El Tenerife se despide del sueño de Primera
El sueño duró 36 minutos, el tiempo que tardó el Getafe en poner el 3 a 1 para subir a Primera. El Tenerife no pudo darle la vuelta al marcador a pesar de intentarlo con todo hasta el último suspiro ante un rival que acabó parapetado atrás, despejando todo lo que le llegaba y quitándole tiempo al reloj cada vez que podía.
Un ritmo frenético se instauró desde el comienzo de un encuentro que iba a marcar toda la temporada en el transcurso de los 90 minutos en el Coliseum Alfonso Pérez. El Tenerife avisaba primero, consiguiendo un corner que quedaba en nada.
Pero en casa, el Getafe fue tratando de tomar el control del partido a base de ofensivas. En el minuto 8 Camille derribaba a Jorge Molina en un penalti claro que el colegiado no señaló.
Inmediatamente después, tras el saque de esquina, Faurlín le devolvía la moneda del partido de ida a los isleños y ponía el primero en el marcador. A partir de ahí el encuentro entró en una fase de locura.
Solo cuatro minutos después, Pacheco desde fuera del área ponía el segundo ante el éxtasis del público madrileño. La ilusión del CD Tenerife quedaba congelada durante unos instantes al ver que en los primeros instantes del partido el Getafe les arrebataba el sueño.
A pesar de los golpes, los de Martí no se vinieron abajo y, en la primera llegada, el acierto les sonrió. Un mal despeje de Gorosito cayó en Vitolo que la puso hacia la izquierda, para Gaku Shibasaki. El jugador nipón sirvió una pelota a Lozano para batir en el área chica a Guaita.
A pesar del dominio de los azulones, el Tenerife volvía a jugar con la ventaja de saberse equipo de Primera División y los locales se veían obligados a no bajar la intensidad para conseguir el objetivo.
Tras unos minutos de tregua, con el Tenerife agazapado atrás y buscando la contra, los de Bordalás seguían diciendole a los isleños que estaban jugando con fuego. En el 25' insistían por la banda derecha con Portillo haciendo mucho daño entre líneas. Un minuto después, Dani Hernández desviaba a corner un disparo de Chuli.
Y el fuego quemó. Portillo ponía un gran pase para Jorge Molina, que le dejaba prácticamente solo para batir al guardameta blanquiazul, pero este conseguía parar el disparo, que quedó suelto en el área y, ante una defensa totalmente descolocada, Pacheco llegaba con todo para mandar el balón a las redes.
El Getafe volvía a estar en Primera, pero no bajó el ritmo y siguió metiendo al Tenerife en su campo, dejándole sin opciones de sacar el balón. Las estadísticas daban más del 50% de posesión a los locales, que habían disparado seis veces entre los tres palos, de un total de diez tiros a puerta, por uno solo de los isleños, que ofensivamente se limitaron a meter balones en largo a Amath y a Lozano.
Tras la reanudación el guión no cambiaba a pesar de los intentos de Martí, que ponía a Aaron Ñíguez y a Tayron por Gaku Shibasaki y Suso Santana respectivamente antes del minuto 60. En esos quince minutos, el Getafe siguió asaltando los dominios de Dani Hernández, quien evitó un disparo de Faurlín con un paradón a mano cambiada.
Los de Martí seguían con la misma estrategia: balones en largo a las carreras de Amath, que en el 66' cazaba una, la más clara, para poner un pase cruzado demasiado largo que Lozano no pudo alcanzar.
Y, llegando a los últimos 20 minutos, la historia cambió. Un choque de cabezas acabó con Chuli en el suelo mientras el Tenerife seguía jugando. Aarón conducía la pelota pero Sergio Mora lo derribaba con una entrada muy dura. Todas estas acciones acabaron con un cambio en las filas de los locales (Chuli por Álvaro) y una amarilla a Mora, quien también era sustituido posteriormente por Lacen.
A partir de entonces, el Getafe decidía parapetarse atrás jugando con el marcador a favor y buscaba constantemente parar el juego. Los isleños, con Aarón y Tayron bajando a recibir, tenían la iniciativa del partido y, con más presencia en el centro del campo, llegaban una y otra vez ante un equipo que se limitaba a despejar.
A oleadas, en un acoso y derribo constante, los de Martí lo intentaban con todo mientras el Getafe respiraba aliviado con cada ocasión que conseguían evitar.
Y en el 85' llegó una jugada que pudo cambiar la historia: Tayron disparaba desde dentro del área un balón que desviaba Guaita y el rechace lo cazaba Amath, que fallaba a la primera y, a la segunda, en otro rechace, decidió hacer una chilena sin ver a Jouini, que tenía la pelota de cara.
Después de siete minutos jugados tras el 90', con varias ocasiones más para los de Martí, el árbitro pitaba el final y el Getafe fue el elegido para subir a Primera, mientras el Tenerife debe quedarse otro año en Segunda.