Orgullo amarillo

Dos minutos después, los mismos protagonistas se asociaron para crear el tanto local. El gol de Juanma fue calcado al que le hizo la semana pasada al Sporting de Gijón. Saque de esquina, esta vez botado por Nauzet, que fue rematado de cabeza en el palo corto de forma inapelable por el de Vecindario tras adelantarse a los defensores.

El delegado del cuadro txuri-urdin pagó su pataleo con la expulsión. Posteriormente, corrieron la misma suerte Skoubo, que vio la roja en el minuto 90, al igual que el masajista del cuadro blanquiazul, el futbolista Xabi Prieto, cuando se encontraba en el banquillo, y los técnicos locales Juanito y Javier Vidales.

Intento baldío del conjunto txuri-urdintxuri-urdin

La Real Sociedad intentó darle una marcha más al partido. Frente suya, una Unión Deportiva bien resguardada en su campo y a la espera de clavar el aguijón al oponente. Con los visitantes a raya, los amarillos apenas pasaron apuros.

El público, con su incansable apoyo y desquiciado por la actuación del colegiado, insuflaba aire a unos jugadores exhaustos por el esfuerzo que estaban realizando. Los miembros del conjunto local pedían a gritos la llegada del descanso, a pesar de que seguían controlando el encuentro sin sobresaltos dignos de mención.

Tras la reanudación, lejos de recular, Las Palmas fue valiente y mantuvo una presión constante de la que no supo salir la Real Sociedad. Los espacios que dejaban los locales eran mínimos. La UD jugaba como equipo y eso le estaba dando resultado. En los dos primeros minutos, el colegiado ya había mostrado tres cartulinas amarillas, un aviso de que el trencilla no iba a tener piedad de nadie.

Chris Coleman, ante la inoperancia de los suyos, buscó la solución en el juego directo. Para explotar esa táctica dio entrada al larguirucho Skoubo -minutos despues saltaría al campo el goleador Díaz de Cerio-. El punta danés dio mucho trabajo a Capi y López Ramos, pareja de centrales de circunstancias, pero que este martes ofreció un excelente rendimiento.

Entre la mediocridad y un juego muy plano, la Real Sociedad dio un coletazo que a punto estuvo de significar la igualada (min. 60). Por fortuna para los anfitriones, Delibasic no estuvo fino tras un buen pase de Aranburu y, el mano a mano con Nacho González, envió el balón por encima del travesaño cuando el último escollo a salvar era el meta argentino.

El susto no hizo mella en los heroicos futbolistas amarillos, cada vez más cerca de firmar la gesta. Al contrario, la única ocasión de verdadero peligro que tuvo el equipo donostiarra fue contestada con un excelente zapatazo de Nauzet Alemán que encontró la espléndida intervención de Riesgo.

En el minuto 69, el joven Nacho Casanova sustituyó a un Kenji Fukuda que se había dejado el alma sobre la hierba. El atacante japonés fue despedido del terreno de juego con una sonora ovación. La afición amarilla, además de ser entendida, es agradecida, premiando con aplausos la casta y las gotas de sudor derramadas por el nipón... y por todos sus compañeros.

Los pupilos de Juanito supieron aguantar el resultado hasta el final. Más concentrada que nunca, con la lección aprendida del varapalo que sufrió ante el Sporting, la UD, ordenada y seria, supo manejar el partido. Los locales tuvieron la sangre fría en un tramo del encuentro en el que cualquier error hubiera sido una catástrofe después de tan tremendo desgaste.

Con el tiempo a punto de expirar, se produjeron algunos hechos negativos. El más significativo, la lesión de Juanma, nuevamente rindiendo a un alto nivel, que fue trasladado a un centro hospitalario tras recibir un fuerte golpe en el pómulo. Entre algún conato que otro de tángana, el árbitro, varios minutos después de cumplido el tiempo reglamentario, dio por finalizada la contienda.

Ahora tocaa pensar en el Ferrol, cita liguera a la que no acudirá Juanpa, que tendrá que cumplir sanción al ver la cartulina roja, y en donde Rafael Cristóbal, preparador físico de la Unión Deportiva, asumirá los galones en el banquillo al estar sancionados Juanito y Javier Vidales.

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