeros y seres queridos. Así, no solo no tienen ningún tipo de apoyo psicosocial, sino que se enfrentan a las duras condiciones del sistema”, afirma Maleno.
Sistema de acogida digno y traslados a territorio continental
Por todo ello, la organización pide al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y a la Secretaria de Estado de Migraciones que asuman su responsabilidad con estas personas. Además, apelan al Ministerio de Igualdad para proteger la vida y la dignidad de las mujeres migrantes y a la Dirección General para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial para asegurarse de que el sistema de acogida no sea atravesado por el racismo institucional.
El colectivo también ha señalado la importancia de “la solidaridad de las Comunidades Autónomas para permitir traslados a la península cuando el sistema de acogida canario no pueda asumir la carga de todas la personas migrantes, ayudando así a proteger la vida y la dignidad de las personas que ponen en riesgo su propia vida para buscar un futuro mejor”.
0