El Roma, con un tanto de Panucci, logra su pase ante un Valencia de trámite
El Roma, con un gol del veterano Christian Panucci, derrotó en casa al Valencia (1-0) y, con ello, logró su objetivo de acceder a los octavos de final de la Liga de Campeones de Europa, para los que estaba clasificado ya el equipo español, que en la noche de este martes, desde luego, no justificó su liderato de grupo.
Se trata de la primera derrota del Valencia en la liguilla de grupos, así como la primera vez que el Roma accede en Liga de Campeones a una eliminatoria directa con otro club, pues hasta ahora sólo había accedido como máximo a la liguilla de segunda fase, cuando ésta existía.
El Valencia llegaba en cuadro, con notables y numerosas ausencias y con varios jugadores del filial en su expedición; pero tenía la tranquilidad de no jugarse nada en cuanto a clasificación al estar ya en octavos y como primero de grupo.
Afrontaba el choque, pues, en el intento de recuperar autoestima y, especialmente, salir ileso físicamente ante la negativa racha de lesiones que viene padeciendo. Pero no logró ni una ni otra cosa, pues jugó un partido muy gris.
Enfrente estaba un Roma sin su estrella, el capitán Francesco Totti (lesionado); sin su cerebro, el chileno David Pizarro -sancionado- y con un muy tocado Perrotta en el banquillo, y que se jugaba la vida europea. Le bastaba un empate para asegurar el pase a los octavos y, por todo lo anterior, jugó a medio gas. Pero le bastó y sobró.
Y es que ya con tan sólo media hora de juego todo quedó definido. En ese corto periodo se vio un Valencia deslabazado, poco presente, a merced de un rival que no hacía tampoco grandes cosas, que encajó un gol de despiste defensivo (m.13) y, después, sufrió lo menos deseado: una nueva lesión, en esta oportunidad la del joven Aarón, debutante en Europa.
El 1-0 encajado por el Valencia -cuya meta ya pudo claudicar a los dos minutos si Butelle no desvía una colada rápida de Vucinic-, fue una de las acciones más previsibles, por ser de las más aplicadas por los equipos cuando sacan una falta lateral: Taddei colgó pasado sobre el segundo palo, en el que se incorporó Mexes, que cedió de cabeza hacia el centro de la meta, donde el veterano Panucci, sin marcaje, no tuvo más que empujar el balón.
Una acción clásica estudiada por el Roma, pero por lo visto no por el Valencia, al que le faltaba tensión. El conjunto valenciano sólo había aparecido algo en ataque con un buen pase lateral en profundidad de Joaquín, ante el que Aaron, arrancando bien desde el centro del campo, estuvo lento y permitió la recuperación de Panucci (m.10).
El partido resultaba aburrido, sin gran juego, pero controlado por un Roma más previsible de lo habitual en el que la fuerza del rumano Chivu jugando en centro del campo y las consabidas subidas por banda de Mancini bastaban ante un Valencia sin convicción, sin nadie capaz de parar, ordenar y mandar. Hugo Viana y Pallardó, desde luego, no lo hicieron.
Y, con ello, el esperado Francesco Tavano, ante un equipo que se dice le pretende para este próximo enero, pasaba desapercibido. Estaba muy solo en ataque y, además, se le notaba lento.
El conjunto valenciano, pues, notaba las notables ausencias y la poca tensión de salir sabiendo que nada se jugaba. Pero, en el minuto 25, llegó lo menos deseado: Aaron se lesionó solo al ejecutar un centro desde la derecha, cayó al suelo y tuvo que ser retirado en camilla y sustituido.
El partido, según pasaban los minutos, fue decreciendo aún más, pues el Roma se veía clasificado y cómodo sobre el terreno. Ello permitió al Valencia respirar algo y que viviera sus mejores momentos en los últimos cinco minutos de la primera mitad.
Lo mejor lo puso Joaquín (el más activo y ambicioso de su equipo), con una jugada personal terminada con disparo alto (m.44); el único peligro de la primera mitad sobre la meta local.
La segunda mitad transcurrió por la senda de una aburrida igualdad en centro del campo, con equilibrio y conformismo por ambas partes y con ausencia en ataque de uno y de otro.
Así, lo más notable en su primer cuarto de hora fue una notable jugada por banda de Jorge López ante cuyo centro raso Tavano se lió (m.61); desde luego, el italiano dio hoy más la razón al técnico Quique Sánchez Ramos, que no le pone, que a su valedor Amedeo Carboni (director deportivo valencianista).
En disculpa de Tavano hay que reconocer que el equipo no le apoyó, pero a Joaquín tampoco y éste sí exhibió mayores ganas y participación.
Luego, ante la conformidad local, el Valencia creció, controló el balón, estuvo más tiempo en el medio campo rival (Butelle fue un espectador más) y se acercó algo más al área romanista. Pero no creó nítidas ocasiones de gol ya que la contención del Roma se bastó ante unos ataques tampoco muy bien llevados.
Es más, lo más peligroso llegó al final y del lado del Roma, con un disparo lejano de Mancini ante el que Butelle se lució (m.86). El intento de respuesta, a cargo de Tavano, dentro del área, salió varios metros por encima de la portería.
Se cerraba un partido de mero trámite con la clasificación del Roma y con un Valencia que se va sin recuperar estima. Eso sí, algunos chavales del filial tuvieron el premio de debutar en Europa.
Ficha técnica:
Roma (1)
Valencia (0)
Roma: Doni; Panucci, Cassetti, Mexes, Tonetto; De Rossi (Perrotta, m.in75), Chivu; Taddei, Virga (Rosi, min.83), Mancini; Vucinic (Okaká, min.91).
Valencia: Butelle; Curro Torres, David Navarro, Raúl Albiol, Cerra; Pallardó (Córcoles, min.91), Hugo Viana; Joaquín, Aaron (Nacho Insa, min.26), Jorge López (Romero, min.75); Tavano.
Gol: 1-0, min.13: Panucci, de cabeza.
Árbitro: Konrad Plautz (AUT). Mostró cartulina amarilla a Cerra (m.75).
Incidencias: Partido de la sexta jornada, última, del Grupo D de la Liga de Campeones de Europa, disputado en el estadio “Olímpico” de Roma, que registró la presencias de unas 42.000 personas. Los jugadores del Valencia lucieron brazalete negro en señal de luto por la muerte de la madre de su compañero Miguel Ángel Angulo.