Ni Bárcenas ni Gibraltar

Anda el patio revuelto. Algunos progres apoyan la política de Rajoy ante el problema de Gibraltar invocando la osadía del tradicional imperialismo británico y niegan con afán que el asunto sea estimulado por el gobierno del PP cuando varios de sus secretarios generales tenían que ir a declarar sobre el asunto Bárcenas y demás hierbas.

Una cortina de humo hábilmente lanzada por el Gobierno y apoyada por una jauría mediática a la que ha faltado poco para recordar la victoria de Perejil. Y cuando tímidamente uno les recuerda lo de Ceuta y Melilla engolan la voz diciendo que no es lo mismo. Yo no voy a opinar si Gibraltar es español o británico o marciano. En estos temas me acojo al derecho de autodeterminación de los pueblos.

Pero si la maniobra gibraltareña del PP ha salido mal, tan mal que nadie ha picado el anzuelo, excepto la jauría mediática, lo que empieza a ser preocupante es que la oposición en este país ande enredada en que si Rajoy mintió o no mintió cuando compareció para hablar de Bárcenas y sus desmanes.

Y si no es la mentira del Pinocho que gobierna este país son los ordenadores o los despidos simulados, las indemnizaciones en diferido. Toda una sarta de engaños, mentiras, falacias y corrupciones que desgastan al gobierno y las propias instituciones. Pero casi nadie pregunta por el origen del dinero. Casi nadie pregunta por los empresarios, los visitantes, los corruptores, los donantes? de donde venía el dinero y a cambio de qué se daba.

Todos los días salen nuevas: hoy son unos discos duros borrados, ayer unos mensajes de aliento, mañana la comparecencia en el juzgado de fulano? así el culebrón Bárcenas continúa añadiendo nuevos capítulos como si detrás de todo estuvieran guionistas de telenovelas colombianas. Casi espera encontrarse uno con la firma del escribidor de la Tía Julia.

Y sin querer todo ello sólo sirve para que la gente se olvide del paro, la miseria, los recortes en educación y sanidad, la salvajada con las pensiones? parece que el mismo gobierno o el FMI o la comisión europea alientan que el caso Bárcenas siga ocupando primeras páginas y abriendo noticieros.

No quiero decir que el caso Bárcenas no sea preocupante. Pero debemos ponerlo en su justo sitio. Es la punta de un iceberg, la muestra de que todo el sistema español se basa en la pura corrupción. Y no puede ser de otra forma porque el sistema español se basa en el capitalismo. El sistema corruptor por excelencia. El sistema en él se compra y se vende de todo. Desde bienes y servicios a conciencias y medio ambiente. Así, creer que juzgado y condenado Bárcenas y sus cómplices el asunto está liquidado es creer que la miseria se resuelve con caridad y el problema de las becas con adopciones.

Hay que decir muy alto y muy claro que no se trata de exigir la dimisión de Rajoy y nuevas elecciones. No se trata de eso en este sistema. Hay que ir más allá pues la dimisión de Rajoy y unas elecciones solo traerían un nuevo verdugo, un nuevo ejecutor de los planes y directrices del capital monopolista internacional, del imperialismo económico. Rubalcaba o Aguirre (la gran esperanza blanca de la derecha) serían otros perros con el mismo collar.

Al poco de ser electos acudirían a la excusa de que no pueden hacer otra cosa que destruir derechos laborales y sociales. Putear, si se me permite la expresión. Es necesario levantar una alternativa de poder anticapitalista en España y en Canarias. Es necesario levantar una alternativa contra el BCI, FMI y Comisión Europea y, sobre todo, contra el poder financiero y capitalista. Sólo se saldrá de la crisis cambiando de raíz, radicalmente, la política económica y social del Estado. Sólo un cambio revolucionario que inicie el camino al socialismo puede sacarnos de la crisis. El resto es marear la perdiz, crear falsas ilusiones de que sustituyendo a Rajoy por otro las cosas cambiaran. Ni Bárcenas ni Gibraltar, esa deber ser la respuesta de todos. Ni Bárcenas ni Gibraltar, poder popular anticapitalista, democracia participativa, nacionalizaciones? sólo ahí está el camino.