Motivación especial entre los futbolistas canarios del CD Tenerife
Si en el CD Tenerife hay jugadores que vivirán de forma especial el derbi regional contra la UD Las Palmas del próximo sábado en el Estadio de Gran Canaria esos son Cristo Marrero, Ayoze, Pablo Sicilia, Héctor, Ricardo, Julio Hormiga e Iriome, los siete canarios del bando chicharrero.
Como suele ser tradición, el capitán y alma mater del CD Tenerife, Cristo Marrero, lleva la voz cantante en los días previos al clásico canario, y si hay algún despistado en el vestuario, él se encarga de meterlo en vereda.
En declaraciones a la web del club, Cristo subraya que el del sábado es “el partido más esperado, el soñado, por lo mucho que representa para el fútbol canario”, lo que hace que esta semana sea “totalmente diferente” a las demás.
Cristo dice llegar a la cita “con una motivación extra” y aconseja a sus compañeros de caseta “que disfruten al máximo de un día inolvidable”, si bien recalca que la rivalidad que existe entre chicharreros y canariones es “una rivalidad sana”.
Otro jugador con conocimiento de causa es Ayoze García, ya que ha militado en ambos bandos y se considera un privilegiado por poder “vivir desde dentro” este tipo de enfrentamientos.
Ayoze espera que “todo salga bien” y que “dentro de la deportividad se pueda ver un gran espectáculo”, y confía en sacar un buen resultado de la visita a Gran Canaria para dedicarle una alegría a la afición blanquiazul.
También Pablo Sicilia sabe cómo se vive el clásico de las islas en las dos orillas.
Grancanario de nacimiento y formado durante nueve años en la cantera de la UD Las Palmas, Sicilia tiene “unos sentimientos hacia el equipo amarillo”, si bien deja claro que ahora se debe al CD Tenerife y que aspira a puntuar en un partido que “no deja indiferente a nadie, incluso a los que no les gusta mucho el fútbol están pendientes”.
Héctor Sánchez habla de uno de los partidos “más bonitos de la liga” mientras que Ricardo León no pasa por alto la sensación que produce ver un campo lleno y “la tensión” de las horas previas, pero que cuando suena el pitido inicial “la cuestión es disfrutar”.
Emoción e ilusón
Uno de los jugadores de la cantera que últimamente se ha afianzado en el once inicial de José Luis Oltra es Julio Hormiga, quien aguarda el derbi “con mucha emoción y con ilusión”, y es que “cuando de pequeño iba al estadio sentía envidia de los jugadores”, confiesa.
Hormiga, agradecido por la fuerza que le transmiten los aficionados en la calle, ya tiene pensado qué haría en el caso de marcar un gol: “Se lo dedicaría a familia y a mi novia”.
De eso ya sabe Iriome González, autor de dos tantos en el derbi de la primera vuelta de la pasada temporada.
Para el de Icod de los Vinos “es difícil explicar lo que se siente en el campo, no se puede comparar a nada”, y reconoce que el próximo sábado “los dos equipos nos jugamos mucho”, ya que “quien gane va a salir muy reforzado en su moral”, alega.