Cristofer Benítez ya luchaba por la gimnasia rítmica masculina antes de ser viral

Cristofer Benítez, en una competición

EFE

Santa Cruz de Tenerife —
6 de agosto de 2021 13:14 h

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 Cristofer Benítez lleva toda su vida reivindicando el avance de la gimnasia rítmica masculina. Lo ha hecho desde el lugar en el que mejor se expresa, la moqueta, y de la forma que más le gusta, que no es otra que la de ser fiel a su propio estilo en el que prima lo artístico por encima de cualquier otro aspecto de este deporte.

Lleva más de 15 años practicando gimnasia pero ni mucho menos ha sido un camino fácil: “Me he planteado dejarlo por ser chico, lo hemos pasado muy mal, hemos entrado en un mundo en el era impensable que hubiera hombres”, ha declarado el tinerfeño, que ha asegurado haber recibido vejaciones de entrenadoras e insultos por los pasillos de su instituto.

“Yo pensaba que no lo iba a conseguir pero quería que al menos mi presencia sirviera para que la modalidad avanzara”, ha apuntado.

La publicación la semana pasada de la patinadora rusa Tatiana Navka, que criticaba una actuación del tinerfeño con frases como “la gimnasia es un deporte femenino” o “mis hijos nunca verán esto” ha llevado a Benítez a convertirse en viral y a recibir infinidad de mensajes de apoyo.

“Estoy en una nube porque gracias a esto la gimnasia rítmica coge fuerza y sobre todo, la modalidad española”, ha apuntado el deportista en referencia a que en países como Japón se ha cambiado la versión masculina con la inclusión de aparatos distintos a los habituales con el objetivo de que prime la potencia frente a lo artístico.

Según Benítez, es esta modalidad la que buscan países como Rusia en la que se emplean aros pequeños o malabares y que para él es “una gimnasia con aparatos que no son de este deporte”.

El tinerfeño comenzó su andadura en la gimnasia tras pasar por otras disciplinas como karate, baloncesto, voleibol o baile. Después de practicar durante tres meses la gimnasia deportiva, decidió probar en el Evangym, el club de rítmica en el que entrenaba su prima.

“Cuando estaba en casa de mi prima, le cogía las masas y las cintas, un día fui al club y pregunté si podía probar, eso fue en 2005 y aquí sigo”, en el mismo equipo en el que no hubiera podido estar tanto tiempo si no fuera por el apoyo de sus entrenadoras Sandra Hernández y Ana Seco.

Gracias a que la federación autonómica de gimnasia de Canarias le dejaba competir participaba en los campeonatos femeninos de las islas y entre 2006 y 2008 logró participar en campeonatos de España, si bien a la hora de entregar las medallas se creaba una categoría para hombres, de forma que estos no estaban incorporados al completo en la competición.

2009 fue un año de inflexión y es que la Real Federación Española de Gimnasia eliminó de su reglamento la posibilidad de que los hombres participaran. Fue entonces cuando comenzó la lucha de Benitez y tras varias manifestaciones y el revuelo en los medios de comunicación, se creó el primer campeonato de España masculino que a día de hoy sigue siendo el único que existe en todo el mundo.

Pese a haber avanzado en individual, Benítez quería más. A partir de 2015 su lucha se centró en la creación de los conjuntos mixtos y justo antes del parón del covid-19 de marzo de 2020 pudo participar con el Evangym en el torneo nacional mixto.

“Para mí es reconfortante ver que he luchado por la gimnasia rítmica individual y mixta”, ha añadido el gimnasta que por encima de todo valora su lucha “por la aceptación artística del hombre”.

“Hay quien piensa que la femenina es la artística y que en la masculina lo importante es la potencia, de hecho, una de las críticas de Tatiana va por mi vestuario y lo único que yo hice fue ponerme una maya del Príncipe de Egipto que fuera acorde con la música”, ha insistido.

El tinerfeño no se cree un referente pero lleva toda su vida rompiendo barreras y es que además de todo lo anterior, sigue en activo con 31 años, algo poco habitual en un deporte en el que la retirada se suele producir antes y es entrenador.

“Nunca tuve un referente porque yo fui el primero, sí que compartí camino con otros compañeros pero soy el único que sigue en activo”, ha señalado.

La lucha prosigue para Benítez, que se centra ahora en los próximos pasos que puede dar la gimnasia rítmica masculina. Este deporte y la natación sincronizada son las dos únicas disciplinas que no tienen la doble representación masculina y femenina en los Juegos Olímpicos de Tokio.

“La natación ya tiene campeonato de Europa y han dado un pasito adelante con eso, nosotros todavía no y por ello dudo mucho que lleguemos a París 2024 creo que en 10 o 12 años se puede conseguir pero va a costar”, ha lamentado.

“Me encantaría ver la modalidad en unos Juegos, ya no estaré en activo ni seguiré como entrenador, pero me encantaría verlo por la televisión y decir qué orgullo, sobre todo porque en Canarias y en España podemos estar orgullosos de ser pioneros”, ha señalado. 

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