Denuncian ante la fiscalía a un futbolista juvenil y su padre por un posible delito de xenofobia contra un árbitro
El Comité de Competición de la Federación Insular de Fútbol de Las Palmas (FIFLP) ha trasladado a la Fiscalía Provincial el expediente de sanción a un jugador juvenil del CD Achamán, de Santa Lucía de Tirajana, ante la posible comisión de un delito de xenofobia contra el árbitro de origen árabe Mohamed Azirar Azzouzi.
Los hechos que han dado lugar a la sanción y su traslado a la vía judicial se basan en el acta del partido Balos B-Achamán (de la Liga Preferente Juvenil de Gran Canaria). A tenor del informe, el colegiado fue objeto de comentarios xenófobos en dos momentos del encuentro, según recogió este jueves el digital Fútbol Las Palmas.
El primero se produjo cuando se dirigía al vestuario al término de la primera parte. Una persona, identificada por el presidente del propio CD Achamán como padre del jugador visitante J.M.S. (expulsado en el minuto 44) profirió insultos racistas al colegiado.
El segundo incidente fue en el minuto 10 de la segunda mitad, cuando los insultos a Azirar Azzouzi se realizaron desde el exterior del campo de juego. Dos agentes de la Policía Local de Santa Lucía de Tirajana intentaron identificar a los autores de los descalificativos, aunque no lo lograron tras huir estos de la instalación deportiva. Los presuntos protagonistas fueron el propio futbolista y, de nuevo, su padre.
El órgano disciplinario de la FIFLP remitirá copia de las actuaciones a la Fiscalía Provincial de Las Palmas ante la eventual comisión de un presunto delito tipificado en el artículo 510 del Código Penal, que hace referencia a los delitos cometidos “con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizadas por la Constitución”.
El Código Penal castiga con pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses a quienes públicamente “fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia” contra una persona por motivos racistas, antisemitas o la pertenencia a una etnia, raza o nación.
El futbolista ya ha sido sancionado en la vía deportiva con ocho meses de suspensión después de que la FIFLP lo considerase responsable de una infracción muy grave del artículo 46.3 del Reglamento Disciplinario de la Federación Canaria de Fútbol. Este precepto señala como punibles “declaraciones, gestos e insultos que fueran proferidos en las instalaciones deportivas o en sus inmediaciones que supongan un trato manifiestamente vejatorio para cualquier persona por razón de su origen racial, étnico, geográfico o social, así como por la religión, convicciones, capacidad, sexo u orientación sexual”.
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