El 'Telefónica' rompe su segundo timón y complica sus opciones de lograr el triunfo final
Iker Martínez: “Acabamos de perder todas nuestras oportunidades de ganar la vuelta al mundo”
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El 'Telefónica' ha visto reducida de forma dramática su velocidad en las últimas horas, después de que se confirmara que rompía su segundo timón esta madrugada cuando navegaba rumbo a Lorient, meta francesa de esta octava etapa de la Vuelta al Mundo a vela con escalas.
Tras confirmarse ayer y tras batir en hasta cuatro ocasiones el récord de velocidad de esta VOR, el 'ESP-1' rompía un timón, lo que le hacía ceder el liderato de esta etapa y ver cómo sus rivales, especialmente el 'Groupama' con el que lucha por la victoria final de esta regata oceánica.
Y es que la trasluchada resultó letal para el barco de Iker Martínez, que dañaba en el proceso también su timón de babor y veía cómo se complican sus opciones de ganar esta deseada VOR, que han ido liderando desde la primera regata.
El patrón vasco explicaba cómo estaban los ánimos en su VO70. “El ánimo a bordo es todo lo bueno que podría serlo en estas circunstancias, acabamos de perder todas nuestras oportunidades de ganar la vuelta al mundo. Más de dos años de trabajo se han esfumado en pocos minutos, qué desastre. Me conformo con que lleguemos bien sin más complicaciones”, asegura un desolado Iker Martínez.
“Creo que sólo me tranquiliza un poco el saber que he dado mi cien por cien durante estos dos años. Es la primera vez que me pasa algo así y creo que será difícil de asimilar, pero de eso me tendré que preocupar una vez hayamos llegado todos a tierra y estemos sin ningún riesgo. Un día triste hoy para el 'Telefónica', y mañana, mi cumpleaños. Qué oportuno, me pido de regalo que estemos en tierra todos bien”, señalaba el bimedallista olímpico desde el 'ESP-1'.
En el último parte de posiciones, el 'Telefónica' navega rumbo a Lorient en quinta posición y ya a 87 millas del líder 'Groupama', al que restan poco menos de 95 millas para anotarse la victoria de esta etapa y dar un golpe de autoridad en la general, aprovechando la mala suerte que ha tenido el barco español.