Inasequible al desaliento
Sonaba a rebato en el Estadio de Gran Canaria, con el CD Tenerife en pleno asalto (0-1) y con las manijas del reloj a un solo movimiento de un final infortunado (min. 95) para una UD Las Palmas vilipendiada por el árbitro, cuando una pelota se descolgó del cielo y Marcos Márquez, aupado en el convencimiento y la fe que da un escudo y unos colores, la cazó en el segundo palo de la portería blanquiazul para marcar, empatar el derbi y reventar el recinto de Siete Palmas.
El gol de Marcos Márquez puso el punto final a un derbi rígido, vibrante y desprovisto de brillantez. Donde, además, el árbitro quebró los parámetros de igualdad empeñado en indultar a Manolo Martínez, que en menos de 10 minutos firmó dos aciones dignas de tarjeta roja: la primera con una patada terrible a Trashorras y luego por un codazo al propio Márquez. No midió, luego, con el mismo rasero a Samuel, expulsado en el minuto 40 por doble amarilla (una por protestar y otra por una falta a Nino).
Poco antes del acto de fe de la UD Palmas, en el minuto 86, Pablo Sicilia, formado en la cantera de a UD Las Palmas e hijo de un ex presidente del club amarillo, adelantó al CD Tenerife con un gol que no celebró. Lo hizo con un suave, pero dañino a más no poder, remate de cabeza en el segundo palo que trazó una parábola perfecta para batir a Santamaría. El tanto hizo efectivo el dominio del conjunto de José Luis Oltra, que con superioridad numérica, avanzó metros, se apoderó del balón y arrinconó a su adversario durante toda la segunda mitad.
El gol de Sicilia dio la sensación de dejar noqueado al conjunto amarillo, en inferioridad en todo: en el marcador, en efectivos y en fuerzas (tras resistir entero casi una hora de asedio). Pero esta UD Las Palmas no se rinde. Lo ha demostrado siempre en los últimos años: en la fase de ascenso a la Liga BBVA en 2006, el curso pasado en su empeño por no descender y esta temporada también en su tarea por lograr la permanencia. No da su brazo a torcer, no tira la toalla y no saca la bandera blanca ni a tiros. Y tanta cabezonería, tanto orgullo, le llevaron este sábado hasta el gol de Marcos Márquez y, sobre todo, a salvar su estampa en el derbi.
Tanta intensidad, tanta rivalidad, tanto desafío y, sobre todo, los goles se condensaron en 10 minutos, los últimos, disparatados. Pero antes se sucedieron un buen número de acciones que, ligadas unas a otras, llevaron a todo lo demás. Para tan apasionante conclusión pesó el perdón del colegiado a Manolo Martínez, su excesiva mano dura con Samuel, el buen planteamiento de José Luis Oltra y la falta de pegada del CD Tenerife.
Superioridad blanquiazul en la medular
Juan Manuel Rodríguez había adelantado que no habría sorpresas en la alineación de la UD Las Palmas. Y no se guardó el técnico grancanario ningún as en la manga. Apostó por los mismos once jugadores que la semana pasada ganaron en Motril al Granada 74. Pendiente de no quedar con las vergüenzas propias al aire en alguna contra blanquiazul, el equipo amarillo reforzó su defensa por ambas bandas y dejó menos protegida la medular, donde Cobas y Trashorras quedaron en inferioridad ante Ricardo, Manolo Martínez y Óscar Pérez.
Con igualdad de futbolistas sobre el campo, los dos equipos fueron efectivos al máximo exponente: se anularon mutuamente. Sin Samuel, la UD Las Palmas quedó a merced del CD Tenerife y sin la posibilidad de ejecutar su plan B: la entrada en cancha, durante la segunda mitad, de David González para apoderarse de la pelota y para poner en apuros al adversario. Pero tras la expulsión del central, todos los propósitos, bocetos y croquis para hincar el diente al contrincante saltaron por el aire y la Unión Deportiva se limitó a resistir, dar por bueno la suma de un punto e intentar rascar el premio gordo en alguna contra o en alguna jugada a balón parado.
El CD Tenerife, con viento a favor, arrinconó a la UD Las Palmas. Oltra acompañó a Nino con Arruabarrena y Cristo Marrero en ataque, pero a pesar del empuje, el equipo blanquiazul fue incapaz de pasar por encima del conjunto amarillo. Ni generó ocasiones claras de gol ni dio sensanción de dominio absoluto. Pero insistió hasta que pescó el tanto de Sicilia, una jugada que apuntaba a definitiva. Pero erró el cálculo. Con eso no fue suficiente para rematar a una UD Las Palmas inasequible al desaliento.
Ficha técnica
UD Las Palmas (1) CD Tenerife (1)
UD Las Palmas
Entrenador
CD Tenerife Entrenador
Árbitro
Goles0-1Pablo Sicilia1-1 Marcos Márquez.
Incidencias