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El Tenerife evita en Oviedo tres derrotas seguidas antes del derbi

Mellot corta ante Viti

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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Tenerife y Oviedo cumplieron el presagio de partido inane en las vísperas del segundo derbi del curso, al que el equipo de Ramis llegará –es de suponer– con otra propuesta y un ánimo distinto. De la visita de este viernes al Tartiere cabe concluir que le echó el cierre a jugar con otro objetivo que no sea la permanencia matemática lo más pronto posible. ¿Un resumen a la corta? un punto de los nueve últimos y un mes sin goles.

Pudo argüir el Tenerife, en otro escenario, el mérito de dejar su puerta a cero y volver a casa invicto. El problema es que el Oviedo de Cervera anda aún más urgido, frenado después de que se haya agotado el efecto del técnico como relevo de Bolo y marcando el límite de la zona de permanencia. Visto así, el 0-0 revela que el Tenerife ya ha renunciado al riesgo si le toca abrir el calendario de la jornada, no vaya a ser que lo que pueda perder hasta el lunes le genere más excitación.

Aceptando que no todos los partidos merecen el mismo vértigo, unos y otros se entregaron a este guion tan repetido de esta Segunda División tan previsible. A meterle un punto más de distancia los carbayones a la Ponferradina, a evitar una tercera derrota seguida antes del clásico los de Ramis. Jugaron con el punto de exigencia suficiente para anular las escasas virtudes que adornan a este Oviedo y con eso podía esperar como mucho un tropiezo.

El técnico sorprendió con la ausencia en el once de Nacho –con Mellot a pierna cambiada– e Iván Romero, repitió titularidad para Corredera y devolvió de salida de Elady tirado a la banda siniestra. Las permutas no mejoraron al Tenerife, porque la distensión fue colectiva. Si acaso, confirmaron que Waldo es un futbolista que no funciona a ritmo de diesel y que Elady atado a la segunda línea y por fuera puede llegar a opacar al buen delantero que es.

Hasta que la entrada de Teto –el chico se ahorró en el banquillo 75 minutos bochornosos– lo llevó como segundo punta con Garcés, a Elady se le apareció lo más habitual cuando juega pegado a la banda. Lento en los controles y errado en la toma de decisiones. Cumplido el cuarto de hora, robó tras una de las cuantas pifias de Costas en los despejes, condujo la contra y cuando caído en el área le cerraron el remate se sacó un pase fofo para Gallego, mientras Mellot aparecía libre de marca por el flanco opuesto.

Esa vuelta concedida por el Oviedo y dos remates de Gallego fue toda la producción ofensiva destacable del Tenerife. El primero (m.32), aprovechando el balón que le entregó Garcés en la frontal ganando una pugna a Costas. Gallego se proyectó mal y le salió un tiro al segundo graderío. De vuelta de la pausa (m.47), le pegó limpio en el área, pero se encontró una malla de oviedistas aculados por delante de Braat y el balón acabó en saque de esquina.

Explicada la magra eficacia –igualada, también esto, por los remates de Bastón (m.20) y Manu Vallejo (m.53) que despachó sin mancha Soriano–, quedó un partido para los sobreros que jugaron obligados los titulares. Aquí el balón y en medio dos equipos con más querencia a romperla, jugarla a cabezazos o colocarla en terreno baldío que al buen trato. El Oviedo fue (poco) eficaz con los centros al área y el Tenerife convino en sacarla mal jugada desde el área y en evitar después que de los duelos perdidos detonara una bomba.

Solo la insistencia de Vallejo en la primera mitad para dar un punto de cordura tratando de asociarse por dentro con Bastón, como el punto de empuje de Viti arrancándose a la conducción tras el descanso variaron algo el discurso monótono del equipo de Cervera. El Borja Sánchez aparecido luego se resguardó en línea con los medios –un remedo del extremo que es– y la entrada de Enrich con el partido casi muerto dio para nada.

El Tenerife del segundo acto fue aún más estéril. Mellot quiso meter una marcha más en lo que al resto le rascaba la caja de cambios, Corredera acabó exhausto y los cambios de Ramis (incluida una vuelta de minuto y pico de Larrea, ya en tiempo de alargue) cambiaron nada: Iván Romero en su peor versión y Teto con la misma inanidad que el resto, por más que se guarda de perder el balón mejor que la mayoría.

(0) REAL OVIEDO: Braat; Lucas, Costas, Dani Calvo, Bretones; Viti, Jimmy (Montoro, m.33), Luismi, Hugo Rama (Sergi Enrich, m.84); Manu Vallejo (Borja Sánchez, m.73) y Borja Bastón.

(0) CD TENERIFE: Soriano; Aitor Buñuel, Sipcic, José León, Mellot; Waldo (Iván Romero, m.60), Álex Corredera (Larrea, m.90+1), Aitor Sanz, Elady; Borja Garcés y Enric Gallego (Teto, m.76).

ÁRBITRO: Iosu Galech Apezteguia (Comité Navarro). Amonestó a Luismi (m.42), Montoro (m.52) y Borja Bastón (m.84); y a los visitantes Aitor Sanz (m.71), Sipcic (m.72), Soriano (m.74) y Borja Garcés (m.77).

INCIDENCIAS: Partido de la trigésimo primera jornada de LaLiga SmartBank disputado en el estadio Carlos Tartiere ante 15.588 espectadores, con cerca de ochenta seguidores del Tenerife.

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