El arte de lo incierto

Es evidente que, en fases de indecisión, las políticas y los comportamientos de los agentes sociales y políticos deben trasmitir certezas. Cuantos más factores se dejen a la incertidumbre mayor es el peligro de que se generalicen comportamientos aventureros. En un mundo como el actual, repleto de miedos e inquietudes, como bien podría ser la apertura gradual de la conectividad, pero rebrotes en los orígenes, Canarias debe presentar y representar un espacio de concierto y tranquilidad, en suma, de alta cohesión económica y social convirtiéndose en el lugar más seguro de Europa. Esta razón ya justifica cualquier acuerdo. Para ello es necesario formalizar, ya no solo un pacto en el seno del Archipiélago, sino la de la conformación de una posición común frente al Estado y a la propia Unión Europea.

De hecho, una de las incertidumbres que debemos despejar es el crecimiento de los costes laborales. Si desde ahora las empresas pueden tener la garantía de cuáles serán los costes laborales de su actividad, podrán identificar con mayor claridad sus políticas de precios y márgenes. Este hecho tiene importancia para el empleo puesto que la masa salarial puede quedar determinada desde este momento. Por otra parte, la población ocupada, conociendo la evolución de sus salarios reales durante al año y teniendo en cuenta la estabilidad de empleo están en condiciones de planear gasto con altos niveles de certeza. Lo que potencia la demanda de bienes de consumo y, en especial, de bienes de consumo duradero, consolidando así una parte de la demanda agregada de la economía. 

Ahora bien, con independencia de los criterios pasados establecidos en materia de contratación, flexibilidad y seguridad para la defensa del empleo, orientaciones sobre estructuras profesionales y movilidad funcional o la gestión del tiempo de trabajo, es necesario establecer métodos relacionados con la reapertura y reactivación de los centros de trabajo. Se espera un importante proceso de crecimiento de la inversión que ocasionarán necesidades de empleo con el objetivo de reducir la tasa de paro. De ahí que es un objetivo primordial que la población desocupada adquiera las actitudes indispensables para mantener un alto nivel de cualificación. O, dicho de otra forma: priorizar el denominado empleo cierto. Para ello, la estrategia que se persigue es reducir la tasa de paro a través de la contratación de personas que hubieran adquirido la formación específica adecuada durante el período de búsqueda de empleo. 

Pero la formación, como se ha repetido más de una vez, no es un hecho previo a la consecución de un empleo. Es algo que nos tiene que acompañar a lo largo y ancho de nuestra vida. En estos momentos de la historia donde la proliferación de los problemas ejerce un ritmo más acentuado que en el de las soluciones debemos anticiparnos a las circunstancias. Por ejemplo, ¿se quiere invertir en trenes? Pues empecemos a formar a los maquinistas.