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Joaquín Blanco y Joel Rodríguez, dos regatistas en busca del mismo destino

El grancanario Joaquin Blanco compitiendo en Láser Stándar durante la primera regata en Río 2016. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Los regatistas de la clase Láser del Real Club Náutico de Gran Canaria (RCNGC) Joaquín Blanco y Joel Rodríguez entrenan a las órdenes de Jorge Angulo en el mar y Samuel Díaz en tierra con la mente puesta en lograr destacadas posiciones en eventos internacionales y estar presentes en la Olimpiada de Tokio 2020, donde solo podría participar uno de ellos.

El veterano Joaquín, ingeniero industrial de 27 años que concluyó su participación en los pasados Juegos de Río 2016 en 36ª posición en la citada clase, y el joven Joel, de 19 y estudiante de primero de Educación Física, ha reconocido a Efe que se benefician al realizar su preparación conjuntamente, pese a la rivalidad competitiva existente entre ambos.

Joaquín y Joel participaron recientemente en la World Series Sailing Cup de Miami, donde acabaron en los puestos 13º y 19º. Su técnico afirma que, pese a no quedar entre los diez primeros, detrás de esas clasificaciones hay un intenso y fructífero trabajo de un nutrido equipo respaldado por el RCNGC y la Real Federación Española de Vela (RFEV).

Un equipo al que se incorporará en breve una psicóloga, decisión que se apresura a apoyar Joaquín, “todo suma” y que así podrán controlar mejor los nervios, estarán más motivados y sabrán organizar mejor los entrenamientos para intentar conseguir sus objetivos.

El también grancanario Jorge Angulo, de 41 años e igualmente ingeniero industrial, fue técnico del RCNGC en diversas clases hasta 2004, y desde el 2005 forma parte de la nómina de entrenadores de la RFEV que realizan su labor en Santander.

“La clase Láser es durísima, muy física, y con un nivel competitivo muy alto. Ellos están trabajando mucho y navegando en diversos lugares. Este año iremos a Torrevieja, Palma de Mallorca, Santander, Francia. El trabajo está enfocado a que estén en los primeros puestos, y luego integrar la selección nacional caerá por su propio peso”, señala.

“Su reciente actuación en Miami no puede interpretarse en ningún caso como mala, ya que en esta clase estaban los 50 mejores regatistas del mundo, y el medallista de plata en Río de Janeiro y navegantes que han sido campeones mundiales acabaron por detrás de ellos”, ha comentado Jorge.

Al respecto, Joaquín Blanco, desvela que mientras estudiaba la carrera en Barcelona se centró en la misma, por lo que navegar a alto nivel al mismo tiempo -como hacen los profesionales- le resultaba “prácticamente imposible”, aunque aun así se clasificó para los Juegos de Río 2016.

“Ahora que ya acabé la carrera me dedicaré más intensamente a la vela e intentaré estar en la Olimpiada de Tokio 2020, aunque tengo objetivos más inmediatos este mismo año, como el Campeonato del Mundo en septiembre en Croacia, y el de Europa en octubre en Barcelona”, ha asegurado.

Por su parte, Joel Rodríguez considera que haber competido por vez primera en Miami, en una prueba de la Copa del Mundo absoluta, le ha servido de entrenamiento y aprendizaje.

“Aunque siempre aspiro a ganar, el nivel que había en Miami era altísimo, y con 19 años no me planteo vencer a regatistas que tienen muchos más años de experiencia. Estoy en mi último año juvenil y ahí sí iré a por todas al campeonato del Mundo y al de Europa”, asegura.

Joel, que acumula un impresionante palmarés con tres campeonatos mundiales sub 21 y otros tantos europeos en la citada categoría, integra también el equipo español ('Spanish Impulse') para la Copa América juvenil, con el que hace poco entrenó durante una semana en Francia.

“Me es muy difícil compaginar mis estudios con la vela, y es casi seguro que el próximo curso haré la carrera a distancia. Joaquín y yo entrenamos prácticamente todos los días entre tres y nueve horas, dependiendo de la intensidad y de los objetivos. A veces estamos cuatro horas en el agua, otras cuatro haciendo bicicleta y una más en el gimnasio”, ha explicado Rodríguez.

“De momento, Joel y yo nos estamos preparando aquí, en Gran Canaria, donde se entrena muy bien en invierno, al contrario que en otros lugares, en los que no tienes ganas de ponerte el neopreno gordo y salir a navegar. De todos modos, está bien conocer otros sitios de entrenamiento, para enfrentarnos a diferentes condiciones en el mar”, ha añadido Blanco.

Joaquín, que fue campeón de Europa de Optimist y Mundial en Láser, es descendiente de dos familias que han proporcionado muchas alegrías a la vela canaria a nivel internacional, los Doreste y los Blanco, aunque dice que eso no le ha supuesto una presión extra a la hora de competir.

“Es bueno que todo mi entorno haya estado metido en la vela, ya que siempre me han aconsejado desde su experiencia para intentar que cometa los menores errores posibles”, asegura.

Una experiencia y veteranía que ya atesora Joaquín tras una larga y exitosa carrera, y que unida a la juventud de Joel integran un cóctel perfecto a las órdenes de Jorge Angulo, con la meta fijada en conseguir importantes triunfos internacionales a corto y medio plazo.

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