Remontada y merecida victoria de la UD ante el Rayo

La UD Las Palmas batió al Rayo Vallecano en diez últimos minutos épicos de buen fútbol aderezado con dos golazos de cabeza. En el minuto 80 Mauro Quiroga se estrenaba con la casaca amarilla conectando un gran remate de cabeza a centro de Pedro Vega. Cinco minutos más tarde, Javi Guerrero, también de cabeza, ponía el 2-1 definitivo, tras otro medido centro con la zurda del de San Mateo.

Con tardes de fútbol como la de esta noche vale ser aficionado de la UD Las Palmas. Según recoge la página oficial de la UD Las Palmas, el equipo amarillo se entregó y se dejó la piel en el campo para doblegar a un complicado Rayo Vallecano, que ya se llevaba en su alforja los tres puntos, pero no entendió que el partido dura 90 noventa minutos. El debutante Mauro Quiroga, minuto 80, remata de cabeza de manera espectacular un magistral centro con la izquierda de Pedro Vega. Con el vendabal de juego amarillo llegó el 2-1 definitivo en otro gran remate con la testa de Javi Guerrero, nuevamente aprovechando un sensacional centro de Pedro Vega. La UD Las Palmas ponía así fin a su sequía de victorias, cuatro semana seguidas llevaba sin ganar, por lo que continúa encaramada en la parte alta de la tabla clasificatoria.

Con menos posesión de la pelota el Rayo Vallecano se marchó al descanso con ventaja, 0-1. Sin apenas hacer ruido, el equipo madrileño merodeó el área amarilla aprovechando la falta de concentración en la zaga local. David García, en el minuto 20, derribó a Armenteros cuando el ariete argentino se encaminaba a fusilar al meta Barbosa. El propio futbolista rayista se encargó de inaugurar el marcador.

Sin referente en mediocampo, la UD Las Palmas ponía todo su empeño en las acciones individuales de Jonathan Viera y Vitolo. El Rayo Vallecano no es el equipo alegre de otras temporadas. Ha aprendido bien la lección para triunfar en esta categoría. Sin ritmo, bien colocado en el terreno de juego y amparándose en la veteranía de muchas de sus piezas paraba cualquier acción de peligro amarilla.

Movilla oxigenaba el juego visitante, mientras que Jorge y Vicente Gómez, los dos medioscentros de la UD Las Palmas en la tarde de hoy, se ausentaban demasiado del juego. Esto lo notaba la UD Las Palmas, con un fútbol menos alegre que en anteriores ocasiones. Con Álvaro Cejudo muy activo, tanto por el centro, como por la banda derecha, los isleños buscaban una jugada combinativa que acertara a penetrar en la tela de araña tejida por defensa rayista.

Un dominio en el juego que no tuvo recompensa para los amarillos en la primera parte. El Rayo paró el partido a su antojo y se alió en algunas decisiones arbitrales que hicieron enfadar a la grada. La artillería amarilla estaba muy lejos del área y el portero Cobeño fue un mero espectador.

Era el típico partido en el que las segundas jugadas tenían más importancia que el primer pase. Con el freno de mano puesto la UD Las Palmas jugaba a impulsos y esperando alguna diablura de Jonathan Viera. La velocidad del pequeño jugador no era suficiente para sorprender a una defensa tan experimentada como la del Rayo.

Las Palmas se engancha en la segunda parte

La UD Las Palmas afrontó la segunda mitad con más empuje y mejor mentalizada sabiendo que la superioridad del Rayo era producto del espejismo. No había hecho méritos el equipo de Sandoval para ir con esa mínima ventaja. Sin un jugador definido para organizar el juego, los amarillos dieron un pasito hacia adelante suficiente para acorralar a los madrileños. Jorge no estaba, y a Vicente Gómez le faltaba ritmo.

En el minuto 63 Álvaro Cejudo envió al palo un gran disparo desde fuera del área. Los amarillos jugaban mejor y al Rayo solamente le quedaba jugar a la contra. Llegó, a falta de 11 minutos, para el final, una jugada clave. El delantero rayista Armenteros veía la segunda tarjeta amarilla y se tenía que ir expulsado. Paco Jémez, que ya no estaba en el banquillo, pues había sido expulsado en el descanso, puso toda la artillería para ganar. Estaba convencido. Quitó a un defensa Aythami, y metió a Pedro Vega y luego a un debutante con hambre de gol. Jémez no se equivocó. Dio con la tecla exacta para ganar el partido ante un buen rival.

Quiroga hizo el 1-1 y cinco minutos más tarde Javi Guerrero, listo como nadie dentro del área, ganó en el salto a toda la zaga visitante y batió por segunda vez a Cobeño. La remontadaba estaba firmada. Lástima que en el último contragolpe Randy no pusiera el 3-1 para certificar una gran victoria que le sirve a los amarillo para continuar con el cartel de equipo revelación de la Liga.

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