Ecuador se pliega ante las petroleras

El gobierno de Ecuador se ha plegado ante su previa actitud de resistencia de 2007, negándose a explotar los yacimientos petrolíferos de la Reserva Mundial de la Biosfera en el parque natural de Yasuní. Y lo hace, ante la negativa y mutismo cómplice de la “hipocresía del capitalismo” internacional ?según el presidente Correa?, por no apoyar con 2.700 millones de euros, para así compensar las pérdidas del país amazónico, cuyo objeto era de no extraer el oro negro de sus profundidades. Y dejarlo como sumidero de CO2 mundial. Únicamente logró el 0,37 por ciento del dinero solicitado.

El Parque Natural de Yasuní fue catalogado por la ONU, Reserva Mundial de la Biosfera en 1989. Es la fuente más rica y única en biodiversidad del mundo, que ocupa la extensión de 9.820 Km. Viven en él un caudal floral extraordinario, con una variedad de 3.000 especies; 100 mil géneros de insectos, 598 aves desiguales, 150 anfibios distintos, 121 reptiles variados y 200 mamíferos diversos. Y la tribu 'Huaorani' o 'Waorani' de 2.000 indígenas en estado primitivo, que se niega a incorporarse a la civilización occidental.

La funesta decisión del presidente Rafael Correa, de explotar este yacimiento de petróleo, pondrá en peligro toda esta afortunada vida aún existente en el Parque Yasuní, en el lado territorial correspondiente de su Amazonía (mayor generador de oxígeno puro del planeta). Se matará una gran parte de importantísima vida de la flora y fauna y la tribu Waorani perderá su esencia y tendrán que incorporarse, contra su voluntad, a la sociedad del loquinario consumismo y cultura de la mal llamada civilización, donde todo el objetivo de la felicidad estriba en comprar compulsivamente; usar, por nada de tiempo y tirar, prontamente.

Personalmente dudo que el presidente de Ecuador sea tan ingenuo, como para confiar en los 'altruistas gobiernos internacionales' y ofrecerles, a cambio de nada, ¿sólo por protección de la naturaleza y sus seres vivos??, los dichos 2.700 millones que requirió para no abrir ese manjar negro. Ahora, su alegato, en esta disposición: “No me gusta la minería, no me gusta el petróleo, pero mucho menos me gusta la pobreza y la miseria”.

Existen otros modos, bien lo sabe Sr. Correa, para obtener réditos financieros que aminoren la miseria y hagan evolucionar al país en todos sus desarrollos. Pero siempre con sostenibilidad con la Naturaleza. No es un poder omnímodo el que tiene un mandatario de cualquier nación sobre la Naturaleza, el cual tiene un tiempo muy limitado en su mandato presidencial. La naturaleza y su devenir nos pertenece a todos los seres vivos del mundo. No solo a los ecuatorianos, en este caso.

Ecuador es el socio con menor extracción de crudo de la OPEP. Ahora sumará 920 millones de barriles de crudo del subsuelo. Aunque sea extraído con “adecuadas técnicas”, comenta el presidente, que lo hará la petrolera nacional. En la evolución y prosperidad de Ecuador, para compensar su Plan de Bien Vivir, necesita una inversión de unos 53.000 millones de euros, para erradicar la pobreza y extender el bienestar a las clases menos pudientes.

Fue en el año 2007, cuando hizo aquella inédita y lozana petición a comunidad internacional, con la bienhechora intención de proteger esta reserva natural de los daños colaterales que producen el deterioro por las extracciones, en ese medio ambiente virgen e inexplorado. De esa forma el dinero que se perdía dejando el petróleo bajo tierra, se compensaba al herido planeta, con hacer de sumidero de CO2, que haría el parque natural con su masa floral, tragándose gran parte de las toxinas que el dióxido de carbono emite a la atmósfera. Con la extracción de este petróleo, se emitirá a la aire 400 millones de CO2, que será la misma cantidad de gases que emite nuestro país en un año. Por lo que el efecto invernadero seguirá creciendo insanamente, en su alarmante deterioro que padecemos actualmente con el clima tan degenerado.

El pueblo ecuatoriano se ha movilizado ante este doliente anuncio, con la plataforma Amazonia por la vida, después de la ladina decisión del presidente Correa, para hacer un plebiscito, y que sea el propio poder del pueblo soberano, quien tenga la última palabra en: naturaleza y vida o economía destructiva.

Por ello, digo NO a la extracción de petróleo en el Parque de Yasuní, de Ecuador, y rotundamente NO en Fuerteventura y Lanzarote.