La flota artesanal canaria acusa al Gobierno de España de favorecer la “sobrepesca” industrial de atún en África y condenar a los barcos de las Islas

La federación provincial de cofradías de pescadores de Santa Cruz de Tenerife reclama que se mantenga el sistema histórico de cuotas en la pesquería del patudo, conocido como tuna, “polivalente, libre y durante todo el año”.

La entidad ha anunciado que llevará a cabo una ofensiva política para involucrar a las instituciones canarias y a los representantes del Archipiélago en las Cortes con el objetivo de modificar el plan de pesca de la tuna y lograr incentivos para las artes de pesca selectivas, penalizando la captura de juveniles.

Todo ello a raíz de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación resolviera el cierre precautorio de la pesquería de patudo el pasado miércoles para los 202 buques de la flota canaria artesanal autorizados a su captura, al haberse agotado la cuota asignada para este año (223 toneladas).

En un comunicado, las cofradías arremeten contra el criterio del Ministerio, al que acusan de favorecer a la flota industrial cerquera que opera en África con su actividad de “sobrepesca” de ejemplares de atún “inmaduros”, pues consume “mayoritariamente” la cuota asignada a España, cada vez más menguante.

Sostienen que el Gobierno español, “lejos de establecer” un plan de pesca nacional basado en criterios de sostenibilidad de los recursos pesqueros y del medio ambiente marino, como ordena la Política Pesquera Común, aprobó un plan de pesca que “favorece de forma insultante” a la flota cerquera congeladora industrial.

Una flota a la que señalan como “la causante de la puesta en peligro de esta especie”, en detrimento de la flota canaria, histórica en esta pesquería, a la que se dispensa “un trato humillante” en la aplicación de los criterios de reparto de cuota.

La federación de cofradías de Santa Cruz de Tenerife destaca que la tradicional captura de la tuna ayuda al sostenimiento económico de los pescadores y de sus familias y permite, además, la recuperación de la pesca costera y de demersales.

Además, acusa a la Secretaría General de Pesca de permitir que la flota cerquera, que opera fuera del caladero nacional, se rija por unas “reglas de juego” diferentes al resto de las flotas, lo cual es “totalmente rechazable, injusto y arbitrario”.

La federación remarca que las capturas de la flota atunera cerquera congeladora no están sujetas a tallas mínimas, como sí ocurre con el resto de las flotas, de tal forma que vienen capturando “con absoluta impunidad desde hace años ejemplares juveniles por debajo de la talla mínima”.

En definitiva, la agrupación censura que el reparto de cuotas de la tuna “premia a los que esquilman los recursos pesqueros de forma apabullante” con el mayor porcentaje de cuota, mientras que a la flota canaria artesanal, que “no hace daño al recurso y que pesca de forma responsable y sostenible, se le condena al amarre”.